viernes, 17 de enero de 2020

Valle de Sorrosal, los ecos del silencio

IXOS MONS
Tozal de Soaso (2222 m) fallido
Miércoles, 15 de enero de 2020



            “Viendo la belleza de estas colinas, el río, la extraordinaria tranquilidad de una mañana fresca, el relieve de las montañas, los valles, las sombras, lo bien proporcionado que está todo, viendo todo eso, ¿no le escribiría a su amigo, diciéndole “Vente para aquí, mira esto”?”. 

      Sabias palabras de Krishnamurti, filósofo y escritor hindú, en cuyas prédicas abordaba como tema central la transformación del ser humano mediante la meditación, el propio conocimiento, y la contemplación de la belleza. Pues a eso vamos.

Leyenda en la entrada al valle

Circo de l'Año

            Entre las cuencas de dos grandes ríos pirenaicos, como son el Gállego y el Ara, se alza una enorme barrera orográfica, una de las llamadas sierras interiores de los Pirineos, Tendeñera. Admirada, codiciada, con una belleza en su estado más salvaje, que sobrecoge a media distancia, pero que encandila, enamora, conforme te vas aproximando a ella. Brava, valiente, altiva, que conforma cantidad de lugares, de rincones, de circos, extremadamente bellos en cualquier época del año, igual por su paco que por su solano. Donde el gran Hacedor de las montañas se entretuvo, se divirtió en su Faena. Una gran desconocida para nosotros hasta hace muy poco tiempo, pero que con enorme expectación vamos descubriendo sus encantos.

Belleza salvaje

Gradas de Soaso... las otras
            En alguna de nuestras entradas anteriores, describíamos los valles y cordales que la sustentan por su cara sur. Hoy añadimos a nuestro particular libro de visitas, uno de esos valles, el más oriental, el de Sorrosal, nombre más conocido por el salto de su gran cascada junto a Broto, en su joven senectud, y que paralelamente se asciende por los fierros de su ferrata, pero que aquí, en su juventud, adquiere cotas insospechadas de belleza, y más cuanto más te acercas a su niñez, conformado por el aporte de varios barrancos, que beben de estas espectaculares montañas. Pero el principal, el que viene del mismísimo circo de l’Año, es el que no le tiene ninguna envidia a su homónimo de Ordesa. Soaso, Suaso en algún mapa, con sus gradas, que injustamente no tiene el reconocimiento del Parque Nacional. Como aquél, con unas aguas que se apresuran a abandonar estos rincones, porque saben que no tardarán en volver.

 
Evocador camino calzado
Campos con su borda
            Bueno, al tajo. Con Toño y la señá Petri nos presentamos junto al puente carretero de la N-260a, en el P.K. 486, cerca de Linás de Broto, donde comienza esta preciosa circular. Aspacico y callandico, como dice la jota, nos vamos introduciendo en este valle que, de momento, esconde más, mucho más, de lo que muestra, y que lo va a ir haciendo poco a poco. El valle tiene uno de esos ambientes, como se ve en pocos ya hoy en día, de campos con su borda, imágenes que evocan tiempos pretéritos en los que se faenaban, y que para llegar a ellos se empleaban estos caminos empedrados, con sus tapiales revestidos de musgo. Unos caminos, ya hoy casi solitarios, que sirven para subir y bajar el poco ganado que va quedando.

Puente A Pasata

En la primera cascada (foto de Toño)
            Al cabo de media hora de salir, un desvío a la derecha nos baja al puente Sarecho, que bien se puede emplear para cruzar a la margen izquierda y volver por la pista, completando así un bonito paseo. Pero nosotros queremos más. Volvemos a nuestro sendero y continuamos por él. En media hora más, otro puente, el A Pasata, que sí cruzamos, para al cabo del rato, y en un breve desvío asomarnos a la primera de las cascadas que nos ofrece el barranco. A los diez minutos, tomamos otro desvío algo más largo, para ver la segunda. Por aquí pasaremos a la vuelta dibujando un ocho, esa doble circular que hoy nos va a llevar a culminar esta extraordinaria jornada de montaña.

Las madrugadoras prímulas

Refugio d'Abozo
            En poco está ya que salimos a la pista, que tomamos hasta alcanzar el flamante recién restaurado refugio d’Abozo, inaugurado en septiembre de 2018, por la FAM, el Presidente de la DPH, autoridades locales y comarcales y representación de clubes de montaña. Nos incorporamos a la pista, y ya por el barranco homónimo vamos ascendiendo dirección a la cabecera de este valle hermanado con el circo de Soaso, por su configuración y nombre.

Tozal de Comas

Torunzué
            Nuestro camino sube más y más… pero mucho más lo hacen los montes que nos rodean. Por la izquierda, el cordal del Torunzué, bien cargado de nieve; y por la derecha, se nos van viniendo encima unas cotas más bajas con las que coincidimos en el mirar, son un par de lomas que bajan a tomar tierra desde de los enormes peñascales que se descuelgan de la Peña Otal. La raca, que se entretiene con lo más alto de esta sierra de Tendeñera, nos trae el anunciado mal tiempo, y en su deambular juguetón deja alguna ventana para la contemplación y la fotografía. Estamos en un lugar de extrema belleza, y cuyos excesos van directamente a alimentar nuestra alma mediante la contemplación.

Precioso escenario

Progresando por terreno nevado
            Estamos a dos horas del arranque, y se nos ofrece subir a ese Tozal de Soaso, de 2222 metros, lo que podría ser la guinda de la tarta de hoy. Dejamos el camino y vamos acometiendo el ascenso, buscando siempre el itinerario más cómodo. Las manchas de nieve se nos van presentando con más frecuencia a medida que tomamos altura, hasta llegar a un punto en el que decidimos sacar un cordino para seguir la ascensión. Es mucho el tiempo que perdemos, pero no se puede aquilatar en aras de la seguridad. La nieve, que comenzaba estando dura, en este tiempo se va transformando, facilitando la progresión, pero a pocos metros de la cima, no más de cincuenta, la pendiente se pone más intratable y decidimos abandonar. En la decisión ha tomado parte, además, un brusco cambio de tiempo, que la suave y soleada mañana se ha tornado en un frío y nublado mediodía.

A un paso de la cima

Bajando a la cota inferior
            El descenso lo realizamos por el lomo, en busca de la cota inferior. Lo avanzado ya de la jornada, y la orientación, restan riesgo a esta maniobra, que concluye llegando al sendero del fondo del valle, completando así el bucle superior del doble ocho del itinerario. Una vez en la pista, nos desviamos a la derecha para visitar el muy próximo ya refugio de la Faja, donde aprovechamos para echar un bocado con un sol que no termina de poder con el frente que está entrando.

Refugio de la Faja

A nuestro paso por la cascada de arriba
            Por debajo del refugio tomamos un sendero por encima del barranco de las Fuebas, que nos lleva directamente a esa segunda cascada que hemos entrado a ver subiendo. De allí a la pista se repite trazado. Y ya todo es un bajar y bajar contemplando el valle desde otro sentido y perspectiva. Se pasa por la fuente del Furco, a la que hacemos aprecio. También por el desvío al puente A Pasata, pero seguimos hasta el que nos va a llevar al puente de Sorrosal, y que si no tomáramos apareceríamos en el arranque de la pista, lo que nos obligaría a recorrer 650 metros de carretera, de este modo solo lo hacemos para cruzar este puente.

Fuente del Furco

Bella estampa
            Y así llegamos al punto de partida, dando por terminada una extraordinaria jornada de montaña por lugares en los que hemos tenido la oportunidad de hacernos uno con el paisaje, habiendo recorrido 14,4 km, en un tiempo total de 6h 15’, del que tan apenas 3 horas han sido en movimiento, con un desnivel acumulado en torno a los 1050 m D+/-. A poco nos ha sabido. Más hay que volver. Dicho queda.


Más fotos, y el track

8 comentarios:

  1. Hola Chema.

    Esa zona siempre ha sido muy poco frecuentada, ahora encima con la construcción de la carretera que une Sabiñánigo con Fiscal, pues aún menos, por lo que además de su belleza, tiene ese punto salvaje, que tanto nos gusta a algunos.

    Yo a la zona de Tendeñera, solo he subido desde Bujaruelo, porque es más corto aunque más duro. Este invierno no me importaría subir al Toronzué con los esquíes, a ver si nieva en condiciones.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo. La verdad es que no he ido mucho por ahí, pero he decir que me encanta. A Tendeñera subimos este otoño pasado, y lo hicimos desde el ibón de Sabocos, nada menos... Una sobeta.

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  2. Pues a Toño (Grupo Jacanigo) y a mi se nos apetece coronar ese bonito tozal. Así que iremos el próximo miercoles.

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    1. Pues no sé si es el mejor día... dan aguas por allí.

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  3. Al final nos fuimos al Monte Gue un día antes. Llovió todo el día...

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