Año XIV. Entrega nº 985
“Es quizá el valle de Vio el más aislado y falto de comunicaciones, entre los habitados de todo el Pirineo. Ello le confiere el gusto por lo ignoto, el sabor de los aspectos que se han conservado intactos durante milenios gracias a tal aislamiento, que han actuado como una potente cámara frigorífica y el atractivo de la soledad casi absoluta… No obstante, el que quiera gozar de los citados aspectos humanos deberá darse prisa, pues pueblos y aldeas se despueblan vertiginosamente, ahora que acaban de construirse pistas forestales que permiten acceder a casi todos ellos. Parece como si éstas hubiesen servido a sus habitantes para huir de las duras condiciones en las que han vivido desde siempre.” Cayetano Enríquez de Salamanca (1936-2006).
Comprenderán los lectores que, con estas palabras de hace medio siglo, ya se tiene la sensación de que se mascaba la tragedia… O quizás no, porque no podemos hacer pasar por el tamiz de los ojos de hoy en día un análisis de las dificultades a las que se enfrentaban con esas condiciones de vida.
“Tres en uno en el Sobrarbe profundo”. Sí, hoy visitamos tres de los pueblos pertenecientes al municipio de Fanlo, cabecera del valle de Vio, o ”Ballibió”, como lo conocen los locales. Lo curioso es que siendo Fanlo la capital del municipio, y la cabecera del valle, éste se llame “Vio”, pero no nos preocupa, seguro que tiene una razón. Un extenso municipio, de 187,1 km2, con más de la mitad de ellos, incluidos en los límites del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Incluye, además, los pueblos de Buerba, Buisán, Nerín, Sercué, Vio, Yeba y los hoy despoblados de Gallisué y Ceresuela, además de diversas pardinas, que al igual que estos últimos duermen el sueño de los justos en las zonas más bajas del municipio. Pocos se encontrarán en el estado español con mayor diferencia de altitud entre su punto más alto, el Monte Perdido, a 3349 msnm, y donde pierde sus límites meridionales, a apenas los 700 msnm.
El norte del límite municipal linda con el país vecino, compartiendo una larga y abrupta cadena de montañas, que van desde el Gabieto Norte (3031 m), que linda también con el de Torla-Ordesa, hasta el pico Marboré (3251 m), que lo hace de igual modo con el de Bielsa. Entre el más oriental de los Gabietos hasta el que le da nombre a la numerosa familia de los Marborés, encontramos el Taillon (3145 m), la falsa Brecha, el Dedo, el Bazillac (2976 m), la Brecha de Rolando (2805 m), el Casco (3011 m), la Torre (3012 m) y los tres picos de la Cascada (3098, 3111 y 3161 m).
Una vez enmarcado geográficamente el municipio, recorremos hoy una pequeña parte de él, visitando los tres pueblos del titular. Elegimos Yeba como punto de comienzo, a donde se llega por una tortuosa pista forestal asfaltada de 15 km desde la N-260, en un desvío entre los km 453 y 454. Nos encontramos al llegar, un pueblo callado, introvertido, vacías sus blanquecinas y resbaladizas calles, a la espera de que las temple el sol cuando llegue a poner en marcha la sutil maquinaria del reloj de pared de casa Santolaria y sus silenciosas campanadas.
Reloj de sol de casa Santolaria, en Yeba
También la fuente y lavadero están hibernando, soñando con mejores temperaturas, las que nos obligan a ponernos en marcha como cuanto antes. Y lo hacemos abrazados del GR 268* o “Camino de San Úrbez” que, en olor de santidad, se diseñó para unir algunos de los supuestos lugares en los que dejó su impronta. Hacemos notar que es hoy, 15 de diciembre, precisamente, el día en el que la iglesia católica lo tiene en cuenta en su calendario eclesiástico.
Fuente y lavadero, en Yeba
Urbicio, que ese era su nombre original, nacería en Burdeos en el año 702 de una familia noble, y sería hecho cautivo junto con su madre por los ejércitos musulmanes. Liberado por la intercesión de su devoción a los santos Justo y Pastor, se refugiaría en las montañas pirenaicas en sus últimos años de vida, llevando una vida eremítica y en plena conexión con la naturaleza, falleciendo a los 100 años en Nocito. Una vida relatada en las nebulosas de la historia, que nos ha dejado multitud de leyendas cuyos ecos aún resuenan en las veiladas* de las cadieras*, bajo las chamineras*, la mayoría venidas abajo, de las apartadas aldeas montañesas.
Estamos en la etapa 2ª de dicho sendero, y comenzamos bajando por caminos tradicionales que llevaban a lugares de trabajo, como los que vamos encontrando. Barranqueras y las lomas que las forman se van sucediendo. Entre las pardinas que ocuparían el territorio, pasamos por la de nombre Navarra. Al cabo de dos horas, dejamos que el GR 268 siga su camino hacia Buerba, y tomamos a la izquierda un desvío señalizado como GR 268.1, una variante que deja la matriz para pasar por Vio, que es a donde nos dirigimos.
Las montañas se van desperezando, mostrando sus mejores galas, como los cercanos Sestrales, el Cotiella o la Peña Montañesa, incluso el Mondoto, que reivindica su protagonismo en la tramoya que capitalizan las Treserols.
Alcanzamos la carretera local, de retorno de Añisclo a Puyarruego, donde coincidimos con el GR 15.1, y seguidamente nos metemos por un camino a la derecha, que nos lleva ya a Vio, del que nos cuenta el historiador Antonio Ubieto que JFYela, en su Cartulario de Roda, pág. 23-24 menciona que “… en junio de 1083, Ramón Isarn y sus hermanos prestaron juramento de fidelidad al rey Sancho Ramírez de Aragón por los castillos de Vivo y Rocha”.
Nos damos una vuelta por los alrededores para regresar a Vio y admirar su parroquial en honor de San Vicente Mártir, que el maestro Omedes data en el siglo XIII, con un ábside con “hechuras lombardistas en su cabecera que, junto con la de la arruinada Lavelilla, son las únicas de ese estilo en la zona”.
San Vicente Mártir (original del siglo XIII), en Vio
Ábside, con tintes de estilo lombardo
Tomamos decidida dirección al cercano Buerba, integrado en “la honor del Valle de Vio”, según los Documentos de Jaime I, nº 552, de Ambrosio Huici y María Cabanes. También lucha por sobrevivir, y desde donde salimos por las eras, para dar comienzo a un largo descenso hasta el fondo del barranco del Cubo, tributario del de Yesa. Le resulta curioso al autor el parecido con “Yeba” que, echando el magín a rodar, bien pudiera derivar la segunda consonante de un topónimo al otro o viceversa.
Los últimos rayos de sol nos acarician al paso por frondoso bosque de cajicos*, que nos lleva a cruzar de nuevo el barranco de Yeba por un puente medieval que, tímido él, espera pacientemente su puesta en valor.
Enseguida cerramos la circular y subimos a Yeba, punto de inicio de la ruta, y que también encontramos noticia, al igual que de Buerba, en la “honor de la Solana”, que era propiedad de Jaime I de Aragón, y que el 13 de diciembre de 1250 la dio a Bertrán de Ahonés, según los mencionados Huici y Cabanes. Los tres pueblos visitados disponían en 1834 de ayuntamiento propio, anexionados al de Fanlo en 1845.
La luz del día parece tener prisa para ir a dar lección a otra parte, pero mientras se termina de ir aprovechamos para darnos una fugaz vuelta por el pueblo, mostrando nuestros respetos ante algunas de sus casas, como la de Santolaria, con su reloj de sol, cuya sombra ya no es tal a estas horas, la de Buesa o la más castigada por el tiempo de Pedrolatre.
Y aquí se acaba la historia de hoy, que nos ha dado de sí para visitar tres de los pueblos del actual municipio de Fanlo, en el corazón del Sobrarbe, a orillas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en una ruta que nos ha llevado 6 horas y 35 minutos, para recorrer 14,5 km, con un desnivel acumulado total de 725 m D+/- (Wikiloc: 554 m D+/-), habiendo alcanzado una altitud máxima en los 1276 msnm de un punto próximo a Vio.
GLOSARIO
Veilada: Velada
Cadiera: Banco de madera con respaldo en torno al fogaril
Chaminera: Chimenea
Cajico: Quejigo
BIBLIOGRAFÍA
Por el Pirineo aragonés (rutas del Sobrarbe y la Ribagorza). Cayetano Enríquez de Salamanca. El autor (1974).
Historia de Aragón. Los pueblos y despoblados, I. Antonio Ubieto. Anubar (1984).
Historia de Aragón. Los pueblos y despoblados, III. Antonio Ubieto. Anubar (1986).
RECURSOS DIGITALES
Las fotos, con sus comentarios y el track
*La publicación de la ruta, así como del track, constituyen únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.