martes, 28 de febrero de 2023

Vía ferrata Cubilillo os Fils, desafiando el fuerte viento y frío

                                                              Año XII. Entrega nº 801


VÍAS FERRATA
Cubilillo os Fils (K3)
Domingo, 26 de febrero de 2023

         “Esta muralla rocosa es visible desde las torres del Pilar, de Zaragoza. ¡Qué zozobras, qué sinsabores, los del rey moro de Zaragoza cuando los cristianos conquistaron la fortísima plaza de Huesca! Sagrativos pesares lacerarían sus pensamientos al ver próxima la pérdida de riquezas y placeres, y cercana también la guerra de resistencia y la retirada en derrota”.

            Texto del libro Turismo Altoaragonés, de José Cardús Llanas, médico y gran difusor de las bellezas de nuestro Alto Aragón.



Imagen cedida por David

            Pues henos aquí de nuevo, bajo estas imponentes murallas, en este campo de juegos al que nos gusta acudir de vez en cuando, porque es único, porque hacer actividad bajo semejantes monumentos naturales es todo un lujo, y porque nos apetece, ¿cómo no? Sí. Es un verdadero placer, aunque sea pasto de climas extremos. En verano hay que buscar las sombras, y en invierno el sol, pero en cualquier época, programando bien los horarios y las rutas, podremos disfrutar de sus encantos. En esta ocasión volvemos a Riglos y sus impresionantes mallos, incluidos junto con sus hermanos vecinos en el Espacio Natural Protegido del Monumento Natural de los Mallos de Riglos, Agüero y Peña Rueba, declarado por el Gobierno de Aragón, en decreto 174/2016 del 22 de noviembre, siendo el segundo de la provincia en su categoría tras el de los Glaciares Pirenaicos en 1990. En el que nos ocupa, están protegidas únicamente las tres teselas, y solo su parte vertical -vamos a obviar el trasfondo-. Tiene otras figuras de protección, como Zona de Especial Conservación (ZEC) ES2410064 Sierras de Santo Domingo y Caballera y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) ES0000287 Sierras de Santo Domingo y Caballera y río Onsella; además está en el Ámbito del Plan de Recuperación del Quebrantahuesos y en el de Conservación del Águila-Azor Perdiguera.


            Unos mallos, históricos mallos, cuna de la escalada en Aragón, con primeras ascensiones muy codiciadas en los inicios, hace décadas, por los precursores, que las iban consiguiendo con técnicas y material rudimentario, pero echándole valor, mucho valor. Es así como el ser humano es capaz de conseguir los logros, persiguiendo sus sueños, explorando los límites, antes de que te exploren a ti. Volvemos a la publicación mencionada para extraer otro párrafo que nos ha llamado la atención, porque citan a uno de los históricos, memoria viva de estas escaladas: 


Imagen de Ursi Abajo, extraída de
la web A0avista

            “En la misma curva, dos escaladores zaragozanos, pertenecientes a Montañeros de Aragón, van a atacar el mallo de la cueva por una vía nueva. Son el señor Urcisinio y un compañero suyo de penas, fatigas y laureles, cuyo apellido no recuerdo. Están tanteando y han salvado una cornisa; en domingos sucesivos irán incrustando clavijas en esa pared peligrosísima de conglomerado de piedras, que se desprenden con relativa facilidad… Después han descendido y me han mostrado los mosquetones, clavijas, martillos (que llevan atados por un extremo del mango), cuerdas de “nylon”, tacos de madera, estribos, escaleras, etc… Son dos muchachos que han efectuado numerosas escaladas, entusiasmados de su deporte favorito, en cuya práctica se juegan la vida todos los domingos”

-       ¿Es cierto que algunas escaladas les cuestan un par de días de ascensión?

-       Sí señor, y más.

-       ¿Y es verdad que, si no encuentran una plataforma, duermen colgados dentro de un saco?

-       Ciertísimo; es más, algunas veces dormimos sentados sobre la cuerda que, ¿ve usted?, pasamos por la raíz de los muslos y sujetamos a un mosquetón.


           Pienso en los calambres que sufrirán a veces, y en los hormigueos que darán lugar a la insensible pierna dormida”.



            Una buena forma de recordar a uno de estos precursores que aceptaban el desafío de alzarse sobre los mallos hace más de medio siglo. Unos mallos que vamos a ir dejando a la izquierda, para tomar desde el pueblo el GR 1 (Sendero Histórico), que comparte trazado con el Sendero Natural de la Hoya de Huesca, e irnos introduciendo en el barranco de la Mota para acercarnos a nuestro objetivo. Al cabo de diez minutos abandonamos la pista y tomamos el sendero que se desvía hacia la base de la vía, tramo por el que vamos protegidos del embate de las fuertes rachas de viento, pero que nos aguardan al comienzo de la ferrata, clasificada como K3, en una escala del 1 al 6, y en la que conviven una vieja instalación de clavijas, con la nueva de grapas, con la sirga de seguridad desde el mismo comienzo, a la que nos asimos ya para comenzar la ascensión. Totalmente vertical, salvo algunos escasos y cortos tramos en los que se puede tomar un respiro para agruparse, caso de ser un grupo numeroso, o de contemplar plácidamente el paisaje, algo que el ambiente de hoy nos niega.



            Subimos pues, de forma muy rápida, casi, casi, cumpliendo el expediente, porque cuanta más altura se tomaba, más fuerte y frío era el viento, consiguiendo terminarla en algo más de media hora, el tiempo más rápido en el que la hemos hecho, y son unas cuantas.  Nos estrenamos en ella el 6 de mayo de 2012, ese mismo año el 14 de septiembre; en 2016 el 9 y el 30 de abril; y la última vez fue el 26 de febrero de 2022, justo un año desde esta sexta ocasión, en la que nos tenemos que guarecer en la caseta del fuerte y frío viento. 





 



            No estamos mucho tiempo y emprendemos el retorno, primero recorriendo el corto tramo horizontal, para continuar por el vertiginoso descenso, con la ayuda de cuerda fija en un par de tramos. Se deja a la derecha el escape para los rápeles, que algún día nos gustaría probar, y seguimos, pegados ya a la pared y anclados a la sirga, porque ya hay patio, aunque la vegetación lo disimule.










            Se llega a un corto paso por una cadena para encajonarnos por el estrecho paso, incluida la escalera. Unos cuantos pasos más y alcanzamos el sendero, que nos lleva a cerrar la circular y, con ello, a la pista, para regresar al punto de partida, habiendo recorrido 7,6 km, en 3h y 40’, con un desnivel acumulado en torno a los 480 m. D+/-, combinando las sendas horizontales con las verticales.


Bibliografía:

Turismo Altoaragonés. José Cardús Llanas. Heraldo de Aragón (1969)

Web:

Wikiloc   

Aragón 

Senderos Turísticos de Aragón

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación  

A0 a vista

RAE 

Geamap  

Hijo de la Tierra 





Las fotos y el track


2 comentarios:

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