lunes, 9 de noviembre de 2020

Somport - Jaca, una mañana jacobea

 


ANDADAS
Somport - Jaca
Domingo, 8 de noviembre de 2020


SOMPORT - CANDANCHÚ

            Primera de las etapas del Camino de Santiago Francés por Aragón, que parte del puerto fronterizo de Somport, el Summus Portus romano, donde nos encontramos una baliza señalando que quedan 858 kilómetros hasta Compostela. De momento, nos conformamos con los 30 primeros. Se pasa por las ruinas del antiguo Hospital de Santa Cristina, pendientes de seguir sacando a la luz toda su riqueza, que le permita aproximarse, aunque sea de lejos, a su glorioso esplendor. El Codex Calistinus, o Liber Sancti Iacobi, escrito por el clérigo francés Aimeric Picaud, describe el trazado oficial y clásico del camino, incluyendo las cuatro principales vías que atravesaban Francia. No hay datos exactos fiables de su fundación, pero recordemos que en el siglo XI, durante el naciente reino de Aragón y el vizcondado de Bearne, ya estaba considerado por dicho Códice Calixtino como uno de los tres más importantes del mundo cristiano, junto con el de Gran San Bernardo, a su paso por los Alpes, y el del mismísimo Jerusalén. Al menos eso rezaba la leyenda Unum Tribus Mundi que presidía el altar mayor de su iglesia. 



CANDANCHÚ – CANFRANC ESTACIÓN

            Sigue descendiendo el camino hasta dar con la carretera interior de Candanchú a la altura del puente de Santa Cristina, donde se une al trazado del GR 11, con el que comparte sendero, cruzando la N-330. Continúa, pasando por encima del puente del Ruso, y posteriormente la finca Anglasé, a partir de la cual se mete en el bosque. Al poco, abandona el GR 11, justo donde a este se le incorpora el GR 11.1, con el que continúa valle abajo. Cruza el barranco de Izas y pasa por debajo de Col de Ladrones. Al aproximarnos a Canfranc Estación, podemos seguir por la pista para tomar el Paseo de los Melancólicos, por el que se pueden contemplar las actuaciones para recuperar la Estación Internacional, pero el trazado, digamos oficial, pasa por el interior de las poblaciones, con el fin de acercar los servicios al peregrino. Destacamos el paso por la entrada principal de dicha estación, frente a la moderna iglesia de Nª Sª del Pilar. Unos metros más adelante, disponemos de fuente, junto al edificio del ayuntamiento. Una de las instalaciones anejas a la estación, es el Centro de Acogida de Peregrinos.




CANFRANC ESTACIÓN - CANFRANC

            Al final de la población no nos libramos de un tramo un tanto expuesto, desde que se sale a la carretera, a la altura de la central eléctrica, hasta que se pasa el túnel y se baja a pie de presa. Aquí nos encontramos otro vestigio de la antigüedad, unos restos de la Torre de la Espelunca, en un terreno totalmente desdibujado desde la construcción de la presa. Dicha torre la construyó Tiburcio Spannocchi en 1592 como defensa ante invasiones francesas. Hoy, aquí, solo un montón de piedras y un cartel explicativo dan fe de todo ello. Tiene réplicas en los valles de Ansó, Hecho, Santa Elena de Biescas y Baños de Benasque, todas con el mismo fin.



            Una vez cruzado el puente bajo la presa, el camino entra, por uno de los tramos más bellos de todo el recorrido. Enseguida se pasa por enfrente de la torreta de Fusileros, de fábrica mucho más reciente. Es a mediados del siglo XIX, cuando se termina de construir la, entonces moderna, carretera que unía las tierras bajas con el puerto de Somport, viéndose que podía dar paso a nuevas y más fáciles invasiones extranjeras, dando pie al asentamiento de esta fortificación, que estuvo décadas en estado ruinoso, y que se restauró con motivo de la puesta en funcionamiento del túnel carretero, para albergar una exposición de los trabajos. Todo ello tras pasar apuros por el ensanche de la actual carretera, que abrió la reflexión del traslado a otro lugar. Finalmente reinó la cordura, y actualmente es la sede de la Asociación Turística del Valle del Aragón (ATVA).


            Seguimos por el bosque, un delicioso sendero que ofrece lo mejor de sí mismo en las cuatro estaciones. Se cruza el barranco de Ip, muy próximo ya al puente de Arriba de Canfranc, población por la que pasamos, el Campus Francus de los romanos, convertido en sede aduanera en el siglo XI por Ramiro I, expuesto a grandes peligros dada su condición de próximo a la frontera, pero ha sido uno no previsto, el fuego, su mayor enemigo, destruyéndolo en varias ocasiones. La última, la de 1944, que lo sumió en una casi total despoblación de la villa, recuperándose lentamente en las últimas décadas debido al gran empuje del turismo. Lo primero que nos encontramos al entrar a la población son los exiguos restos del castillo. La calle principal deja a la izquierda la iglesia de la Asunción, con fuente contigua. Enfrente se está terminando de rehabilitar un edificio para albergue de peregrinos. Si disponemos de tiempo, podemos darnos un paseo por el camino junto al río, donde veremos los restos de la torre de Aznar Palacín y lo que queda de la iglesia de La Trinidad. Todo ello habla de un pasado de esplendor. 


CANFRANC - VILLANÚA

            Finalmente llegamos al cementerio, donde se halla el antiguo Pont Nou que, aunque de apariencia románica, solo lo son los restos de su base medieval. Fue destruido por una gran avenida del río Aragón, y restaurado a final del siglo XVI por Ramón de Argelas, maestro cantero bearnés. En lo más alto del lomo del interior del muro norte, hay un sello con una borrosa inscripción que reza “RAMON ME FECIC”, “Ramón me hizo”, perpetuando la memoria de su reconstructor. Posteriormente tomaría nombres como el de Puente de Canfranc, Puente del Cementerio o Puente de Abajo, pero nunca Puente de los Peregrinos, aunque siempre fue su esencial utilidad. 


            Dejamos ya este núcleo de población, que no es ni la sombra de lo que fue, y que concentra un gran número de importantes vestigios religiosos y defensivos dado su carácter de zona fronteriza y en cuyo seno discurre una da las vías más importantes de entrada de peregrinos de Europa a la península ibérica. Mucha evocación y contemplación hasta aquí, pero aún hay mucho que ver hasta Jaca. El camino pasa por debajo de la moderna carretera. Un poco antes, han adecentado otro búnker como refugio para el caminante. Pasando de nuevo por debajo de la carretera, el profundo lecho del río deja al aire una bella garganta, horadada a lo largo de milenios. 



            Pronto llegamos ya a la entrada de la Cueva de las Güixas, un corto tramo del inmenso sistema de galerías subterráneas que alberga el enorme macizo calizo de Collarada. Un poco más adelante, unos obsoletos postes de luz señalan el camino para llegar a la estación ferroviaria de Villanúa, y que si hablaran nos contarían el trasiego de gentes y mercancías de antaño. En un lugar próximo al puente, han construido un edificio que alberga el Centro de Interpretación y la Oficina de Turismo de Villanúa. Desde aquí, cruzamos el puente y salimos a la acera de la carretera, que recorremos hasta el final. Otra ocasión para que el peregrino pueda abastecerse. A la izquierda dejamos el casco antiguo del pueblo, donde se halla la parroquial de San Esteban. 


VILLANÚA – CASTIELLO DE JACA

            Se pasa por detrás de un área de descanso, al tiempo que al otro lado de la carretera dejamos los restos de una aldea, Aruej que, en sus mejores tiempos, bajo el nombre de Bardaruej (valle de Aruej), era punto de referencia del tramo de valle comprendido entre Canfranc y Castiello de Jaca. Continuamos por pista paralela a la carretera, hasta que se llega a otra, en la que también hay fuente, internándose un poco a la izquierda. Con sumo cuidado, se cruza la carretera, pasando por un albergue Salesiano. Subimos por la cabañera, que nos deja en la pequeña carretera que baja de Aratorés y por detrás de Villa Juanita continúa hasta llegar a la parte alta de Castiello, habiendo dejado a la derecha el albergue A’Noguera. En esta parte alta se encuentra la parroquial de San Miguel. Descendemos por la calle principal, donde está la fuente del Arco. Llegamos a la carretera, que cruzamos por el paso de peatones, cruzamos el puente y seguidamente tomamos el camino a mano derecha, que nos va a llevar hacia Jaca. 



CASTIELLO DE JACA - JACA

            El río Ijuez baña la Garcipollera, y se atraviesa por un moderno puente de madera, junto a una hilera de piedras, que era el antiguo paso. Llegamos a una finca llamada Bergosilla, próxima al puente de Torrijos, y aquí nos detenemos de nuevo. Hay una silueta metálica de un peregrino, y un pequeño cobertizo con imágenes y leyendas alusivas al Camino. La historia da cuenta de que este lugar se llamaba Hijos, y que ha sido desdibujado por el trazado ferroviario y carretero. En lo alto de una gran ladera de roca, donde ahora hay una torre de alta tensión, había una torre fortificada, y de ahí deriva el nombre de Torrijos, de torre de Hijos. En los siglos XIV y XV los Jiménez de Arloz eran los señores de Hijos. Actualmente está la cantera de Torrijos, en la que siguen dando vida a este oficio tan antiguo como artesano. Otro punto digno de mención es la existencia de una fuente, hoy casi cegada, de aguas sulfurosas, debajo mismo del puente, y que era apreciada en la antigüedad por sus propiedades medicinales.


            Dando continuidad al camino, dejamos a nuestra derecha el puente de Oliván, también llamado de Grallas, o Grajas. Al poco, nos topamos con una ermita, hoy en manos privadas. Es la de San Cristóbal, de factura popular, que fue construida por Francisco Villanúa en 1796 junto al empedrado puente del mismo nombre. Cristóbal significa “el que porta a Cristo”, y es patrón de conductores y viajeros. Y cerca ya estamos de nuestro destino, Jaca, en cuya entrada tenemos el puesto del kilómetro 829 a Santiago. Está junto al parque que hasta hace poco albergaba el Árbol de la Salud, un viejo olmo que no resistió el paso del tiempo. Aquí estaba en la antigüedad la iglesia de San Esteban y el hospital de San Marcos, de vocación leprosera. En el casco viejo de Jaca, las dependencias del antiguo hospital han sido acondicionadas para que sean sede hoy en día del Albergue de Peregrinos. Llegados a la antigua capital del reino podemos visitar la catedral, como colofón de este viaje por la geografía y la historia jacobeas.

            De este modo concluimos esta primera etapa del Camino de Santiago Francés por Aragón, señalizado como GR 65.3, y que discurre por el puerto pirenaico de Somport hasta Jaca, habiendo recorrido 29,4 km, en un tiempo total de 6h 55', con un desnivel acumulado total de 155 m D+ y 960 m D-. 



Más fotos y el track

2 comentarios:

  1. Gracias por este interesante trabajo, muy detallado, documentado y didáctico. Es bueno dar a conocer el Camino de Santiago, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad y por el Consejo de Europa Primer Itinerario Cultural Europeo

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    1. Gracias, Cruz Sonrojada. Todo lo que sea por la tierra, ahí estamos.

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