viernes, 24 de junio de 2022

Circular valle de Estós, por el GR 11 y PR-HU 31


AQUERAS MONTAÑAS
Circular valle de Estós (1890 m)
Martes, 14 de junio de 2022


            “Durante el siglo XIV la villa y valle de Benasque quedan integrados en el recién creado condado de Ribagorza (1322), pocos años después, en 1367, los síndicos de la villa compran al conde de Ribagorza don Alonso de Aragón, por 20.000 sueldos jaqueses, todos los derechos y privilegios que tenían en dicha villa, entre ellos el dominio directo del territorio, fijando todos los impuestos en un único pago anual de 450 sueldos jaqueses pagaderos en cada año el día de San Martín (11 de noviembre)”. Apuntes históricos recogidos en la web de Monte de Estós. 



            El valle de Estós, con su río homónimo, es uno de los grandes que vierte al principal, al río Ésera, que fondea el valle de Benasque. Y es ese valle el que hemos elegido para nuestras andanzas de hoy, y que han de ser ajustadas en horario para no coincidir con las tormentas anunciadas, de modo que a las 8:45 nos ponemos en marcha partiendo del aparcamiento de Estós, encima del puente de San Jaime. Al poco de arrancar nos encontramos con el pequeño embalse de Estós, que pacifica las aguas que bajan con muchas ganas, y más en esta época mayenca, época de deshielos. Algún tramo encementado encontramos, que ya conocíamos, pero lo que nos sorprende es ver un semáforo. A los veinte minutos cruzamos el río, y lo hacemos por la palanca de Aiguacari, llegando a la cabaña de Santa Ana como un cuarto de hora después. 




            La dejamos en sus asuntos, y un poco más adelante se nos abre la circular, a través del PR-HU 31, un sendero que baja a unos prados a la orilla del río, que volvemos a cruzar seguidamente por la palanca de la Ribera, desoyendo la tirada recta del sendero, para meternos inmediatamente, en un brusco giro a la derecha, hacia el arbolado, un inmenso bosque de avellanos que amortigua el sol que está cayendo allá afuera. Las aguas del deshielo se prodigan en cuantos barrancos cruzamos. Como a una hora del comienzo del PR llegamos a unos extensos prados, que se encuentran a la espera de los comensales, y donde se halla la cabaña de la Coma. Seguimos por las trazas señalizadas de blanco y amarillo, y dejamos a nuestra derecha un desvío para subir al Perdiguero. A continuación, en poco ya, llegamos a lo que queda del cuartel de Estós, roto en su agonía. Otros diez minutos más y llegamos a estar por encima de la cabaña del Tormo, a la que se puede llegar en cuatro pasos, pudiendo ser el punto de retorno por el GR 11, que discurre por la pista, si así lo decidiéramos.







            Pero no. En nuestros planes estaba hacer la circular más amplia, es decir, llegar hasta el refugio de Estós, para volver desde allí por el citado GR 11, o Senda Pirenaica, que viene, o va, según le dé, del valle de Gistáin por este de Estós, al de Benasque, por citar lo más próximo, porque, en realidad, se recorre los Pirineos de mar a mar. Bueno, a lo nuestro. Si hasta aquí, casi dos horas y media, había salido todo bordado, buena traza de sendero, buena señalización, sombrica y tal… Aquí, recordemos que estamos encima de la cabaña del Tormo, se complica todo. Como por arte de magia, el sendero que traíamos solo baja al Tormo, y el que tenemos que seguir… bueno, que no está, y no sabemos si se le espera. Por ser fiel al track que llevamos nos metemos en un marrón de cuidado, hierbas de un metro, sin traza, sin señales, con paso imposible del barranco de Molseret sin mojarte.




           Unos cuarenta minutos de incertidumbre por esta zona pasto de avalanchas, pero perseverando en nuestro empeño entre nubes de moscas y bajo unos cielos plomizos con otras nubes, estas más amenazantes. Finalmente encontramos una baliza, encima del track que llevamos, y la seguimos. Comienza de nuevo una buena traza de sendero, que se va alternando con algún tramo con más hierba, pero señalizado, lo que nos da confianza. Vamos por entre una estrecha vaguada hasta dar salida al GR 11, toda una autopista, y más tras haber estado mucho tiempo en la nada. De aquí al refugio, que ya veníamos viendo, como diez minutos, tras haber dejado a nuestra izquierda el desvío para entrar en el circuito de los Tres Refugios (Estós, Ángel Orús y Viadós), señalizado como GR 11.2. Finalmente, llegamos al refugio, y al preguntar si sabían algo de ese tramo del PR-HU 31 que está un poco p’allá, nos dicen que saben que está previsto arreglarlo por parte del ENP Parque Natural de Posets-Maladeta. Pues bueno, habrá que seguir indagando, porque se trata de un tamo pasto de avalanchas y de difícil acomodo.



            Un rato de respiro en el refugio, contemplando los nubarrones que se van echando encima, y que no sabemos si se van a tomar ese respiro, de modo que, nos ponemos en marcha para regresar ya por el GR 11 sin más sobresaltos. Un ancho y extraordinario camino nos baja a cruzar el río y, seguidamente nos lleva hasta la cabaña del Tormo, donde arranca ya la pista. Una pista que no dejamos hasta encontrar la señalización para el desvío por un sendero que la burla, y que pasa por los miradores de las Gorgas Galantes, el de arriba y el de abajo, a cuál más interesante. El ver precipitarse el ingente caudal de agua que lleva el río estos días, te da una idea de las fuerzas de la naturaleza, que no hay nada que pueda con ellas. Estaríamos largo rato contemplando, pero la amenaza de los nubarrones apremia. El propio desvío, que te invita a visitar los dos miradores, te sigue llevando por sendero hasta salir a la pista, que ya no se abandona hasta el punto de arranque, pasando por el cruce del barranco de Batisielles, el propio desvío para entrar en ese magnífico escenario, la peculiar fuente de Coronas, de troncos de madera, que alberga el sol en un extremo y la luna en el otro, hasta cerrar la circular.











            Lugares comunes ya con la subida, cabaña de Santa Ana y la palanca de Aiguacari, con los tramos finales del brazo de las tumultuosas aguas que se amansan en el embalse, llegando finalmente al aparcamiento, donde finalizamos esta extraordinaria ruta por el valle de Estós, empleando 5 horas 50 minutos para recorrer 17,1 km, y salvando un desnivel acumulado en torno a los 760 m D+/-.


Web:

http://montedeestos.org/nuestra-historia 





Las fotos y el track

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