lunes, 16 de julio de 2012

Los Arrieles

AQUERAS MONTAÑAS
Arrieles (2.824 m y 2.688 m)
Sábado, 14 de julio de 2012

Otra salida de Mayencos, bajo la tutela de Aragón Aventura, hoy con Javier Garrido. Cuatro y media de la mañana. Francamente hacía días, muchos días, que no veía esa hora en el reloj, había olvidado que existía. Pero no sólo nosotros, que hay ocho más que también la ven. Vamos con las presentaciones. Isabel y Fran que duermen con su super autocaravana en La Sarra. Javier Garrido “el capo” y Joserra salimos de Jaca. También Javier Lacadena y José Mª Bonet, y Fernando Sin; Miguel Herrero acude desde Panticosa.

Poco amigable nos recibe el Portalet
El haberla diseñado circular obliga a un mayor despliegue de vehículos. Acudimos todos a La Sarra, para dejar un par de coches, y marchar con otros dos hasta la cabaña de Soques (1.375 m). Tras unos días de calor in crescendo, hoy es el primero de una notable bajada de temperaturas, y se nota, son las 7 cuando arrancamos y lo hacemos por poco con un solo dígito en el termómetro, y la soledad es fría. El Portalet ya nos había recibido con cara de muy pocos amigos, pero hombre, cómo te pones así?, si vamos a recorrerte, si vamos a reconocerte, si vamos a admirarte, si vamos a agradecerte… el qué?, pues el que estés ahí, te pongas como te pongas… nosotros insistimos, y tu poca hospitalidad la vamos a corresponder con respeto y humildad, eso es lo que podemos hacer. Eso es lo que haremos. A pesar de todas estas reflexiones, las nieblas persisten en su postura. Nosotros lo haremos en la nuestra. Es el único modo de que entren en razón. Y ya veremos si lo conseguimos.

Bueno, el camino comienza en un bosque de hayas, por el que pasamos silenciosos por si hay alguna todavía en duermevela. Salimos de él, y una buena cantidad de yeguas con sus potrillos comparten camino, rosada y mañana. También una multiplicidad de especies florales, que pugnan por llamar nuestra atención. A la primavera, como ser vivo, también le cuesta llegar a estas altitudes, se entretiene demasiado por el llano y a lo que llega por aquí ya lo hace atropellada por el verano. Ascenso didáctico en el aula de la naturaleza.

Fondo del arroyo de Arrious
Continuamos, hasta que se abre el valle, por cuyo fondo se va desperezando el arroyo que viene del collado de Arrious, pero nosotros hemos de tomar el camino de la derecha, para ir ganando altura, lo que nos permite, y el ir y venir de las nieblas también, ver las cumbres del Midi auparse para comprobar que hay vida por encima de este espeso manto de nieblas.

Ameno camino, que consigue que nos presentemos en el collado de Soba (2.450 m) casi sin enterarnos. Apenas son las nueve y media, y llevamos dos horas y media de recorrido. Vamos tratando de tú a una cresta, o al menos eso nos parece, que tenemos a nuestra derecha, compuesta por el pico Soba (2.624 m), Brecha de Arrious (2.602 m), el pico Soques (2.718 m), el Ferraturas (2.699 m), el de L’Ourade (2.552 m) y el de Peyrelue (2.430 m). Estamos, en el collado, digo, en la misma frontera administrativa, y también lo es todo el cordal descrito, aunque las montañas no entienden de mugas, ni tampoco los paisajes, ni la climatología, que de lo que sí entiende es de vertientes, y aquí se nota, porque damos vista al valle del Aguas Limpias, cuyas vibrantes aguas se amansan en La Sarra, y el cambio es radical. Al abrigo de las nortadas, el clima es más seco, más cálido, como más amigable. Sólo las nieblas sobrantes, las más osadas cruzan estos altivos montes.
Vertiente del Aguas Limpias, desde
el collado de Soba

Desde el collado de Soba, hasta el del Arriel (2.608 m) es pan comido, apenas 150 metros de desnivel. Aquí, la vista hacia el norte es espectacular, o al menos eso nos dice Javier, que hacemos un acto de fe, porque las nieblas siguen empeñadas en hacernos creer que no ha merecido la pena llegar hasta aquí, pero no se van a salir con la suya. Veremos. Estamos entre el pico Arriel (2.824 m), o Saldiecho, que también se llama, y el Pequeño Arriel (2.688 m). Nos quedan algo más de 200 metros de desnivel para alcanzar el principal, y nos ponemos a ello.

Pico Arriel, desde el collado
A la vista, una pirámide perfecta. Al poco de comenzar, la senda se empina tanto que los bastones estorban más que ayudan, y hay que recogerlos para emplear las manos en agarrar la roca, migajas de apoteosis orogénica. Un delicado paso final, con patios a dos aguas, y qué patios!, y llegamos a lo más alto, ganándole la partida a una mañana que no termina de definirse. Diez y media; tras tres horas y media, nuestra perseverancia alcanza esta cumbre menor del Pirineo, cumbre humilde, pero que nos muestra con orgullo todas sus virtudes, y que no son pocas.

Banderas de oración
 Om Mani Padme Hum cabalga por el viento, es el mantra tibetano que llama a la compasión de los humanos y que destila unas banderas de oración. El sol, como nosotros, insiste, y va persuadiendo a las nieblas para que se retiren y nos dejen admirar semejante patio de vecinos. El presidente de la comunidad, el Sr. Balaitús, o pico Moros (3.144 m), con sus faldas de encajes de Frondiellas (3.069 m), que nos tapan las otras faldas, las de las crestas del Diablo. Al norte, el Sr. Pallas (2.974 m). Entre ambos, por un lado el grupo de ibones de Arriel, y por otro el de Arremoulit, separados por esa frontera que los hombres se han empeñado en dibujar en los mapas, pero que sobre el terreno, ambos grupos son como los dos ojos de una misma cara. Ojos profundos que miran al infinito.

Pallas y Balaitús

Ibones de Arremoulit y Arriel
Abrazos, risas, reconocimientos, agradecimientos, mostrarle nuestros respetos, intimar con la montaña, en definitiva. Algún bocado. A nuestros pies, el Aguas Limpias, que bravo sale del embalse de Respomuso, cuya presa y parte de él también vemos. Circo de Llena Cantal, con sus guardianes, las Fachas, Pecicos, Zarre, Gaurién, Piedrafita, Tebarray..., y más al sur Forqueta y Musales. Por encima de ellos, los Infiernos, Arnales, Pondiellos, Argualas, Algas, Garmonegro... Y más por encima de ellos todavía, se asoman las Tres Sorores, sí, las tres. Hacia el suroeste, el valle de Tena, amurallado por el sur por la Partacua y Sabocos y Tendeñera, y más al oeste Punta Ezcarra, Pala de Ip, Tronqueras, Collarada, Anayet..., a caballo estos últimos con un pie en el Aragón. Los dominios del Midi siguen inmersos en las nieblas, impidiendo a esas altivas cumbres el asomarse más para ver lo mismo que nosotros vemos, y sentir lo mismo que nosotros sentimos.

Circo de Piedrafita
Cuarenta minutos en la cima del Arriel es poco tiempo, muy poco tiempo para poder admirar todo lo que esta mañana nos alumbra, y que agradecemos como un regalo, porque no es esto lo que nos anunciaba hace unas horas. Pero hay que marchar, hay que bajar del éxtasis, hay que bajar de las alturas, hay que comenzar el descenso, con más cuidado si cabe que el ascenso. De nuevo al collado, y ahora sí, ahora sí que podemos poner imagen a lo que hemos oído acerca de la vista que los murallones estrechan, y que encuadran a los ibones de Arriel bajo la sombra del gigante local, bajo la sombra del Balaitús, que todavía luce algún penacho nivoso.

En la cima del Arriel
El hermano pequeño del Arriel nos mira celoso, pensando que vamos a pasar de largo, pero no es así, claro que no es así. No es mucho lo que en panorámica nos va a aportar, pero también hay que hacerle los honores, total son apenas 80 metros de desnivel. Se deja querer.

La Sarra y Lanuza. Tendeñera y
Partacua cierran el valle de Tena
Otra vez al collado de Arriel, para volver al de Soba, cuyo dominio nos engulle para hacer el descenso, vestidos de bosque los últimos compases, y llegar al camino que baja de Respomuso, y que nos ha de llevar a La Sarra. GR-11 con exceso de señalización a nuestro juicio, es lo que tiene la popularización desmedida de la montaña, sin criterio.

Son las tres de la tarde cuando llegamos a La Sarra (1.445 m), con más coches que donde los hacen. Esto parece un concesionario multi marca. Quién te ha visto y quién te ve! En fin, antes hablábamos de frío y soledad, pero ante espectáculos como éste, cómo se echa en falta! También hemos hablado del turismo de montaña, pero es que esto es otra cosa, esto es el turismo del chuletón. Nos tomamos unas buenas birras para aprovechar la infraestructura, ya que está… Y a Soques a por los coches.

Ocho horas de actividad. En torno a 2.900/3.000 metros de desnivel acumulado. Una extraordinaria jornada que hemos sacado adelante sabiendo persistir más que las nieblas mañaneras, sabiendo perseverar más que ellas, sabiendo subir más que ellas. Buen recorrido. Buena compañía. Gracias a todos. Y colorín colorado…

La Sarra. Fin de la travesía, con un agradecido Arriel
que se aúpa al fondo de la imagen para salir en la foto

El reportaje completo de fotos, en 

8 comentarios:

  1. Fantástica crónica, eres un poeta Chema, me ha gustado mucho leerla y me ha permitido revivirla con todos.
    Muchas gracias por tus letras.
    Javier L.

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    1. Gracias, Javier. No es por hacerte la pelota, eh?, pero es la compañía la que me inspira... Gracias de nuevo.

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  2. Buena crónica y buenos paisajes.
    Hace ya tiempo que estuve por ahí arriba y la verdad es que la visión del Arriel desde el collado no deja indiferente. Habrá que volver...

    Un abrazo

    JYubero

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    1. Gracias, Javier. La verdad es no había pateado esos lugares, y me sorprendieron bastante. Comparto contigo lo de que habrá que volver. Gracias de nuevo.

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  3. por fin puedo hacerme fans de tu blog.....que no me dejaba no se porque!....te veo bien chema y me alegro mucho!......a seguir así!,y ya nos vemos!!!ese Arriel es muy guapo ehh!...en invierno tiene ambiente también......un abrazo!!

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    1. Gracias, Javier. De momento ganáis 3 a 0 los Javier... Ya sé también por tu blog de tus andanzas por las alturas, por todo tipo de alturas. Gracias de nuevo.

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  4. Me vienen recuerdos de juventud, más bien de chica, cuando para el verano subíamos a Sallent, no teníamos coches, subíamos en el tren y cogiamos bus, casi un día de viaje. Pero todos los parajes y la Sarra, Respumoso, desde Sallent, se hacían caminando. Casi ni me acuerdo, que mayor soy.

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    1. No sé a quién estoy dando las gracias, pero se las doy por visitar el blog y por el comentario. Gracias de nuevo.

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