Año XIV. Entrega nº 931
“Junto a la carretera encontraremos la aldea de Aratorés, y un poco más arriba la de Aruej, que en el siglo XI era la cabecera del valle de Bardaruex, en el que estaban incluidos Villanúa, Castiello y Aratorés, así como el único pueblo de España llamado Santiago, hoy desaparecido”. Cayetano Enríquez de Salamanca.
Pues por estos lugares, que atraviesa la ruta jacobea del llamado Camino de Santiago Francés por Aragón, señalizado como GR 65.3, hemos transitado hoy. Un camino que "en 1962 fue declarado Conjunto Histórico Artístico y a partir del Año Santo de 1965 los viejos caminos volvieron a ser transitados por peregrinos. En 1987 el Consejo de Europa le otorgó el distintivo de primer Itinerario Cultural Europeo y en 1993 la UNESCO lo declaró Patrimonio Mundial por su valor como ruta de peregrinación, vía de difusión cultural y lugar de encuentro de culturas".
Hoy lo acometemos desde el viejo Canfranc, en concreto desde el puente de Arriba. El Campus Francus de los romanos, convertido en sede aduanera en el siglo XI por Ramiro I, expuesto a grandes peligros dada su condición de próximo a la frontera, sería uno no previsto, el fuego, su mayor enemigo, destruyéndolo en varias ocasiones. La última, la de 1944, que lo sumió en una casi total despoblación de la villa, recuperándose lentamente en las últimas décadas debido al gran empuje del turismo. Entramos por el parque lineal junto al río Aragón, y siguiendo a su vera, dejamos a la derecha la iglesia de la Asunción, con fuente contigua. Seguidamente, los restos de la torre de Aznar Palacín y lo que queda de la iglesia de La Trinidad. Todo ello habla de un pasado de esplendor.
Finalmente llegamos al cementerio, donde se halla el antiguo Pont Nou que, aunque de apariencia románica, solo lo son los restos de su base medieval. Fue destruido por una gran avenida del río Aragón, y restaurado a final del siglo XVI por Ramón de Argelas, maestro cantero bearnés. En lo más alto del lomo del interior del muro norte, hay un sello con una borrosa inscripción que reza “RAMON ME FECIC”, “Ramón me hizo”, perpetuando la memoria de su reconstructor. Posteriormente tomaría nombres como el de Puente de Canfranc, Puente del Cementerio o Puente de Abajo, pero nunca Puente de los Peregrinos, aunque siempre fue su esencial utilidad.
Dejamos ya este núcleo de población, que no es ni la sombra de lo que fue, y que concentra un gran número de importantes vestigios religiosos y defensivos dado su carácter de zona fronteriza y en cuyo seno discurre una da las vías más importantes de entrada de peregrinos de Europa a la península ibérica. Mucha evocación y contemplación hasta aquí, pero aún hay mucho que ver hasta Jaca. El camino pasa por debajo de la moderna carretera. Un poco antes, han adecentado otro búnker como refugio para el caminante. Pasando de nuevo por debajo de la carretera, el profundo lecho del río deja al aire una bella garganta, horadada a lo largo de milenios.
Pronto llegamos ya a la entrada de la Cueva de las Güixas, un corto tramo del inmenso sistema de galerías subterráneas que alberga el enorme macizo calizo de Collarada. Un poco más adelante, unos obsoletos postes de luz señalan el camino para llegar a la estación ferroviaria de Villanúa, y que si hablaran nos contarían el trasiego de gentes y mercancías de antaño. En un lugar próximo al puente está el Centro de Interpretación y la Oficina de Turismo de Villanúa, con el nombre de Subterránea. Desde aquí, cruzamos el puente y salimos a la acera de la carretera, que recorremos hasta el final. Otra ocasión para que el peregrino pueda abastecerse. A la izquierda dejamos el casco antiguo del pueblo, donde se halla la parroquial de San Esteban.
Se pasa por un área de descanso, al tiempo que al otro lado de la carretera dejamos los restos de una aldea, Aruej, que en el siglo XI era la cabecera de Bardaruej (valle de Aruej), era punto de referencia del tramo de valle comprendido entre Canfranc y Castiello de Jaca. Continuamos por pista paralela a la carretera, hasta que se llega a otra, en la que también hay fuente, internándose un poco a la izquierda. Con sumo cuidado, se cruza la carretera, pasando por la Colonia Salesiana de Gabardip.
Subimos por la cabañera hasta un mirador, donde dejamos el camino para subir a Aratorés, donde también hacemos uso de su mirador adaptado. Nos adentramos en el pueblo, pedanía de Castiello de Jaca, para visitar su parroquial de San Juan Bautista, citada en documentos del siglo XI, aunque conserva en su fachada una inscripción datada en el año 939.
Nos incorporamos al camino para darle continuidad, dejando a la izquierda la villa Juanita. Nos cruzamos con el GR 15, en su camino de Iguácel a Borau, o viceversa. Entramos en Castiello de Jaca y subimos hasta la parte alta, para hacer un descanso junto a la parroquial de San Miguel, que custodia una arqueta con las “100 reliquias”. Cruzamos el barranco de Casadioses, con el recuperado lavadero y la fuente, uno a cada lado.
Llegamos a la carretera, que cruzamos por el paso de peatones, dejamos los restos del puente románico y nos adentramos en el camino, justo en el arranque de la carretera de la Garcipollera. Cruzamos el río Ijuez por un moderno puente de madera, junto a una hilera de piedras, que era el antiguo paso.
Llegamos a una finca llamada Bergosilla, próxima al puente de Torrijos. La historia da cuenta de que este lugar se llamaba Hijos, y que ha sido desdibujado por el trazado ferroviario y carretero. En lo alto de una gran ladera de roca, donde ahora hay una torre de alta tensión, había una torre fortificada, y de ahí deriva el nombre de Torrijos, de torre de Hijos. En los siglos XIV y XV los Jiménez de Arloz eran los señores de Hijos. Actualmente está la cantera de Torrijos, en la que siguen dando vida a este oficio tan antiguo como artesano. Otro punto digno de mención es la existencia de una fuente, hoy casi cegada, de aguas sulfurosas, debajo mismo del puente, y que era apreciada en la antigüedad por sus propiedades medicinales.
Dando continuidad al camino, dejamos a nuestra derecha el puente de Oliván, también llamado de Grallas, o Grajas. Al poco, nos topamos con una ermita, hoy en manos privadas. Es la de San Cristóbal, de factura popular, que fue construida por Francisco Villanúa en 1796 junto al empedrado puente del mismo nombre. Cristóbal significa “el que porta a Cristo”, y es patrón de conductores y viajeros. Es por lo que se representa al santo siempre con un niño al hombro, recordando la vieja leyenda de que ayudaba a los niños a cruzar el río, y uno de ellos era el mismísimo Niño Jesús.
Y cerca ya estamos de nuestro destino, Jaca, en cuya entrada tenemos el puesto del kilómetro 829 a Santiago. Nos recibe un espléndido mural en el que están representados algunos de los símbolos de la ciudad, como la Peña Oroel y el Camino de Santiago, con añadidos vandálicos posteriores.
Está junto al parque que hasta hace poco albergaba el Árbol de la Salud, un viejo olmo que no resistió el paso del tiempo. Aquí estaba en la antigüedad la iglesia de San Esteban y el hospital de San Marcos, de vocación leprosera. Llegados a la antigua capital del reino podemos visitar la catedral, como colofón de este viaje por la geografía y la historia jacobeas, pasando por los glacis de la magnífica Ciudadela. Recientemente se ha inaugurado un Centro de Interpretación del Camino de Santiago, al que nos acercamos, estando cerrado y sin noticias de horarios de apertura.
Y de este modo completamos una soleada jornada enlazando dos emplazamientos milenarios en el Camino de Santiago Francés por Aragón, habiendo recorrido 21,4 km, en 6 horas, con un desnivel acumulado en torno a los 405 m D+ / 570 m D- (Wikiloc: 170 m D+ / 390 m D-), alcanzando la altura máxima de los 1052 m del puente de Arriba de Canfranc.
BIBLIOGRAFÍA
Por el Pirineo aragonés (rutas de la Jacetania). Cayetano Enríquez de Salamanca. El autor (1974)
Orígenes del Condado de Aragón. Alcorces, tema aragonés 5. José María Lacarra. Anubar (1979)
Historia de los pueblos de España (Los antiguos territorios de la Corona de Aragón). Varios autores. Arcos Vergara (1984)
RECURSOS DIGITALES
El Camino de Santiago desde Asturias
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