viernes, 30 de diciembre de 2022

Cuculo, por la ralla

                                                              Año XI. Entrega nº 790


IXOS MONS
Cuculo (1549 m)
Miércoles, 28 de diciembre de 2022

           “Sancho Garcés II Abarca y la reina Urraca conceden al monasterio de Santa Cruz de la Serós diversos pueblos. Bienes y posesiones”. 

                    Contenido del primer documento, fechado el 26 de marzo de 992, y recogido en el Cartulario de Santa Cruz de la Serós, recopilado por el historiador Antonio Ubieto Arteta, y editado por Anubar en 1966.



            Mucha historia y muchas historias a lo largo de estos más de mil años bajo el techo del monasterio de benedictinas de Santa María, en Santa Cruz de la Serós, dependiente del también benedictino de San Juan de la Peña, cuna del Reino de Aragón. Al menos así fue, hasta que en 1555, a instancias de Felipe II, se trasladó la comunidad al monasterio de “las benitas” de Jaca, llevando con ellas quizá el objeto más preciado, el sarcófago de la condesa doña Sancha, hermana de doña Urraca, ambas hijas de Ramiro I. Doña Sancha fue la que dotó al monasterio su época de mayor esplendor, con el añadido de que fue la única mujer que ocupó el cargo de obispo, una vez se lo arrebató a su hermano García, en la sede episcopal de Pamplona.


            Una pincelada de historia no viene mal cuando se está en un lugar tan importante y decisivo en el devenir del incipiente Reino de Aragón como es Santa Cruz de la Serós (apócope de sorores = hermanas). Es a este bellísimo lugar, al pie del Monte Pano, o sierra de San Juan de la Peña, a donde nos llegamos hoy para comenzar esta ruta, algo que hacemos partiendo del aparcamiento junto a la iglesia de San Caprasio, otra joyica medieval de arte lombardo, algo desplazada del ámbito geográfico de este singular tipo constructivo, alojado en mayor medida en el Serrablo, de hecho, este pequeño templo es el más occidental de su estilo. Nos ponemos en marcha. Pasamos por la plaza del pueblo y nos dirigimos hacia el sur, para salir de él por la calle de la Fuente.


            Los primeros compases discurren por pista de hormigón, a cuyo término encontramos a la derecha las ruinas de un viejo corral, donde abrimos la circular por el sendero que parte de él, dando comienzo al verdadero ascenso a nuestro objetivo de hoy. Cinco minutos nos costará llegar hasta la carretera de los monasterios, que cruzamos para continuar por el sendero, que poco a poco se va empinando por entre bosque de bojes y carrascas, del que se sale al cabo de unos cuarenta minutos desde la carretera, con la sorpresa de poder ampliar la vista hacia el Gran Norte, como telón de fondo de la Canal de Berdún, que tenemos bajo nuestros pies. Con las estribaciones del objetivo ante nosotros, aún nos queda como una hora para alcanzarlo, y sin parar de subir y subir.







            Finalmente, y tras dos horas desde el comienzo, alcanzamos los 1549 msnm de esta extraordinaria atalaya, dos metros más que el punto más alto de la vecina sierra de San Juan de la Peña, coronado por la ermita de San Salvador, que encontramos visualmente si echamos la vista hacia el sur. Sería una buena opción para el regreso, y hacerlo por toda la cornisa sur de la sierra, hasta la ermita de Santa Teresa, pero hoy nos iríamos del horario que manejamos. La mañana está estorbada en lo meteorológico, y la divisoria está con nubes de retención, así que poco paramos en la cumbre y tomamos el camino de descenso hacia cuello Betito, que llegamos en menos de media hora. Estamos en el límite municipal de Santa Cruz de la Serós con el de Bailo.








            La entrada al bosque de hayas, para bajar por el camino del barranco de Carbonera, viene acompañada un tanto de frío y de humedad. Un camino que en tres cuartos de hora nos deposita en la carretera de los monasterios, junto a una balseta de agua. Seguimos por la carretera en dirección al pueblo, y como a 1,2 km, que nos cuesta recorrer un cuarto de hora, y tras pasar la entrada al área recreativa del cubilar de Bartolo, encontramos un sendero que sale a nuestra derecha. Lo tomamos, y en otro cuarto de hora de suave tránsito llegamos al corral espaldado, cerrando así la circular. Solo resta seguir por la pista de hormigón hasta Santa Cruz de la Serós y sus bonitos rincones, para terminar esta sorprendente circular.






            Una circular en la que hemos invertido 3 horas y 45’, recorriendo 9,6 km y salvando un desnivel acumulado total en torno a los 755 m D+/-.


Bibliografía:

Cartulario de Santa Cruz de la Serós. Antonio Ubieto Arteta. Anubar (1966)

El Rey Sancho Ramírez. Domingo Buesa Conde. Guara editorial (1978)

Web:

Románico aragonés 

Jaca  

Senderos de Santa Cruz de la Serós  

RAE  

Geamap  

Hijo de la Tierra  





Las fotos con comentarios y el track


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