Año XIII. Entrega nº 904
“En las montañas está la libertad. Las fuentes de la degradación no llegan a las regiones puras del aire. El mundo está bien en aquellos lugares donde el ser humano no alcanza a turbarlos”. Alexander von Humboldt.
Este polifacético personaje berlinés, del antiguo reino de Prusia del siglo XVIII, entre otras muchas disciplinas que cultivó fue la de naturalista, siendo uno de los precursores de la ecología, aunque este término no se acuñaría hasta tiempo después. Mucho ha cambiado la percepción de la naturaleza desde entonces, y en concreto la de la montaña pero, sobre todo, lo que más ha cambiado es ese límite al que el ser humano llega hoy en día a turbar esos lugares. De todos modos, todavía existen reductos en la alta montaña y, en especial, la lejana, a la que la exigencia para alcanzar es muy superior al artificio del postureo.
Seguimos en el Parque Natural Posets-Maladetas para, en esta ocasión, explorar sus límites más orientales, tanto así, que linda con la vecina Cataluña. Hablamos de la Tuca de Mulleres, cuyo nombre parece asociarse, a priori, con el género femenino, pero no es así. La forma "Molières", como se conoce en aranés, que es el nombre de una población y municipio de la Aquitania francesa, significa “terreno húmedo y pantanoso”, vendría a ser algo similar a nuestro “paúl”. Su pronunciación, similar a “muller”, mujer en catalán, propicia la confusión.
Su cumbre, de 3009 msnm, es el extremo oriental del macizo de la Maladeta por encima de los tres mil metros. Limita, pues, con el municipio aranés de Vielha e Mijaran, pero también está al filo entre los altoaragoneses de Benasque y Montanuy. En fin, una montaña lejana la abordes por donde la abordes. Los primeros seres humanos que albergó su cima fueron Barrau, Caurrège y el propio conde Russell, el 5 de agosto de 1879.
Pues a ella nos dirigimos desde la Besurta, por donde pasa el GR 11.5, y también la HRP (Haute Randonée Pyrénéenne, por sus siglas en francés), o Alta Ruta Pirenaica, y de donde salimos iluminados por el resplandor de una luna llena a más no poder. La ruta pasa por Aiguallut, en cuyo pllan seguimos en dirección a coll de Toro, donde dejamos el GR 11.5. Se cruza el barranco de l’Escaleta y se sube hasta otra planicie, donde dejamos a la izquierda el desvío para ese coll de Toro, continuando por la bellísima cuenca de l’Escaleta, en la que nos encontramos un rosario de ibones.
Se supera alguna canal rota sin dificultad al margen del propio desnivel. Vamos teniendo ya a la vista el objetivo. Entramos en una zona de grandes lajas tumbadas, que facilitan la progresión. El tramo final, no muy grande afortunadamente, es de grandes bloques, que hay que ir superando para alcanzar los 3009 msnm de una cima compartida, como decíamos, no sólo con el municipio de Montanuy, sino con el aranés de Vielha e Mijaran, por cuya vertiente también se accede desde la boca túnel sur de Viella.
Tras la sucesión de ibones, alcanzamos el pllan d’Aiguallut y continuamos por nuestro itinerario hasta el punto de partida en la Besurta, a donde llegamos tras 8 horas y 25 minutos, habiendo recorrido 16,7 km, y salvando un desnivel acumulado de en torno a los 1225 m D+/- (1140 m Wikiloc), alcanzando la altura máxima de los 3009 m de la tuca de Mulleres.
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Las fotos, con sus comentarios, y el track
Nota: La publicación de la ruta, así como del track, constituye únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.
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