Monte Alto (710 m)
vs Esteban (747 m)
Miércoles, 3 de febrero de 2016
“La mejor solución para la conservación de
nuestros bosques, la más sostenible y eficaz, pasa por recuperar las
actividades agropecuarias y forestales tradicionales. Por potenciar el
sector primario. Por aprovechar la madera, entendiendo de una vez por todas que
es un recurso renovable; por regular los aprovechamientos de setas y frutos;
por impulsar la utilización de la biomasa para generar energía; por recuperar
el pastoreo y las explotaciones de corcho y resina...”.
Montes regenerados |
Sabias
palabras de expertos en incendios forestales, sus causas, consecuencias y
soluciones. Según estas mismas fuentes, vivimos en un paisaje inflamable, que
antes o después arderá, y debemos estar preparados para ello. Con
el abandono del medio rural a partir de mediados del siglo pasado se
ha dejado al monte a su libre albedrío, incrementando, de manera drástica, la cantidad y permanencia de combustible, que
junto con el comburente son los dos elementos imprescindibles para la ignición.
El combustible, la vegetación, es un auténtico polvorín.
Rutas didácticas |
“Hay que tomar medidas encaminadas a que los bosques vuelvan a ser
rentables, y medidas audaces, valientes, como el uso del
fuego como herramienta para reducir el combustible. Y todo ello
en el marco de una gestión forestal que siga los principios de la
multifuncionalidad y que garantice un correcto ordenamiento del territorio”.
Siguen diciendo los expertos. “No es
fácil, pero si se consigue esto no sólo se mantendrá el combustible en niveles
más sostenibles, sino que también se reducirán las igniciones. Si el monte da
dinero a los pueblos, se crearán puestos de trabajo, se fijará población al
territorio y no habrá interés en quemarlo. Sólo así podremos convivir con
los incendios forestales”. Son algunos de los párrafos extraídos de
escritos de diversos expertos en la materia, y que podemos concluir con que es
conveniente dar un poco de luz sobre el catastrofismo de este fenómeno,
ecológicamente hablando. La clave está en una correcta gestión de los montes,
plantando especies autóctonas, pegadas al terreno, maridaje perfecto para una
mayor resistencia al fuego. Sin olvidar nunca la capacidad de regeneración
propia del monte, del bosque, de toda la vida que albergan.
Desde el mirador de la Mula |
Hoy tocaba echarla por los montes
de Zuera, en los que conviven campos de cultivo y bosque mediterráneo. Nos
acercamos hasta el monte Esteban, en el que se yergue aparataje militar de
telecomunicaciones rodeando lo que es el vértice geodésico. Allí nos acercamos,
y de la valla no pasamos. De modo que nos tenemos que conformar con uno de los
miradores habilitados en lo que han dado en llamar Ruta del Bosque y del Fuego.
Un binomio tristemente inseparable, y que hay que tratar de desligar a base de
gestión de los montes y de información a los ciudadanos sobre los riesgos que
contraen ciertas prácticas.
Paneles informativos |
Tomando como referencia el gran
incendio (GIF) de 2008, este proyecto, de la Dirección General de Gestión
Forestal del Gobierno de Aragón, y en el que han colaborado el Departamento de
Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza, y los
ayuntamientos de Zuera y Castejón de Valdejasa, a través de unas sencillas y
bien señalizadas rutas, nos acerca a ocho enclaves donde encontraremos mesas
interpretativas, paneles y miradores con amplias vistas panorámicas hacia los
alrededores. En concreto, desde el del rodal de Monte Alto alcanzamos
visualmente las nevadas cumbres pirenaicas.
Cortos y amables itinerarios
didácticos que nos conciencian sobre nuestra relación con los montes, sobre la
incidencia del ser humano en el bosque, sobre los incendios, sus causas, su
impacto, sobre la extinción y labores posteriores de recuperación, y que nos
deben llevar a una armonización con el medio, porque no hay que olvidar que formamos
parte de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario