sábado, 7 de julio de 2012


Simbología animal. El Buey

El Esfuerzo Físico y la Acción. La serenidad y la Conformidad.


Es el nombre que se le da al toro castrado. Hoy en día se utiliza para engorde y sacrificio, siendo ya en pocos lugares los que se tiene para ayuda en las tareas agrícolas.

Para los pueblos del antiguo Egipto, el buey se diferenciaba del toro, y sus connotaciones significativas se contraponían de forma radical. La mansedumbre del buey contrasta con la fuerza salvaje del toro. Se le rendía culto.

Los Griegos lo asociaban a la agricultura, y al igual que los pueblos del este asiático, consideraban al buey como un animal sagrado y era querido por todos los ciudadanos. En los primeros tiempos inmolaban sólo aquellos que no habían llevado el yugo encima.

En cambio, los Romanos, que también lo relacionaban con las actividades agrícolas, no eran tan benévolos, ya que con ocasión de algún triunfo bélico, los guerreros sacrificaban bueyes blancos al rey Júpiter.

Los Pueblos de Oriente le atribuían las mismas cualidades y características que al búfalo, y según esto, fue uno de los animales que acudió a la llamada de Budha. Era considerado, además, como un animal idóneo para conducir a los sabios por todos los lugares que desearan, y según afirma la leyenda, el maestro Lao-Tse se dirigió hacia occidente a lomos de un búfalo.

En el Deuteronomio se prohibía poner bozal al buey que servía para trabajos de labranza, ya que decían era mandato de El Señor que el animal que ayudara al hombre tuviera una parte del fruto de su trabajo. En el ámbito Cristiano, la tradición popular lo asocia al portal de Belén.

En el Zodiaco Chino ocupa el segundo lugar, y se dice de él que siempre elige el camino principal y desecha los atajos.

En el Zodiaco Occidental, corresponde con el segundo signo, es decir, con Tauro, y es símbolo de fuerza y vigor. Es de elemento tierra, y a ella está muy pegado.

Y en general, se le considera símbolo de aspectos relacionados con la sombra, la oscuridad y la noche, con lo que mantiene cierto paralelismo con una de las dos iluminarias, la Luna.


Fuente texto: Grandes Profecías (Ed. Nueva Lente) y Wikipedia.
Fuente fotos: Wikipedia, Euroresidentes y La Voz de Galicia.

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