GR 15 Broto Fanlo
Sábado, 18 de abril de 2015
La mañana aún en el útero
materno, a punto ya de romper aguas. Un incesante goteo de amantes de lo por
andar se van agolpando en las inmediaciones del Príncipe Felipe, inmerso en
plenas celebraciones de sus Bodas de Plata. Satisfecho. El bus fiel a la cita
con Os Andarines d’Aragón, que han tenido que restringir sus medidas debido al
destino de hoy. Un destino enmarcado en ese programa de “Aragón a pie por GR”
de la FAM, que pretende motivar a los clubes para que incluyan en sus calendarios de salidas alguna que discurra por esos senderos rojiblancos para promocionar
el que los andarines nos acerquemos a ellos, para gustar de sus innumerables
ventajas, para subir por ellos, para bajar por ellos, para serpentear por
ellos… para vivir con ellos, y con más razón por los que se están convirtiendo en Senderos Turísticos de Aragón.
Arranque del sendero, en las proximidades de Broto |
En esta ocasión, hemos acompañado
a un grupo de socios y simpatizantes de este club de referencia en Aragón, para
recorrer esta emblemática etapa del GR 15, que discurre por el corazón del
Sobrarbe, entre Broto, población que da nombre a uno de sus dos principales
valles, y Fanlo, cabecera de Ballivió, cuyo término vierte a ambos, al citado y
al del Cinca. Faldeamos la Punta Trallata o Pueyo Ballarín, por uno de los
bosques más espectaculares de España, cuyo cromatismo en otoño cautiva al
caminante. Como en una orquesta, en la que cada instrumento entra con precisión
a su debido tiempo, también aquí, la biodiversidad juega con sus tiempos para
crear una bella sinfonía de luces, colores y sombras, cuya alma se dilata hasta
fundirse con la del visitante. El camino nos espera. Vamos.
Dejamos Buesa |
Apurando algún bocata para llegar
a las nueve y media antes que el reloj, finalmente lo conseguimos, y
arrancamos. El tramo hasta Buesa, unos 2 km, se hace por sendero de ganado más
transitado. Llegamos a la parte alta del pueblo, que nos recibe calmo, en
silencio, algo a lo que procuramos corresponder. Un barranco parte en dos esta
pequeña población que lucha por sobrevivir, a caballo entre viejos y modernos
usos. Salimos por el barrio de la iglesia, que reza a San Juan Bautista. Nos
adentramos de nuevo en el bosque, que paciente espera la llegada de la
primavera, con su oleada de vida.
Senderos mágicos |
En un continuo sube y baja vamos
ahondando en las cicatrices de este monte para ir salvando las barranqueras que
por ellas discurren. Al mediodía llegamos a San Esteban, un pequeño despoblado
que aún se lame las heridas que dejaron las gentes que marcharon. Estamos,
aproximadamente, a mitad de recorrido, y es el momento central del capítulo con
el que Chino-chano comenzó una temporada en enero del año pasado. Breve visita
por los recuerdos, por el alma ya marchita de este lugar, y seguimos, para
pasar al cabo de media hora por otras viejas bordas.
Viejos seres |
Un perrete nos acompaña desde Buesa,
donde ha cambiado sus ovejas por nosotros, que nos viene pastoreando todo el
camino. Estamos en el llamado Bosque del Señor, y señores son alguno de los
ejemplares de viejos seres que con forma de árbol habitan desde hace centurias
por estos lares. Si hablaran… aunque seguro que lo hacen y nos faltan instrumentos
para saberlo. En poco está ya la llegada a la Pardina Ballarín, donde comienzan
ya a perder la paciencia esas nubes que cargadas tienen ya ganas de refrescar
el ambiente, que acallan a las primeras voces gástricas, que comienzan ya a
surgir. Es preferible esperar a comer ante la amenaza de lluvia. No obstante, la
cabeza del grupo espera a estar todos juntos.
San Esteban |
Mientras, hay dos que nos
adelantamos, quizá para deleitarnos en solitario, quizá para apresurarnos,
quizá para no echarle pulso alguno a los incontenibles. Pero no escapamos al
control del perrete, que al rato nos alcanza, porque sabía que alguien faltaba.
Hecho el recuento, vuelve atrás. Bajada al fondo del barranco para cruzar el
Chate, y subida impenitente hasta que el agotado sendero no puede más y sin
alcanzar el pueblo, va y nos deja en la carretera, obligándonos a hacer sobre
asfalto los últimos setecientos metros. Las últimas lazadas de bosque nos han
protegido de un fino granizo que ha hecho su aparición, y que se porta en este
último tramo más expuesto.
Las tres menos cuarto son cuando
llegamos a Fanlo, capital de Ballivió, que también nos recibe callado, pero lo
suficientemente despejado para permitirnos la vista sobre Sestrales y Peña Montañesa.
Estamos en la cabecera de este valle de Vio, que vierte ya al Cinca, la otra
gran arteria del viejo condado del Sobrarbe. En total han sido 18,2 km de auténtico placer por esta etapa del GR 15,
convertido en Sendero Turístico de Aragón, que nos ha costado recorrerla 5h 15’,
de tiempo total, con 4h 30’ en movimiento. Todo ello para ascender 1.570 m+ y
descender 1.120 m+
Las fotos, en: https://picasaweb.google.com/chematapia/GR15BrotoFanlo
El track, en: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9441327
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