martes, 21 de abril de 2015

El Bosque del Señor

IXOS MONS
GR 15 Broto Fanlo
Sábado, 18 de abril de 2015


            La mañana aún en el útero materno, a punto ya de romper aguas. Un incesante goteo de amantes de lo por andar se van agolpando en las inmediaciones del Príncipe Felipe, inmerso en plenas celebraciones de sus Bodas de Plata. Satisfecho. El bus fiel a la cita con Os Andarines d’Aragón, que han tenido que restringir sus medidas debido al destino de hoy. Un destino enmarcado en ese programa de “Aragón a pie por GR” de la FAM, que pretende motivar a los clubes para que incluyan en sus calendarios de salidas alguna que discurra por esos senderos rojiblancos para promocionar el que los andarines nos acerquemos a ellos, para gustar de sus innumerables ventajas, para subir por ellos, para bajar por ellos, para serpentear por ellos… para vivir con ellos, y con más razón por los que se están convirtiendo en Senderos Turísticos de Aragón.

Arranque del sendero,
en las proximidades de Broto
            En esta ocasión, hemos acompañado a un grupo de socios y simpatizantes de este club de referencia en Aragón, para recorrer esta emblemática etapa del GR 15, que discurre por el corazón del Sobrarbe, entre Broto, población que da nombre a uno de sus dos principales valles, y Fanlo, cabecera de Ballivió, cuyo término vierte a ambos, al citado y al del Cinca. Faldeamos la Punta Trallata o Pueyo Ballarín, por uno de los bosques más espectaculares de España, cuyo cromatismo en otoño cautiva al caminante. Como en una orquesta, en la que cada instrumento entra con precisión a su debido tiempo, también aquí, la biodiversidad juega con sus tiempos para crear una bella sinfonía de luces, colores y sombras, cuya alma se dilata hasta fundirse con la del visitante. El camino nos espera. Vamos.

Dejamos Buesa
            Apurando algún bocata para llegar a las nueve y media antes que el reloj, finalmente lo conseguimos, y arrancamos. El tramo hasta Buesa, unos 2 km, se hace por sendero de ganado más transitado. Llegamos a la parte alta del pueblo, que nos recibe calmo, en silencio, algo a lo que procuramos corresponder. Un barranco parte en dos esta pequeña población que lucha por sobrevivir, a caballo entre viejos y modernos usos. Salimos por el barrio de la iglesia, que reza a San Juan Bautista. Nos adentramos de nuevo en el bosque, que paciente espera la llegada de la primavera, con su oleada de vida.



Senderos mágicos
            En un continuo sube y baja vamos ahondando en las cicatrices de este monte para ir salvando las barranqueras que por ellas discurren. Al mediodía llegamos a San Esteban, un pequeño despoblado que aún se lame las heridas que dejaron las gentes que marcharon. Estamos, aproximadamente, a mitad de recorrido, y es el momento central del capítulo con el que Chino-chano comenzó una temporada en enero del año pasado. Breve visita por los recuerdos, por el alma ya marchita de este lugar, y seguimos, para pasar al cabo de media hora por otras viejas bordas.



Viejos seres
            Un perrete nos acompaña desde Buesa, donde ha cambiado sus ovejas por nosotros, que nos viene pastoreando todo el camino. Estamos en el llamado Bosque del Señor, y señores son alguno de los ejemplares de viejos seres que con forma de árbol habitan desde hace centurias por estos lares. Si hablaran… aunque seguro que lo hacen y nos faltan instrumentos para saberlo. En poco está ya la llegada a la Pardina Ballarín, donde comienzan ya a perder la paciencia esas nubes que cargadas tienen ya ganas de refrescar el ambiente, que acallan a las primeras voces gástricas, que comienzan ya a surgir. Es preferible esperar a comer ante la amenaza de lluvia. No obstante, la cabeza del grupo espera a estar todos juntos.

San Esteban
            Mientras, hay dos que nos adelantamos, quizá para deleitarnos en solitario, quizá para apresurarnos, quizá para no echarle pulso alguno a los incontenibles. Pero no escapamos al control del perrete, que al rato nos alcanza, porque sabía que alguien faltaba. Hecho el recuento, vuelve atrás. Bajada al fondo del barranco para cruzar el Chate, y subida impenitente hasta que el agotado sendero no puede más y sin alcanzar el pueblo, va y nos deja en la carretera, obligándonos a hacer sobre asfalto los últimos setecientos metros. Las últimas lazadas de bosque nos han protegido de un fino granizo que ha hecho su aparición, y que se porta en este último tramo más expuesto.



            Las tres menos cuarto son cuando llegamos a Fanlo, capital de Ballivió, que también nos recibe callado, pero lo suficientemente despejado para permitirnos la vista sobre Sestrales y Peña Montañesa. Estamos en la cabecera de este valle de Vio, que vierte ya al Cinca, la otra gran arteria del viejo condado del Sobrarbe. En total han sido 18,2 km  de auténtico placer por esta etapa del GR 15, convertido en Sendero Turístico de Aragón, que nos ha costado recorrerla 5h 15’, de tiempo total, con 4h 30’ en movimiento. Todo ello para ascender 1.570 m+ y descender 1.120 m+



  

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