Año XIV. Entrega nº 962
“Al igual que ocurre en las principales áreas pastables del Bien "Pirineos-Monte Perdido", los pastos de la Montaña de Sesa se originaron como consecuencia de talas históricas del piso subalpino de pino negro (Pinus uncinata), con el fin de obtener mayor superficie de pasto con el que alimentar a los ganados trashumantes”. Turismo Sobrarbe.
Los tiempos geológicos son unos, y los antrópicos son otros. Tanto unos como otros han sido capaces, y lo siguen siendo, de modelar el paisaje, pero son estos últimos los que con mayor severidad, virulencia y rapidez lo hacen a merced de las necesidades del ser humano en cada momento. Como indica el párrafo anterior, “las talas históricas del piso subalpino” dejaban esta zona sin pino negro y, en la actualidad, ya no tenemos ni pino negro ni apenas ganado al que iba dirigido el pasto resultante de dichas talas.
La consecuencia de todo ello es el presente estado de la montaña de Sesa, que comprende 827 ha, entre los 1700 y 2400 metros de altitud, en el hoy municipio de Puértolas y que, por buscarle algo bueno, es la montaña que tenemos en la actualidad, y que se nos presenta a los visitantes como tozales de mediana altura, con cimas redondeadas, relativamente fáciles de alcanzar.
Y eso es lo que pretendemos hoy, darnos una amplia vuelta por una gran parte de esta montaña, incluida en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, sin saber muy bien a qué sector pertenecería, porque el parteaguas está en Cuello Viceto, que lo hace con las que caen al río Bellós, en el Cañón de Añisclo, y las que lo hacen al Yaga, en la Garganta de Escuaín, ambos tributarios del río Cinca.
Bestué, al que pertenece la montaña de Sesa, era lugar en 1785, ayuntamiento en 1834; en 1845 se le une Santa Justa, y en 1957 los absorbe Puértolas, al que pertenece actualmente. De los censos conocidos, los que le otorgan mayor población son los de 1495 y 1609, ambos con 23 fuegos. Son anotaciones del historiador Antonio Ubieto. Hoy cuenta con apenas decena y media de habitantes.
Nos acercamos, pues, hacia Bestué, donde, como a 2 km antes de llegar, parte a la derecha una pista, que con paciencia recorremos sus 11 km para llegarnos al collado de Plana Canal, a 1750 msnm, donde una barrera nos impide seguir, ya que nos encontramos el límite del Parque Nacional. Es el punto de partida para excursiones por la redolada, la más corta sería la ascensión a los cercanos Sestrales.
Otra opción, como inicio de muchas otras, es la de continuar por la pista, absortos por el telón de fondo que se nos va abriendo, toda la fachada sur del imponente macizo calcáreo más alto de Europa, el de las Tres Sorores, o Treserols, como también llaman los más castizos, que son el Cilindro de Marboré, que apenas asoma, el Monte Perdido y el Soum de Ramond o pico Añisclo, y la Punta de las Olas, para completar; y al otro lado de ancho collado de Añisclo, la sierra de las Sucas, con el pico Inferior de Añisclo y las Tres Marías, que tienen nombre propio, la Punchuda, la Roncha y la Plana.
Estamos en el alero de la izquierda del singular Cañón de Añisclo, a unos 500 metros por encima del seno del río Bellós, y con semejantes apabullantes vistas, iniciamos la ruta, ganando terreno, pero poco desnivel, hasta recorrer en una hora, los poco más de 4 km que median hasta el refugio de San Vicenda, a cuyo alrededor encuentra la tranquilidad una buena cabaña vacuna. Un poco antes, hemos pasado frente al barranco de la Pardina, uno de los mayores aportes por la derecha del Bellós.
Como algo menos de media hora más, la pista se vuelve sendero, que pronto se bifurca, porque el ramal izquierdo quiere bajar al fondo del cañón, que no tomamos, porque continuamos de frente para ir aproximándonos a nuestros objetivos.
Antes de llegar al barranco de las Carriatas, nos vamos desviando por su ladera izquierda para ir ascendiendo ya a la primera cota de la jornada, el Tozal de San Vicenda, al que ha llegado ya algún miembro del grupo, que habían optado por no dar este rodeo. La sorpresa es que cuando llegamos, habían seguido ruta, pero nos esperaban en el collado para echar un primer bocado.
No hemos pasado por Cuello Viceto, que lo vemos desde arriba cómo, sin inmutarse, parte aguas, cuando las haya, entre el Cañón de Añisclo y las Gargantas de Escuaín, que ya muestran sus fauces a nuestras miradas. En realidad, subidos a esta primera cota, vamos a ir recorriendo las lomas del parteaguas.
Reagrupados ya, seguimos para bajar al Cuello Piedra Ficata y subir a los 2132 msnm del techo de la ruta, el Tozal del Basón, donde ahí sí volvemos a echar algo al cuerpo con más calma, una ingesta material que se complementa con otra que lo es menos, pero que expande el alma emulando el muy amplio espacio visual que se abre ante nosotros.
Bajada a otra colladeta para subir al Tozal de Sorripas, habiendo dejado atrás ya la cota dos mil. Seguimos bajando, virando a orientación SW para pasar por la Forqueta Sorripas, como antesala de la última cota de la jornada, la Tozaleta de Plana Canal, justo encima del amplio collado homónimo, donde nos esperan ya los vehículos, a los que llegamos cerrando esta preciosa circular por humildes montañas que, cabalgando por sus lomas nos han descubierto apabullantes paisajes.
Tozaleta de Plana Canal
Una circular a la que le hemos dedicado, y muy bien, por cierto, algo más de cinco horas y media, para recorrer 11 km, con un desnivel acumulado de en torno a los 605 m D+/- (Wikiloc: 530 m D+/-), alcanzando la altitud máxima en los 2132 m del Tozal del Basón.
GLOSARIO
Cuello, colladeta, forqueta: collado
BIBLIOGRAFÍA
Los pueblos y los despoblados I. Antonio Ubieto. Anubar (1984)
RECURSOS DIGITALES
Las fotos, con sus comentarios, y el track
Nota: La publicación de la ruta, así como del track, constituye únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.
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