Año XII. Entrega nº 806
VÍAS FERRATA / IXOS MONS
Ferrata Artica Llena (K2)
Artica Llena (1480 m)
Mallo Añarón (1821 m)
Sábado, 25 de marzo de 2023
“Una montaña es el escenario perfecto para alcanzar la más absoluta felicidad caminándola, corriéndola, pedaleándola, subiéndola, escalándola…”. Palabras que nos deja Eider Elizegi, doctora en biología y alpinista, y que hoy nos vienen al pelo.
De alguna manera estaba pensando en las diversas modalidades que abarca el acercamiento a las montañas. Muchos caminos, la misma meta, las montañas, y nuestra felicidad en recorrer esos caminos, cualesquiera que sean. En este caso, hemos elegido dos: una vía ferrata, la de Artica Llena (como la llaman los locales), clasificada como K2 en una escala del 1 al 6; y la ascensión a una montaña, el mallo Añarón de no mucha altitud (1821 m), pero con un impresionante patio a sus pies, lo que le posibilita para ser una atalaya excepcional sobre el entorno. A medio camino del barranco de las Foyas, en su margen izquierda se alza este monumento pétreo como custodio del circo que forman la cadena de montañas fronterizas a uno y otro lado del puerto del Palo.
FERRATA ARTICA LLENA
Pues allá vamos. Selva de Oza, la Mina, justo en el límite del municipio de Ansó con el comunal de Ansó-Hecho, un verdadero cruce de caminos: GR 11 (final y principio de etapa) GR 65.3.3 (puerto del Palo - Hecho), Chemin de la Liberté…, un buen emplazamiento, por ello, para situar un refugio de montaña, ya que el camping Selva de Oza, que hay unos kilómetros más abajo, no da servicio todo el año. Lugar éste muy utilizado como punto de partida para innumerables incursiones a las montañas cercanas. Una de ellas, es la Artica Llena, cosida por una vía ferrata, a la que nos dirigimos recorriendo el tramo hasta el puente por la pista, y un poco más por sendero entre el bosque, hasta llegar a la base de la vía, que ya hemos visitado en varias ocasiones: oct’11, oct’14 y oct’21. Sí, parece que el otoño es la mejor época. Nos colocamos los pertrechos… y al turrón…
El arranque es completamente vertical, compensado por la proximidad de las grapas. Cuando se tumba la pared comienzan a escasear, y hay que buscarse la vida por los agujeros de la propia pared, hasta llegar al final del itinerario equipado, lo que nos lleva casi una hora, habiendo saludado por el camino, vertical camino, a varios manojos de narcisos neonatos, que lo hacen al valle. Como un cuarto de hora de andar siguiendo hitos, nos lleva a otro mayor, que marca la cima de este cabezo calcáreo, siempre bajo la atenta mirada de la cercana Chipeta Alto, también visitada en sep'20 y sep'21, a unos 700 metros más arriba. Un poco más adelante encontramos un búnker de la “Línea P”, con el disparadero enfilando hacia el barranco de las Foyas y su cercanía a la muga con el país vecino. Al abrigo del viento de sur, que no es nada caliente, echamos un bocado, con el mallo Añarón a la vista, que ya nos tiene en su punto de mira.
Para el descenso, tomamos el sendero de bajada que, tras cruzar un pequeño barranco, nos sale al encuentro el refugio de Saburcal, por cuyas cercanías cursa el GR 11, que tomamos hasta llegar a la Mina, para dejar en el vehículo los pertrechos. Menos de tres horas hasta aquí, donde tomamos el GR 65.3.3, el Camino de Santiago por el puerto del Palo. Dejamos el itinerario para el ibón de l’Acherito, visitado en sep'01, ago'15 y may'21 y continuamos a la derecha por el nuestro, que rodea por el sur nuestra montaña, primero por terreno herboso, hasta alcanzar, por una ancha canal, en la que encontramos un nevero, una especie de collado, en el que dejamos el camino jacobeo para acceder a la cima del mallo Añarón, que encontramos solitario y venteado.
El silencio, solo roto por las rachas de viento, es apabullante. A nuestro alrededor, trescientos sesenta grados de extrema belleza, amparada por la figura de protección del Parque Natural de los Valles Occidentales, como le corresponde al no tan lejano valle de la Canal Roya, inexplicable y gravemente amenazado por la tropelía de un insensible proyecto. Reconocimiento visual a las montañas, salvajes montañas, que rompen el horizonte por los cuatro costados, y sin más tiempo que perder, emprendemos el descenso por el mismo itinerario, hasta la Mina, donde termina este circuito que ha comprendido dos actividades distintas, pero en un mismo escenario, protegido de tentadoras actuaciones que lo priven de su esencia.
En total, han sido unos 10 kilómetros, repartidos entra las dos actividades, que se han llevado a cabo en 5 horas y 10 minutos, salvando un desnivel acumulado en torno a los 865 metros D+/-.
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