viernes, 29 de marzo de 2013

Sector Norte Ultra Trail Jaca 1/3

ENTRENOS
Sector Norte Ultra Trail Jaca 1/3
Martes, 26 de marzo de 2013



            Hay que ir ya fijando definitivamente el trazado del Ultra. Hemos programado tres días alternos de esta semana para recorrer todo el trazado y dejarlo ya definitivo. Hoy toca el que damos en llamar Sector Norte, que aglutina el nordeste y el noroeste. Sigue el tiempo inestable, como corresponde a la recién estrenada estación. Borrascas que van llegando una tras otra a nuestras latitudes y que no es fácil de pronosticar cuándo las tenemos encima y cuándo nos van a dar una tregua.

            Salvo casos extremos, en montaña siempre decimos que “ante la duda hay que salir, y
Portada principal de
la Catedral de Jaca
luego si eso ya veremos”. Pues bien, es lo que hacemos. Algo pasadas las nueve y media de una mañana que no tenemos muy claro cómo nos va a tratar, salimos con el amigo Michel desde la misma puerta de La Ciudadela, ya que se trata de hacer fielmente el recorrido del Ultra.

            Comenzamos, y lo hacemos cruzando el paso de peatones, aunque no está justo enfrente de la puerta, para pasar a la calle Santa Orosia y rendir culto visual a la portada principal de la catedral. Plaza de la Ripa, de Biscós, y Avda. Escuela Militar de Montaña. Al llegar a las naves de Agromán comienza ya la rampa que, pasando por el Hospital, nos lleva sobre asfalto al arranque de la senda que sube el monte Rapitán, recientemente recuperada. En poco más de media hora llegamos a una caseta que alberga información sobre la construcción del fuerte, al que enseguida llegamos y rodeamos para disfrutar de las vistas que nos ofrecen su cara norte sobre el valle y las montañas que lo cierran al norte.

Delicioso paseo por el monte Rapitán
            Se pasa junto a un horrible edificio de apartamentos, fruto de la falta de sensibilidad y del todo vale de tiempos pretéritos, y de unas antenas de comunicaciones, para adentrarnos en un delicioso bosque que cubre la loma de este monte, y que entre quejigos y bojes nos transporta por místico sendero hasta el extremo más oriental de la misma. Desde aquí damos vista a la pequeña población de Ipas, hasta la que no llegaremos, pero sí hasta el fondo del barranco que media entre la corona donde está situada y nosotros. Descenderemos el monte Rapitán hasta el mismo seno del barranco, como decimos, para posicionarnos ya en una pista que nos subirá, con bastante desnivel, hasta el collado, al que llegamos en poco menos de hora y media desde la salida.

Restos de la iglesia de Bergosa
            Estamos a los pies del Albarún, en su falda que da a poniente. Continuamos por la pista hacia el norte, y a menos de media hora sale a nuestra izquierda una senda, con un arranque muy poco visible si no se va en su búsqueda. Es como si quisiera seguir en el anonimato. Hay veces que los caminos son así, callados, discretos, que se hacen a rogar, y como éste, poco transitado y que quiere seguir siéndolo. En otra media hora nos presentamos en la parte alta de Bergosa, un pequeño pueblo, hoy abandonado, con la mayoría de casas espaldadas, y que hay quien se empeña en ir levantando para usos lúdicos. Pasamos junto a la iglesia, custodiada por San Saturnino, y que es el edificio que aun estando medio derruido, mejor se conserva del pueblo. Sus piedras del siglo XII así lo atestiguan.

Reconstrucción de las orillas
del río Aragón, en Castiello
            El Plan Hidrológico de Bergosa, que les gusta decir a los paisanos, consiste en una manguera que arrima el agua desde la fuente, a la que nos dirigimos. Se trata de un rincón restaurado, con muy buen resultado. Enfrente se sitúa el antiguo lavadero, donde justo sale la senda que, entre zarzas propias del abandono de la ganadería extensiva, nos lleva hasta el bosque de pino repoblado, como toda Garcipollera, y que nos baja hasta el seno del río Ijuez, al que tenemos que acompañar en sus últimos metros hasta casi su rendición al Aragón, junto a una pasarela de madera, recientemente construida para facilitar el paso a peregrinos y paseantes por el Camino de Santiago. Hasta aquí, tres horas.

Bergosa, desde las ruinas de la
ermita de San Bartolomé
            Por dicho camino nos dirigimos hacia el norte hasta Castiello, a donde llegamos en diez minutos. Rodeamos la Urbanización Santiago para cruzar la carretera por el paso de peatones y meternos ya en la pista junto al barranco del Cagico, para dejar a nuestra izquierda los llanos de Plandigüé y seguir subiendo por ásperas lazadas hasta lo alto de la sierra de Angelé, no sin antes pasar por el desvío que nos ofrece entrar en pocos pasos, a las ruinas de la ermita románica de San Bartolomé.

            La llegada a lo alto de la loma, no sólo nos servirá de respiro, de coger aire, de cambiar de ritmo en definitiva, sino también nos permitirá echar la vista al norte para contemplar las montañas del eje pirenaico, unos macizos todavía adolescentes en su dimensión, pero que no dejan de mirar hacia sus hermanos mayores, hacia esos tresmiles que también podemos apreciar hacia levante. Y un fondo de valle, modelado en épocas glaciales, y que ha acogido a lo largo de los últimos siglos a unas poblaciones cuyos habitantes han tenido que adaptarse a las duras condiciones de la vida montañesa.

Camino para subir al Grosín
            Si ya hemos descansado un poco con estas y otras reflexiones, podemos seguir. Estamos a cuatro horas y media desde la salida de Jaca, y el trazado gira bruscamente al sur para seguir pellizcándole el lomo a esta sierra, que hace divisoria entre los valles del Aragón y de su subsidiario Lubierre, en cuya cabecera tenemos Borau, que también veremos. En veinte minutos de pista llegamos a una barrera para el ganado, junto a la que sale la senda que nos cambia el ambiente por el que venimos y en diez minutos nos sube a la cima del Grosín, desde cuyo vértice geodésico se nos ofrece una impresionante panorámica a 360º de todo nuestro entorno. Cinco horas desde Jaca. Veremos ampliada la vista que estamos dejando atrás sobre el Pirineo; veremos el Campo de Jaca; veremos el Cuculo, avanzadilla de la sierra de San Juan de la Peña, a donde nos dirigiremos; veremos también la imponente Peña Oroel, a la que también llegaremos, si el cuerpo aguanta… que aguantará; y todas las sierras exteriores pirenaicas, como Guara, Monrepós, Riglos, Rueba… Y cómo no, el monte Rapitán, del que ya podemos estar orgullosos de haberlo dejado atrás.

Barranco de Castelillo
            Descenderemos este monte por su vertiente sur, por la solana, por una senda que no tiene nada que ver con la de subida, es más seca, sin arbolado que nos proteja, pero pronto llegaremos a la pista, que en un brusco giro a poniente, nos llevará hasta las ruinas de unas cabañas. Cinco horas y media. Aquí sale otra senda que emboscada desciende por el barranco de Castelillo, y que tras unos pasos por un ancho cortafuegos nos deja en las ruinas de una extensa finca, y que siguiendo la pista de la izquierda, llegamos hasta la que une Caniás con Jaca. Otro brusco giro hacia el este para bajar hasta el fondo del barranco y volver a subir otra corona por una senda, que nos vuelve a dejar en otra pista que nos lleva ya a Guasillo, núcleo habitado por nativos y agregados, con iglesia románica bajo la advocación de San Adrián.

Iglesia de Guasillo
            Seguiremos la pista, hasta llegar a una carretera local asfaltada que en pocas decenas de metros nos llevará a Asieso, otro pequeño pueblo perteneciente al municipio de Jaca, que también goza de iglesia coetánea a la mayoría de la redolada. Ésta reza a San Andrés. Por una senda que discurre por una divisoria nos acercaremos hasta la carretera de Aísa, que cruzaremos para bajar al puente de San Miguel por un corto tramo de circunstancias. Puente de San Miguel, decimos, por el que pasaremos saboreando su pasado. Si sus piedras hablaran…

            Como siempre, al cruzar un río toca subir, y lo hacemos hasta llegar al llamado Rompeolas, el extremo norte del parque de Jaca. Tomaremos el Camino de Santiago, urbanizado por aquí, para llegar a las traseras del cuartel, a cuya puerta principal hemos de llegar, no sin antes rodear el flamante edificio que construido recientemente alberga el IPE (Instituto Pirenaico de Ecología), que dependiente del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) no cesa en sus labores científicas como observatorio del clima y del comportamiento de los seres vivos ante sus incesantes cambios, entre otras cosas, claro.

Puente de San Miguel
            Bien, pues por hoy hemos terminado, aunque para el día de la carrera estaremos en el primer tercio, más o menos, del recorrido. Pasaremos por el cuartel de La Victoria en el que se ubica el Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia nº 64, que en honor de su 453 aniversario, la Asociación Cultural y Deportiva Cazadores del Galicia organiza esta prueba, que recordamos va a ser el I Campeonato de Aragón de Ultra Trail FAM 2013.

            Hemos dado los tiempos como una referencia, pero hay que tener en cuenta que es lo que nos ha costado a nosotros que, desde luego, no nos caracterizamos por estar en las élites de esta disciplina. Hemos hecho las paradas necesarias para realizar nuestro cometido. Siete horas y media, hemos invertido en recorrer los 34 kilómetros y medio, con 1.684 metros de desnivel acumulado ascendente y 1.685 de descendente. 


            El reportaje completo de fotos, en:

Y el track, en:

Para cualquier otra información de la prueba, en:




2 comentarios:

  1. Eres un crak. He leido tu publicación en el Heraldo de Aragón.

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