lunes, 17 de marzo de 2025

Bergosa, antesala y capital de la "ualle Cepollaria"

 Año XIV. Entrega nº 927


IXOS MONS
Bergosa (1128 m)
Sábado, 15 de marzo de 2025

            "In Dei nomine et eius gratia. Hec est karta corroborationis de ereditate quod donabit Fertungo Sanci et dona Ubibiga per Deum et suas animas ad Sancti Ihoannis: illu palatiu quod est in Bergosi ad iugu laboratura, et illa vinea quod comparabit de presbiter Lopone, et in illu malguedo de Losse sub villas, post suis diez (...)". 

          "En el nombre de Dios y por su gracia. Esta es carta de corroboración de la herencia que Fertungo dará a Sancho y los dones de Ubibiga por Dios y sus almas a San Juan: aquel palacio que está en Bergosi al yugo del trabajo, y aquella viña que comprará al presbítero Lopone, y en aquel pantano de Losse bajo las villas, después de sus días (...)". 

Traducción de Google.



            Primera mención que se conoce del lugar de Bergosa, citada en el Cartulario de San Juan de la Peña, entre los años 948 y 962, por la que Fortún Sánchez y doña Ubibiga hacen la donación del lugar al monasterio de San Juan de la Peña. Lugar milenario, por tanto, al que le debemos, al menos, el respeto de las canas. Unas canas que terminaron de ser visibles, pasando a la total alopecia en la década de los años 60 del pasado siglo, cuando el último portazo, el que dieron en 1966 Benito y Simona, de casa Chaime, una de la docena que había en sus mejores tiempos, sonaría como un aldabonazo en todo el valle.


Casa Isidoro

            El historiador Antonio Ubieto tiene recogido en su Cartulario de Santa Cruz de la Serós (nº 44, pág. 73) que “Alfonso II de Aragón entrega el castillo de Atarés, con sus posesiones (entre las que destacaba Bergosa), al monasterio de Santa Cruz de la Serós, a cambio de Aísa y Villanúa”.



            Pues a presentarle nuestros respetos acudimos a este privilegiado lugar colgado sobre el “río Aragón, que extendió su nombre al territorio, de piedra gélida en sus orígenes glaciales, y que en el transcurso de los últimos milenios ha visto correr por su lecho las mismas aguas que van y vienen, que siempre vuelven porque aquí encuentran su paraíso. Pregúntales qué han visto, qué han oído, qué han sentido cuando han abandonado el entremón en estas sierras interiores de la gran y hermosa cordillera pirenaica, y se han topado con estas tierras ensanchándose a placer. Pregúntales qué les susurraban los cascos de los caballos íberos, celtas y vascones que en su eterno batallar contra las tribus “iakketanois” no cesaron de dejar sus huellas. Romanos, visigodos, francos, árabes, judíos y cristianos. Pregúntales". Texto extraído de la introducción del libro Tierras de Jaca (Prames 2020), que va ya por la segunda edición.


Río Aragón a su paso bajo el puente Grajas


            Pues vamos a ello. Precisamente es junto a ese río Aragón, a la altura del puente Grajas, donde dejamos el vehículo para, en pleno Camino de Santiago, tomarlo de subida hasta el puente de Torrijos, para subir a Bergosa, situada a 1128 msnm en el alto de una loma, no en vano, uno de los motes de sus habitantes era el de “altosaires”. Está a la entrada de la Garcipollera, la “ualle Cepollaria” que cita Manuel Alvar cuando se refiere a su etimología, publicada por la Institución Fernando el Católico, de la Diputación Provincial de Zaragoza.   


Cantera de Torrijos

            En una de nuestras andanzas por esa ruta jacobea el penúltimo día del año 2010, que la recorrimos desde que comienza a hablar en castellano, hasta Jaca, a la sazón, capital del Reino de Aragón, y a la que llegábamos ya sin luz natural, a nuestro paso por el cierre meridional de Bardaruej, escribíamos: “La historia da cuenta de que este lugar se llamaba Hijos, y que ha sido desdibujado por el trazado ferroviario y carretero. En lo alto de una gran ladera de roca, donde ahora hay una torre de alta tensión, había una torre fortificada, y de ahí deriva el nombre de Torrijos, de torre de Hijos. En los siglos XIV y XV los Jiménez de Arloz eran los señores de Hijos. Actualmente está la cantera de Torrijos, en la que siguen dando vida a este noble oficio tan antiguo como artesano. Otro punto digno de mención es la existencia de una fuente, hoy casi cegada, de aguas sulfurosas, debajo mismo del puente, y que era apreciada en la antigüedad por sus propiedades medicinales”.


            Volvemos al presente para continuar nuestra ruta que, hasta hace poco, continuaba hasta sobrepasar Bergosilla, una visible casa cercana. Ahora, ha construido un andador bajo el puente de las vías del tren, por donde pasamos, encontrando a la izquierda unas escaleras que conectan con el anterior trazado. Seguimos tomando altura por el sendero, que termina en unas fincas, dando continuidad cruzando el canal e introduciéndonos ya en el pinar.


Puente de Torrijos

Nuevo trazado





            Está señalizado, lo que hace despejar las dudas, porque lo que tenemos enfrente, más que un sendero parece una trinchera, por la que nos dejamos engullir sin miedo, hasta salir ya a lo que se conoce como sendero, que zigzaguea por la ladera, entre cajicos* y buxos*.



            Vamos llegando ya al pueblo, con la vista puesta en la ladera de la solana, donde la naturaleza va colonizando sin permiso lo que es suyo, por un terreno aterrazado otrora para poder ser trabajado, y donde se aprecian en los cajicos* los cortes de los camales, con los que se calentarían, guisarían y a cuyo amor contarían los lolos* sus historias en esas largas veiladas* invernales.




            Tras hora y cuarto de la salida llegamos a Bergosa, donde nos recibe una reciente instalación para merendero y una espléndida era con el Fraginal*, una borda* arreglada que, a excepción de alguna que otra, también arregladas, en la parte alta del pueblo, es lo único que hay en pie, porque el resto, como se puede comprobar en un respetuoso y calmo paseo por sus calles, y con el permiso de las zarzas, está en un estado de ruina, especialmente desde 1965. Lo único que se salva, que también lo está, pero menos, es el templo parroquial, originario del siglo XII, que rezaba a San Saturnino, con notorias modificaciones y ampliaciones en el XVII y XVIII.






            De este misionero que predicó en las Galias, nacido en el siglo III, podemos decir que su martirio se ve envuelto en una nebulosa de leyendas mezcladas con el paganismo, fue canonizado, y hay testimonios históricos de que numerosos francos poblaron Pamplona en el siglo XI, y que bajo su advocación habría bautizado a los primeros cristianos pamploneses, incluido San Fermín, como acredita una placa en el llamado “pocico de San Cernin”, aunque está en tela de juicio la existencia del patrón de Pamplona. Otros nombres de Saturnino son Sadurní, Serenín, Sernin o Cernin.


Flanco oeste de la Peña Oroel

Grosín

Castiello y Aratorés






            Pero volvamos a Bergosa. Nos dirigimos al paco* del pueblo para llegarnos a la fuente y lavadero, zona puesta en valor por componentes de la Asociación Amigos de Bergosa, y de allí continuamos por la pista, hasta dar con la que viene de Villanovilla, que tomamos a la derecha, pasando por encima de Bergosa, y seguir por la de la izquierda, que nos deja en un sendero, que transitamos hasta llegar a la pista del Albarún.








            La continuamos para llegar hasta el collado de Ipas, donde confluyen varias pistas. Tomamos la de la derecha para subir por la loma de Claraco, punto álgido de la ruta, para bajar y dejar atrás los restos de este poblado medieval. Ricardo Mur lo define como “despoblado medieval muy conocido entre las personas de edad de Jaca, situado entre Rapitán y Bergosa”. Hoy en día, nos encontramos varios montones de piedras, uno por cabaña, destacando una sola de ellas en pie, que bien se merece una buena puesta en valor.



Mallos y pico Lecherín


Restos de Claraco

            Nos resta únicamente seguir bajando por la pista, que pasa cruzando de nuevo el canal junto a un sifón que salva el barranco de la Selva, y llegar a la altura de la carretera, donde hay dos opciones, porque a mano izquierda, si bajamos al barranco y su caudal nos lo permite, podremos acompañarlo bajo la carretera, y si no, como ha sido hoy el caso, la cruzamos con cuidado. De cualquier forma, nos incorporamos al Camino de Santiago, que tomamos de bajada para llegar al punto de partida. 



Puente Grajas


            Una ruta de media jornada por la media montaña próxima a Jaca, aderezada con algo de historia de los lugares de paso, en una mañana, aunque fresca, muy soleada, a la que le hemos dedicado 4 horas y media de nuestras vidas, bien empleadas, para recorrer 12,7 km y salvar un desnivel acumulado en torno a los 605 m D+/- (Wikiloc: 505 m D+/-), con una pendiente media del 4,76%, alcanzando la altura máxima de los 1250 m de la loma de Claraco.



GLOSARIO

Cajico: quejigo

Buxo: boj

Lolo: abuelo

Veilada: velada

Fraginal: pajar

Borda: pajar

Paco: umbría


Texto confeccionado consultando diversos recursos.

Bibliografía: 

Cartulario de Santa Cruz de la Serós. Antonio Ubieto. Anubar (1966)

Historia de Aragón. Los pueblos y despoblados I. Antonio Ubieto. Anubar (1984)

Web:

Románico aragonés 

Románico digital  

Despoblados medievales 

Terra endins

Los pueblos deshabitados

Despoblados de Huesca 

Estimada Terra  

Amigos de Bergosa  

Institución Fernando el Católico (DPZ) 

Wikipedia  

Wikiloc  

Facebook 

RAE 

Tesoros RAE 

Fundeu 

Aragonario

IGN 

Geamap 

Hijo de la Tierra 

 



Las fotos, con sus comentarios, y el track


Nota: La publicación de la ruta, así como del track, constituye únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.


 

















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