-imagen de prensa latina- |
a los aplausos revolanderos
Lunes, 20 de abril de 2020
Mucho estamos oyendo estas semanas, meses, en
nuestras latitudes, sobre lo que tenemos encima. Un incesante bombardeo de
noticias, tanto reales como falsas, que crean otra pandemia paralela, y que nos
acechan desde hace meses, provenientes de cualquier parte del mundo,
especialmente desde el origen del esparcimiento del virus. Lo han bautizado
como COVID-19, por haberse detectado
a finales del año pasado. La opinión pública está totalmente intoxicada por el
aluvión de noticias que desbordan cualquier capacidad de análisis. Estamos muy
atentos a las cifras que hacen correr de forma incesante los marcadores de
afectados, hospitalizados, fallecidos, recuperados, cifras que, por otra parte
hay que tomar con perspectiva, porque duran lo que duran, además de ser de
dudosa credibilidad, ya que no se tienen en cuenta los mismos criterios para su
contabilización, de un país a otro, incluso de un territorio a otro del nuestro,
además cambiando el propio sistema de conteo.
-imagen de Cadena Dial- |
Todo ello, añadido al estado de confinamiento en el
que nos encontramos ya en esta sexta semana, hace que día a día se vayan
explorando, al tiempo que alejando, nuestros límites de resistencia, con el
agravante de recibir constantes mensajes sobre si ha sido provocado o no, sobre
si se trata de una pugna por la hegemonía política y comercial mundial, sobre
si esto es el comienzo, o sobre tantas y tantas otras cosas. Lo cierto es que
está creando un ambiente colectivo que no ayuda en nada a sobrellevar la
situación. Una situación que, por otra parte, cada cual lleva de distinto modo,
porque los hay, la mayoría, que confinados, querrían salir, y otra buena parte
de colectivos, pero de minoría de personas, no solamente pueden, sino que salen,
y los que seguro, querrían más momentos apacibles de los que poder disfrutar.
-Imagen de Diario de Ibiza- |
En primera fila se encuentra el sanitario, profesionales que ven el
virus en las personas que atienden, en sus rostros, en sus afecciones, en sus
demandas, en las constantes vitales que vigilan. Son profesionales que a priori
no saben si cuando toman un caso va a derivar en una llamada de júbilo a sus
familiares para comunicarles su recuperación, o por el contrario, va a ser otra
llamada con contenido letal, para comunicar que una persona se va y no van a
poder acompañar. Son profesionales que tienen más que nunca en sus mentes ese
juramento hipocrático, que un día algunos se hicieron a sí mismos y a la
sociedad a la que sirven. Son profesionales que luchan con una situación en
algunos casos caótica, aunque ya se empiece a allanar esa terrible cuesta, con
el agravante de una falta de medios debido a lo desbordada de la situación, que
ha dejado en evidencia a todos los países afectados. Hablamos del cuerpo
médico, el de enfermería, auxiliares, celadores, camilleros, ambulancieros...
todos, cada uno en su lugar engrasando con su esfuerzo la maquinaria para que
no se detenga, para que no colapse.
-Imagen de Rebeca Ruiz- |
Aunque sin romper nuestro confinamiento particular,
hemos querido recoger algún testimonio, que generosamente nos han prestado,
para que nos cuenten qué supone este periodo y de qué modo se ha visto
trastocado su trabajo cotidiano entre miembros de estos colectivos. Antonio, un
médico de Atención Primaria del Centro
de Salud de Jaca, nos decía que “… se
han suspendido las citas, se atiende todo por teléfono. Si el que llama es por
síntomas de coronavirus nos personamos en domicilio, perfectamente protegidos;
si son leves los mantenemos en su casa con seguimiento telefónico diario, y si
es más grave, los derivamos con ambulancia a Huesca”. Del colectivo de enfermería de urgencias del Hospital de Jaca,
hemos contactado con Silvia, que manifestaba que “… es complicado conciliar el trabajo esencial, con la convivencia
familiar, en la que tienes la pareja también con trabajo esencial, y niños en
casa…”, y añadía, “… aunque esta zona
es bastante llevadera y han bajado las asistencias en urgencias, se trabaja con
una cierta tensión, y lo que esperamos todos es que cuando esto pase se valore
más el trabajo del personal sanitario en general y de la Enfermería en
particular…”.
-Imagen de France24- |
Los aplausos de las ocho de la tarde ovacionan, no
solo al colectivo mencionado, sino también a todos aquellos imprescindibles
para que el mundo no se pare, y que también salen a la calle. Pero antes que a
ellos, me gustaría destacar en segundo lugar, tras el sanitario, a otro imprescindible,
también con bata blanca, y es el de los que ven el virus, pero desde su
microscopio. Son los epidemiólogos, virólogos, y científicos en general que se esfuerzan denodadamente por ir a la
misma velocidad que el virus y sus ágiles mutaciones, porque para vencerlo hay
que encontrar sus partes más débiles.
-Imagen de Europa Press- |
Y ahora sí, ahora podemos acercarnos a algunos de esos
otros colectivos que no se puede decir que salven vidas directamente, pero
contribuyen muy activamente a ello. Como, por ejemplo, el caso del recién
creado Jaca Solidaria, con
voluntarios que han dejado la relativa comodidad de quedarse en casa para
prestar sus servicios a la comunidad, en concreto a los más necesitados, con el
abastecimiento de productos básicos, arriesgando su propia salud. Lidia, quien no
ha vacilado en su vocación de servicio psicológico en la Cruz Roja, donde llevaba ya varios años de voluntaria, acompaña a
enfermos en los desplazamientos de ambulancia, y nos decía: “…durante el confinamiento el tiempo y el
espacio se transforman cada día, los estados emocionales invaden y se polarizan
en minutos: calma, euforia, humor, pesar, nostalgia, fortaleza… hay que
reinventarse cada minuto, y el ayudar a los demás me da fuerzas para seguir
adelante, sobre todo en jornadas muy duras…”.
-Imagen de Lidia- |
También hemos contactado con ediles y máximas
autoridades municipales, entre las que hay casos realmente duros, Montse,
alcaldesa de Ansó y Presidenta de la
Comarca de La Jacetania, nos decía que “… el
estado de confinación, en el que nos hallamos, se ve aliviado con el uso de las
tecnologías para poder gestionar desde casa los asuntos tanto de la localidad
como los comarcales…”. Otra
alcaldesa, Charo, que lo es de Santa
Cruz de la Serós, nos decía que “…
hacemos mucho énfasis en la desinfección de zonas comunes… mi mayor
preocupación es que no le falte nada a nadie del pueblo, especialmente a los
más mayores… estamos también muy pendientes de los escolares… seguimos con el
lema de QUÉDATE EN CASA!!!”. Con responsabilidades en Cultura del
Ayuntamiento de Jaca, Javier, nos
muestra “… la preocupación ya no solo por
la caída de nuestra programación, sino y sobre todo por la reformulación de la
actividad cultural de nuestra localidad...” al tiempo que manifestaba “… preocupación por la industria cultural,
por su difícil subsistencia y por la paralización de los servicios
complementarios, también preocupación por el comportamiento futuro del
ciudadano ante los eventos culturales, lo que podría acabar de echar por tierra
tanto trabajo durante tanto tiempo…”.
-Imagen de Descubre Huesca- |
Los primeros días del confinamiento estuvieron
marcados por el acaparamiento irracional en los supermercados, fenómeno que se
vio aplacado por la firme resolución de los componentes de la cadena
alimentaria en no tener desabastecido el mercado. Desde el sector primario, el
agropecuario, pasando por el secundario, la manufactura, y llegando al
terciario, con el transporte y los puntos de venta, como nos decía Mariví, dependienta
de uno de los supermercados de Jaca,
“… se han regulado los turnos y
aumentadas las medidas de seguridad…”, además hace un llamamiento a los
clientes: “… hay que tener paciencia
porque hay un tope para entrar y hay que esperar. En general la gente va
cumpliendo, que también se agradece”.
-Imagen de Heraldo de Aragón- |
Indispensable también, es tenernos informados,
razón por la que los medios no
pueden faltar, especialmente en estos días, en los que, como nos decía Yolanda,
reportera de TV, “… tratamos de estar, como siempre, en el
foco de la noticia, con las precauciones propias de las circunstancias,
teniendo que viajar en distinto vehículo del que hace de cámara, y
desinfectando todos los aparatos tras cada intervención, incluso el coche tras
cada jornada. También lidiando con cuestiones de rechazo, porque no todos a los
que te quieres acercar, están dispuestos. Entre unas cosas y otras, se hace el
trabajo más duro, pero poniendo por encima nuestro deber de informar…”.
-Imagen del autor- |
De igual modo, hemos recogido el testimonio de Carlos,
un miembro del Servicio Comarcal de
Bomberos del Alto Gállego, que nos decía que “… esta situación nos ha obligado a adquirir material de protección
específico, redactar nuevos protocolos, reorganizar los servicios de distinto
modo, observando también las normas de acercamiento entre los propios
compañeros, dentro y fuera de las instalaciones, que tenemos que desinfectar
asiduamente, así como los vehículos y las herramientas de trabajo. Junto con
voluntarios desinfectamos los puntos calientes de los pueblos de la comarca,
incluso de algún domicilio de personas afectadas…”.
-Imagen de Keko- |
Keko, otro bombero, pero en el túnel de Somport, nos decía: “…
tenemos que seguir al pie del cañón, porque debemos cumplir la guardia por la
seguridad del túnel, aunque el trabajo cotidiano se ve muy afectado, porque se
deben multiplicar las medidas preventivas, cambiar de EPIS, e ingeniárselas
hasta que lleguen los ansiados test…”.
-Imagen de Entrepyr-Prames- |
Hay un colectivo que pasa inadvertido fuera del
mundo del montañismo, y es el de la Guardería
de Refugios de Montaña que, en su vertiente de establecimiento hostelero,
se han tenido que atener a la norma general de cerrar, haciendo un ERTE para el
personal contratado. Sin embargo, los titulares se mantienen al pie de cañón,
ya que “… no se pueden abandonar esas
instalaciones, porque siempre hay mantenimiento que hacer y reparaciones
menores que con el ritmo normal se van posponiendo, además, seguimos dando los
datos meteorológicos a AEMET varias veces al día…”, como coincidían en manifestar
Jorge y Kaloyo, guardas de los refugios de Lizara y Casa de Piedra/Ibones de
Bachimaña, respectivamente.
-Imagen de Policía Local de Jaca- |
Muchos son los colectivos implicados en esos
“trabajos esenciales”, imposible acercarse a todos. Para finalizar, recordar a
los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad,
que velan por que se respeten las normas del confinamiento, y al que también
hemos acudido, pero han preferido limitarse a su anonimato corporativo.
-Imagen de La Opinión- |
Como de cualquier experiencia, por mala que sea,
también de esta hemos de aprender. Aprender que no se puede seguir con el ritmo
de vida que lleva la humanidad, en pocas semanas se ha reducido
considerablemente nuestra huella sobre el planeta. Aprender que no se puede
basar nuestra felicidad en un consumo ilimitado de los recursos naturales.
Aprender a respetar la biodiversidad. Aprender que no es más feliz quien más
tiene, sino quien menos necesita. Aprender a reconocer, a agradecer, el aire
que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos, los paisajes
que amamos y por los que nos movemos, y tantos y tantos gestos de nuestra vida
cotidiana que se ven truncados por un desorden de este tipo. Aprender a valorar
y a agradecer a todas esas personas y colectivos que, aunque transparente para
nosotros, aportan su trabajo y esfuerzo para nuestro bienestar y para que el
mundo no pare. Aprender, en definitiva, a valorar la libertad y la
responsabilidad que lleva aparejada.
-Imagen de El Blog Verde- |
Parece que nuestras comarcas del Biello Aragón,
aunque algo más Alto Gállego que La Jacetania, no se han visto muy afectadas.
De algún modo se ha conseguido ralentizar, si no detener, la propagación, y
todo ello gracias a los que están fuera, que trabajan para los que están
dentro, y los que estamos dentro, que trabajamos para que trabajen menos los
que están fuera, en este tiempo, en el que casi todo se para.
Que no se detenga el motor de nuestra esperanza. Enhorabuena,
muchas gracias a todos y MUCHOS ÁNIMOS PARA NO REBLAR.
-Imagen del autor- |
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