lunes, 8 de abril de 2019

La Solana 32 de Jaca, seis pueblos, un corazón

ANDADAS
La Solana 32 de Jaca
Domingo, 7 de abril de 2019




            Otro año más, y ya van seis, el grupo de Andarines del Club Atletismo Jaca se dispone a organizar la “Marcha Senderista de Jaca por los pueblos de La Solana”, que recorre la mayor parte de localidades de la también llamada “Vereda Oeste de Jaca”. Ante la escasa participación y el esfuerzo logístico que representaba, se ha suprimido la distancia de 40 km. También este año, y pensando siempre, y ante todo, en la seguridad de los participantes, se ha reducido una distancia importante de carretera, que aunque local, también es digna de consideración, y en su lugar se ha incorporado un tramo de sendero inédito hasta esta edición. En resumen, que este año se ofrecen las distancias de 15 km, 23 km y 32 km. Y es este último recorrido el que un nutrido grupo de la organización se disponía a realizar para medir bien el terreno y revisar el itinerario. Y tal cual os lo contamos…

Monumento a la Jacetania, popularmente "el pelos"

Rompiendo el aire
            Las ocho campanadas del reloj del ayuntamiento se abrían paso bajo la niebla, en una mañana que prometía y que atentos íbamos a estar a ver si también iba a dar. De la plaza de San Pedro, contigua a la catedral se partía en dirección a la Ciudadela para, por sus glacis llegar hasta el “Pelos”, para transitar por el paseo de la Cantera hasta el Árbol de la Salud, e incorporarnos al Camino de Santiago, que se recorría, pasando por la ermita de San Cristóbal, que apenas luce sin su contiguo puente, hasta el de las Grajas, tomando seguidamente la pista del paco de Serés.

Al paso por San Cristóbal

Una de las varias salidas del sendero a la pista
            Como a seiscientos metros del puente sale un camino a mano derecha, que con clara vocación ascendente va burlando la pista y su remoloneo. Se pasa junto a las casas en ruinas de Marcuello y sale a la pista debajo de un abrevadero. Se continúa un breve tramo de pista y de nuevo al camino, pasando por una vieja caseta forestal… y así varias veces repitiendo tramo de sendero y pista. En uno de ellos, merece la pena salirse de la pista unos metros a la izquierda, porque encontramos un bello ejemplo de cabaña de piedra seca de cúpula circular que, junto a los muros también de ese tipo de construcción, recordemos, fueron objeto de reconocimiento por parte de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, poniendo así de relieve la importancia de los usos y tradiciones no solo para la pervivencia de aquellas gentes, sino como un elemento más en armonía con el paisaje y el medio ambiente.

Cabaña de piedra seca, en buen estado

Rompiendo el horizonte, llegando al collado de Serés
            Pero sigamos con lo nuestro, que aún nos quedan otros tres tramos más de sendero entre las lazadas de la pista para llegar al collado de Serés, punto neurálgico en estos montes para tomar varias direcciones, entre otras la ascensión al Grosín. Otra de esas opciones es la de bajar hacia la Solana, que es la que emprendemos, y que a lo largo de casi 4 kilómetros de permanente barrizal, serpentea por las faldas del monte Asieso hasta llegar a Guasillo, primera localidad de la ruta, cuya primera noticia que se tiene es del siglo X, con la  parroquial de San Adrián, del XVIII, edificada sobre los cimientos de una románica anterior. Dispone de fuente contigua.

Un alto, breve, en el collado de Serés

Salida de Guasillo
            Nos metemos por el pueblo para descender las escalerillas que acompañan al barranco Catella hasta continuar por bonito camino a mano derecha, entre tapiales, que nos sacan del pueblo y nos dirigen, ya en plena Solana hacia el siguiente objetivo, que es Caniás, a donde se llega tras cruzar el, ancho en este tramo, barranco Castelillo, que no será la primera vez que lo hagamos hoy. Se continúa hasta llegar a la siguiente población, las últimas decenas de metros por su carretera local. También histórica, datada su primera noticia en el siglo XI, con su parroquial de San Pedro, de la centuria siguiente, y también con fuente en las proximidades. Las vistas que se tienen de todo el monte Pano y Cuculo son francamente extraordinarias.

Caniás a la vista

Otro elemento del pasado y sus cuitas
            Justo enfrente se toma un sendero que nos va bajando, primero cruzando un campo yermo y luego por entre tapiales de piedra seca, con cabaña de ruinas incluida, hasta llegar al lecho del río Lubierre, que trae las esencias de los montes de Borau, concretamente de un lugar próximo a la ermita de San Adrián de Sasabe, de vital importancia también en la arquitectura histórica de estas tierras. Se cruza el río por vado de cemento y aquí viene la novedad, ya que hasta ahora, depende de años, se iba o venía río abajo, del molino de Araguás del Solano, pero para evitarnos un tramo de carretera, lo que hacemos es seguir por la pista del soto río arriba, como unos 300 metros, para tomar a la izquierda un sendero por el bosque, que era el camino de viejo que unía Araguás con Novés, y que se está recuperando.

Entrada al sendero que sube a Araguás del Solano

Entrada a Araguás del Solano
            En un cuarto de hora de ascenso nos deja en una pista muy poco transitada, que tomamos a mano izquierda, en descenso, hasta cruzarnos con otra que ya nos sube decididamente hasta el pueblo, que si no es el punto más alto de la ruta, sí lo es como población, con presencia en los escritos también desde el siglo XI, ofreciéndonos unas extraordinarias vistas sobre la extensa Solana, dominada visualmente por la Peña Oroel. La fuente la encontramos de paso, no así su parroquial, que reza a San Policarpo, y que está en lo alto, por encima del pueblo y de toda Solana.


Otro bello ejemplo de construcción en piedra seca

Casa del herrero, en Novés
            Por entre las calles se va buscando la salida a la carretera local, que como en un kilómetro nos deja en la de Aísa, que solo tenemos que cruzarla, porque sale frente a Novés, anclado en la historia desde el siglo XII, y muy vinculado, como todos de la zona a los monasterios cercanos, en los tiempos convulsos del origen del Reino de Aragón. También de la época se cree la parroquial, aunque la actual, que reza a San Pedro Apóstol, data del siglo XVII. Del pueblo se sale por la casa del herrero, y por una pista entre campos se llega hasta el río Lubierre, que tenemos que volver a cruzar como cuatro veces, una más que en anteriores ocasiones, ya que las continuas avenidas modifican el curso del río, pero actualmente no ofrece ningún problema, y más fácil será el último vadeo, ya que están construyendo un paso de cemento, concretamente en la pista que une Ascara con Abay, nuestro siguiente objetivo, al que llegamos tras recorrer un tramo cercano a los 2 km entre campos.

Cruzando el río Lubierre

Llegando a Abay, con Novés y Araguás del Solano al fondo
            A este nuestro quinto paso por poblaciones de la Solana, se entra por la trasera de la parroquial de San Andrés, también de origen románico, y con la ermita de la Asunción integrada en el casco urbano, del que se sale dirección a la toma de la carretera local, que pronto se abandona, ya que al llegar a una zona de esparcimiento infantil entramos por la pista de la derecha, y que nos lleva entre campos, y cruzando de nuevo el barranco de Castelillo, hasta Banaguás, nuestra última parada, a la que se accede también por camino entre tapiales de piedra seca.

Saliendo de Abay

Casa abacial y parroquial de San Juan Bautista
            Se alcanza la plaza donde se encuentra la enorme casa abacial y la parroquial de San Juan Bautista, del siglo XI, con ábside lombardo. Salimos del pueblo dirección al río, pasando por Villa Vicenta, y nos incorporamos a ese camino en veinte minutos, para tomar ya decidida dirección hacia Jaca, con el telón de fondo inconfundible de la Peña Oroel. En diez minutos más, y justo antes de abandonar el camino para meternos en el sendero del Columbario, merece la pena detenerse ante la imagen que nos ofrece el río Aragón, desde la altura, en una amplia curva que hace en su descenso.

Río Aragón y sus mejanas

Puente de San Miguel
            Una vez en el mencionado sendero, nuestros pasos nos llevan ya a las proximidades del puente de San Miguel, de arco apuntado, sin certeza sobre su año de construcción, pero su estructura habla de la época bajomedieval, siglo XV, declarado Monumento Histórico Artístico en 1943. Y no mucho más, subir hasta el llamado Rompeolas, en el extremo del Parque, ya en zona urbanizada, y desde donde se tienen excelentes vistas sobre toda nuestra trayectoria de la jornada de hoy.

Bello aspecto de la Solana de Jaca

            Y por los glacis de la Ciudadela nos acercamos ya hasta la plaza de San Pedro, que calla más de lo que dice, donde iniciábamos la marcha hace 6h 40’ de tiempo total, del que poco más de 6 horas han sido en movimiento, habiendo recorrido 31,5 km, y con un sorprendente desnivel acumulado total de en torno a 1250 m D+/-, por un itinerario que se ofrece como la distancia reina de la “6ª Marcha Senderista de Jaca por los pueblos de La Solana”, para la que ya están abiertas las inscripciones y cuya organización está dispuesta a acoger a todo el que nos quiera acompañar el día 2 de junio y que quiera disfrutar y mucho por estas tierras de la Solana de Jaca, compaginando la siempre saludable actividad de andar por el medio natural, con el paso por localidades que conservan ese sabor de lo tradicional, con el afán de supervivencia, en un entorno plagado de referencias históricas y arquitectónicas de primer orden para entender los orígenes de nuestra historia.   




Más imágenes de la jornada de hoy, y el track.

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