La Trapa (1.750 m)
Sábado, 9 de junio de 2012
En esta nueva sección iremos incluyendo paseos por la montaña, accesibles al común de los mortales. Y la inauguramos con una circular a La Trapa, unos prados situados a 1.750 metros de altitud, a los pies de La Collarada (Villanúa).
La montaña tiene estas cosas. Hace veinte años fue la primera vez que estuvimos por aquí, y lo hicimos con David, que escasamente tenía diez años, pernoctando en la pradera para subir al Collarada. Algún otro rato contaremos lo sucedido aquella noche, la única que he pasado miedo en la montaña. Entonces, volviendo a lo nuestro, vimos el arranque de un camino que quedó anotado mentalmente en el cuaderno de tareas montañeras. Hasta ahora no lo hemos podido tachar de la lista, pero lo bueno es que en dos días lo hemos hecho dos veces, una en cada sentido.
En la entrada a Villanúa, junto al río Aragón, está el Centro Subterránea, punto de información turística y centro de interpretación de las grutas. Es aquí donde se toma el camino hacia ellas, hasta que topamos a mano derecha con unas escalera de cemento que facilitan el ascenso. Se trata del antiguo camino que sube a la estación de ferrocarril, que justo va por debajo de una línea de postes de luz. Siguiéndolo, cruzamos la pista en varias ocasiones. Es un delicioso y solitario camino de bosque, que pasa por detrás del dolmen de Letranz. Aunque los carteles anuncian 3 horas para llegar, se puede hacer bien en poco más de 2.
Nos encontramos un paraje singular. Termina el bosque y comienza la tiranía del mundo mineral. Hay restos de antiguas paredes que acorralaban el ganado, sobre unos suelos fértiles, abonados, que el escaso pastoreo facilita que los cardos vayan ganando terreno. Hay un refugio en muy buenas condiciones para pernoctar, hasta donde se puede llegar con vehículo por la pista, pero es necesario un permiso que de forma gratuita, al menos hasta ahora, expide el ayuntamiento. El lapiaz nos lleva al borde del roquedo, desde donde tenemos una vista extraordinaria del valle. Del llamado Bardaruex, en la época medieval. También hablaremos de eso otro día.
Para el descenso tomamos el camino que nos ha estado esperando esos veinte años, el del barranco de Azus. Ya se ha quedado tranquilo, nosotros también. Sale en dirección NW, y comienza como una prolongación de los prados de la Trapa, en donde conviven los pinos royos con los negros. Ambos, están en el momento más fértil del año, ofrecen al mundo su floración para que se produzca la germinación que perpetúe la especie. Parada obligada a verlo, reflexionarlo, y agradecerlo. La vida engendrando la vida.
Unas fuertes pendientes hacen que perdamos altura rápidamente. Tras pasar propiamente el barranco, el camino va dando vista ya al valle del Aragón, hasta que nos deja en la pista, pudiendo tomar enseguida el viejo camino que hemos tomado para subir, a la altura de los prados de Moscasecho.
En total son 800 metros los que hay que salvar de desnivel ascendente, y los mismos de regreso, en una vuelta que bien se puede hacer en 4 horas. Para pasar una buena mañana.
El reportaje fotográfico completo en:
me encanta que tengas tantas ganas, te has cargado la media y el calcetín, por intentar seguite lo que estoy aprendiendo¡¡¡
ResponderEliminary una vez dicho eso, esa vuelta la hicimos este verano y es un paseo estupendo para ir con niños, pero nos quedamos en el Dólen de Letranz.Os recomiendo tb el de Diez Campanas, mucho más grande y en una zona en que parece que vaya a salir el hombre prehistórico
Hola Cacatúa, y gracias por el comentario.
EliminarConozco la vuelta de Cenarbe por el collado de Iguácel, por Bescós, por el Cno. de Santiago, junto a Castiello..., pero no por Diezcampanas.
Habrá que ponerle remedio.