viernes, 4 de septiembre de 2020

Le Lurien, el vigía de Artouste


AQUERAS MONTAÑAS
Le Lurien (2826 m)
Jueves, 3 de septiembre de 2020


Hitos en el camino
            “Cada montaña, por pequeña que sea, siempre guarda una enseñanza que darnos, una forma de sorprendernos”. 

            Frase del montañero y escritor René Méndez que compartimos plenamente, y en cada una de sus partes. La primera de ellas es porque precisamente en lo pequeño es donde podemos apreciar, podemos saborear, los detalles, que son los que dan gusto a la vida; en segundo lugar, nos habla de una enseñanza, que es baldía sin aprendizaje, un machihembrado indivisible para que sea eficaz; y en último término incorpora el factor sorpresa, ese elemento tan ligado a la etapa infantil, del que no nos deberíamos de desprender y que, junto con el anterior forman un bloque que no debemos permitir que envejezca con nosotros, sino velar por que madure con nosotros.

Castillo de Acher y otros montes de los Valles Occidentales

Cascadas en el barranco Lurien
            En el argot clásico montañero se habla de “excursiones”, de “salidas a la montaña”…, cuando el lenguaje para describir ciertas ocasiones, ciertos momentos, ha ido evolucionando hacia el concepto de “sensaciones”, “experiencias”… Aunque esto último parece más ligado a “confort”, “comodidad”…, y no sea muy propio del medio en el que nos desenvolvemos, que no es ni cómodo ni confortable. Quizá por eso no hayamos evolucionado con el lenguaje, quizá por eso no hayamos evolucionado con su mensaje, quizá por eso, no hayamos evolucionado… Sin embargo, es lo que más le pega hoy, porque parece que, de una forma u otra, se han juntado esos tres elementos de sencillez, enseñanza y sorpresa, que se han conjugado en torno a tres personas y una montaña.





A punto de partir

El arroyo va jugueteando
            Con la amiga Lidia y el amigo Luis, hemos abordado el ascenso a Le Lurien, que sin ser un tres mil, es una cota respetable, en un entorno singular, entre los valles de Ossau y Azun, y que nos ha enseñado y sorprendido a partes iguales. Una montaña a la que no le hemos ofrecido la menor resistencia para dejarnos conquistar por ella y por los inmensos patios que atesora a su alrededor. Pero vayamos por partes. Dejamos el vehículo a orillas del lago de Fabrèges, que languidece a la espera de nuevas lluvias, y nos metemos en el bosque, que nos recibe un poco tiesote, y que en tres cuartos de hora lo dejamos atrás, con sus casi cuatrocientos metros de desnivel.

Reflejos de nuestro objetivo en el lago Lurien

Comenzamos la trepada
            El transcurrir junto al arroyo de Lurien se hace más agradable si cabe, un arroyo que va derramando sus aguas por medio de unas gradas que le aportan júbilo y frescor. Al cabo de una hora desde la salida del bosque alcanzamos un refugio de chapa, a las puertas de entrar en el circo, que alberga un pequeño ibón, que refleja los picos circundantes. Sin más dilación, un brusco giro a la izquierda nos mete en un barranco, que nos lleva a otro espacio mayor, ocupado por el lago de Lurien, desde donde se nos muestra nuestro objetivo sin ningún tipo de tapujos que, con sus 2826 metros de altitud, es la mayor cota de la sierra.


Continuamos

¿Qué mirará esta gente?
            Rodeamos el lago por su flanco derecho, izquierdo de la marcha, y comenzamos a ir tomando altura. En veinte minutos, y sin señalización alguna, hay que estar atentos a tomar el desvío de la derecha, pues el de la izquierda nos llevaría al collado de Lurien. El camino es pedregoso, pero cómodo, y al cabo de un cuarto de hora nos deja a pie de pared, obligándonos ya a echar manos. Le sigue algún tramo más cómodo, y luego otra trepada, más larga que la anterior, pero para nada complicada. Finalmente se alcanza la cresta, que nos da ya vista al mundo Artouste, en primer plano, y al de Arremoulit y sus centinelas, Palas, Arrieles, Balaitous, Frondiellas…, todos puntuales a la cita visual que arroba el alma.

¿Pues qué van a mirar? Menudo patio. Lago de Artouste, Palas, Balaitus, Frondiellas...

Cuesta dejar de mirar
            En diez minutos de cuidadoso deambular por la cresta se llega a cima, en la que permanecemos casi una hora, sin parar de alimentarnos a través de los cinco sentidos… y alguno más. Ahora que hemos dejado atrás el esfuerzo del ascenso, sí que se puede hablar de sensaciones, de experiencias, que alcanzamos a través de la comodidad de la estancia. Una estancia y una compañía que nos transporta a otras sensaciones y otras experiencias de fácil compartir, y que se prolongarían a lo largo del descenso.



El omnipresente Midi d'Ossau

Lago Lurien, y el fondo el de Fabrèges, punto de partida
            Y después de la dicha del momento, y habiendo realizado nada más que la mitad de la ruta queda lo peor, abandonar las alturas y ponernos a descender, y lo hacemos por el mismo itinerario, así que poco más podemos añadir. Atravesamos la cresta y acometemos con atención los destrepes, al cabo de los cuales sí que introducimos una variante, y es que nos desviamos un poco para asomarnos al collado, que da acceso a Artouste. De vuelta al camino, volvemos a formar parte del espacio del lago de Lurien, barranco, pequeño ibón, refugio, valle acompañando al arroyo y finalmente el tránsito por el bosque, que nos deja en el punto de partida.

Grand Pic d'Ormiélas, desde el collado de Lurien


            Una magnífica jornada de alta montaña, y no solo en lo meteorológico, compartiendo caminar y camino con buena compañía, a lo largo de 10,9 km, recorridos en 7h 15', y con un desnivel acumulado total de 1570 m D+-.


Las fotos y el track

6 comentarios:

  1. Emotiva y entrañable descripcion de una jornada preciosa.Especial para mi compartir camino con dos veteranos de buena cabeza y gran corazon. 🙏a por mas horizontes😉

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  2. Excelente texto para una guía, todo docente, todo sentida. Doble en uno.
    Me encanta.

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  3. Hola Chema

    Precioso tanto el recorrido como la cima, con unas vistas de 360°.

    Sé que se puede hacer en circular, pero sale una calcetinada de las buenas, así que casi mejor un ida y vuelta. Tiene algún paso aéreo?

    Un saludo

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    Respuestas
    1. Bueno, aparte de las trepadas, el tramo de la cresta hasta alcanzar la cima, pero es muy corto y tiene buena plataforma.

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