lunes, 19 de octubre de 2020

Yebra de Basa - Cerésola - San Julián de Basa, por la sierra de Portiello

 


IXOS MONS
Yebra de Basa - Cerésola - San Julián de Basa 
Domingo, 18 de octubre de 2020


            Al norte los Pirineos y al sur la sierra callada, decía nuestro querido Labordeta, en esa célebre canción por la que daba un repaso, entre otras cosas, a la geografía aragonesa. Pero es que, el sur existe en todos los lados, también el norte tiene su sur, también los Pirineos lo tienen, y son esas sierras exteriores las que le hacen entrar en ambiente, que son las teloneras del gran espectáculo que es la Alta Montaña y que, como a todos los artistas más noveles, hay que darles su oportunidad. Pues démosela. De nuevo por la media montaña cercana, para darle esa oportunidad para que nos haga disfrutar. Esta vez por la sierra de Portiello, continuación a levante de la de San Pedro, que separa, o une, según se mire, la Ballibasa con la Guarguera, en la comarca altoaragonesa del Alto Gállego.


Yebra de Basa

            Es una circular, señalizada por la comarca que, con base en Yebra de Basa, atraviesa dicha sierra por el barranco de San Antón, para visitar dos pueblos de la Guarguera, el arruinado Sandiás y el sobreviviente Cerésola, volviendo por el barranco de Ballarán hasta San Julián de Basa, habiendo dejado un vehículo para ahorrarnos los 2,5 km de carretera hasta el arranque.


Cruzando el Basa

            Salimos, como decimos, de la capital del Basa, Yebra, justo desde unos indicadores de nuestra ruta, y de un recuerdo a uno de sus hijos ilustres, Jenaro Casa Sesé, nacido en 1820, y que llegó a ser catedrático de Clínica Médica, y profesor del que sería premio nobel Santiago Ramón y Cajal. Volvemos a los tiempos actuales, porque el camino espera. Y lo tomamos cruzando el río Basa y continuando por la pista, en donde, al poco, dejamos a la izquierda el desvío para la visita al pozo nevero para otra ocasión. Al cabo de algo más de media hora de pista, en la que atravesamos una imponente rallera, llegamos a otro desvío, el de Allué y posterior Hostal de Ipiés, sobre el que se yergue el refugio forestal de San Antón, muy limpio y cuidado, lo que da pie a que así siga. Como nosotros, que lo hacemos por la pista del barranco homónimo, hasta que en diez minutos se convierte en sendero, delicioso sendero. A los tres cuartos de hora nos topamos con otro cruce, cuyo desvío a la derecha nos llevaría a Allué por el PR-HU 163, pero nosotros seguimos siendo fiel desde el arranque, al GR 16, o Sendero de Serrablo.

La Guarguera y el cordal de Guara y Fragineto al fondo

            Al poco pasamos por una zona con apariencia de devastación forestal, y enseguida tomamos la pista, dejando que el GR siga hacia Nocito y tomando el PR-HU 8 en su tránsito de Ipiés a Cerésola, por donde pasaremos, pero antes, nos deleitamos con las vistas que se nos ofrecen hacia el sur, de nuevo hacia el sur, de gran parte de la Guarguera y todo el cordal de Guara. Al cabo de media hora pasamos por Sandiás, un arruinado pueblo de no más de tres casas y su iglesia, con algo más retrasado su proceso de ruina, pero que está en ello. Continuamos por la pista, y en otros cuarenta minutos llegamos al anuncio de la cercanía de Cerésola, que podríamos obviar, dando comienzo así al retorno, pero merece la pena acercarse a este pueblo, al que llega buena pista desde la Guarguera, lo que le ayuda a levantar cabeza de las ruinas. Visitamos la iglesia románica, bajo la advocación de Nª Sª de la Purificación.




            Subimos para retomar nuestra ruta que, tras media hora de empinada cuesta, toma ya un tranquilo sendero que enseguida, al llegar a la loma de la sierra, se cruza por el desvío al Portiello, el rey de esta y al que estamos rodeando, y a la Peña Buitrera, pero ni para el uno ni para la otra se ve expedito el camino. Nosotros a lo nuestro, que es ya bajar y bajar por este barranco de Ballarán, plagado de hayas en pleno proceso de mutación foliar, que teje un tupido suelo de hojarasca. Tres cuartos de hora de este recorrido, en el que se cruza el barranco en varias ocasiones por frágiles palancas de madera… o sin ellas, y llegamos a un espacio sorprendente entre tantas estrecheces, una gran explanada donde se encuentran los restos de la ermita de Santa María de Ballarán que, más sorprendente aún es leer en la leyenda que fue monasterio hace mil años.

Emplazamiento y restos de la ermita de Santa María de Ballarán

            Por pista ya, terminamos el tránsito por el barranco, que desemboca en el Basa en un lugar próximo a San Julián de Basa donde, si queremos librarnos de los 2,5 km de carretera que restan hasta Yebra, que queremos, y si tenemos oportunidad, que la tenemos, dejamos previamente un vehículo, que lo dejamos. 


A nuestra llegada, nos espera San Julián de Basa


            En total, en una mañana tranquila, nos han salido 19,1 km, en un recorrido de 6h 55’, y con un desnivel acumulado total de 735 m D+ y 720 m D-, para una bonita circular, aunque sin terminar de cerrar, por el corazón de otra de las muchas sierras calladas, que median entre dos valles, la Ballibasa y la Guarguera, al sur del Gran Norte, y que luchan por sobrevivir.





Las fotos y el track











No hay comentarios:

Publicar un comentario