sábado, 4 de agosto de 2018

Chemin de la Mature, de paseo por el bosque de Pacq

IXOS MONS
Chemin de la Mature
Sábado, 4 de agosto de 2018



            Debido al extremo calor reinante, la Sección de Montaña del CP Mayencos ha decidido posponer la salida prevista para hoy a la Tendeñera, cambiándola por un tranquilo paseo por los bosques del sur de Francia, concretamente por los alrededores de Etsaut, por el bosque de Pacq, por el bien conocido Chemin de la Mature, con una historia ligada a las pretensiones bélicas de Luis XIV de Francia, encaminadas a la creación de una marina de guerra para la defensa de su país. A alguien oímos decir en cierta ocasión que “el adulto se diferencia del niño por el juguete con el que juega”. Habrá quien esté tentado de decir que el comentario está fuera de contexto, y puede que tenga razón, pero es tan recurrente, tan versátil, que ahí lo dejamos… porque realmente, qué estaba en juego, la supervivencia de un pueblo o la vanidad de un gobernante. Es algo que nunca sabremos, pero que el implacable destino se habrá encargado de juzgar. Con total seguridad. De todos modos, habrá que reconocer los méritos de esas gentes que horadaron la roca… en los Monegros lo tuvieron más fácil.

Preparados para la marcha

Tablillas informativas
            Casi da un poco de reparo escribir sobre una ruta tan archiconocida, pero lo vamos a hacer. Para acceder a este lugar, desde Jaca, tenemos que tomar la N-330, que a través del túnel del Somport nos comunica con la N-134 que callada transcurre por el Parque Nacional de los Pirineos del país vecino. Como a 7,8 km de la salida del túnel, dejamos el nuevo trazado de la carretera para meternos a la derecha al pont de Cebers, al cabo del cual continuamos también por la derecha, dejando atrás un aparcamiento; seguimos por la estrecha pista asfaltada como unos 900 metros más, hasta una curva cerrada a la izquierda, donde podemos dejar el vehículo.

Vista aérea del fuerte de El Portalet

El profundo barranco de Le Sescoué
           Un poste con tablillas nos introduce al camino, que al cuarto de hora ya nos sube hasta el final  del barranco de Le Sescoué, al que vamos a acompañar durante el tiempo que nos dure el tránsito por este singular recorrido tallado en la piedra. Lo primero que nos llama la atención son las vistas hacia el fuerte de El Portalet, una construcción para la defensa en caso de invasión española, como los hay en nuestro lado en perfecta simetría castrense. Unas vistas, decimos, aéreas, solo permitidas por la elevada posición que sobre él vamos teniendo. De cualquier modo, estamos ya sobre decenas de metros en la vertical del barranco, y cualquier mirada a algo que no sea el suelo donde pisamos, requiere detenerse. Vamos tomando altura con la misma decisión que lo hace este camino por las entrañas de la roca, que hace que lo atravesemos con gran respeto.

Primeras bordas

Entrada al bosque
            Un camino cosido verticalmente, tanto hasta llegar a él, como a partir de él, por cantidad de vías de escalada de diversa dificultad. Media hora casi conteniendo la respiración por respeto hacia esa roca robada, por respeto hacia esa gente que se dejó parte de su vida en ello, por respeto al lugar en donde estamos, por respeto al entorno. Media hora hasta entrar en el bosque, un profundo hayedo que nos acompaña, y que en otra media hora más nos hace pasar por el cruce, cuyo ramal a la derecha tentados estamos de seguir, porque es el que nos llevaría a Astún pasando por los lagos de Ayous, pero para ello teníamos que haber previsto allí un vehículo… bueno, para otra vez será.

La magia se viste de bosque

Los prados se mantienen verdes
            Seguimos, pues, en dirección al col d’Arras, que es nuestra faena de hoy. Tramos de bosque y praderíos se alternan hasta llegar en otra media hora a un singular abrevadero de madera, un largo tronco en cuya oquedad se serena el agua que sale de una fuente, quizá uno de los troncos que se salvó de haberse convertido en mástil. De aquí al col d’Arras un suspiro, que con sus 1280 metros de altitud sirva de cima de hoy. A partir de él, nos volvemos a revestir de la magia del bosque de hayas que, en menos de una hora el camino calzado nos deja en la carretera asfaltada, pasando antes por la entrada de casa Beoluté, una antigua cabaña pastoril reconvertida en lugar de alojamiento entre la paz del entorno.

Las ninfas del bosque

Caminos calzados de regreso
            Diez minutos de bajada por el asfalto nos lleva a los vehículos, tras haber recorrido casi 8 km, en 3 horas de tiempo total, del que dos y media han sido en movimiento, para salvar un desnivel acumulado de en torno a 850 metros D+/-.

                         





Wikiloc: https://www.wikiloc.com/hiking-trails/chemin-de-la-mature-27225144

2 comentarios:

  1. Hola Chema.

    Una circular corta pero muy intensa, si nosotros nos tenemos que detener para admirar el paisaje, no me quiero ni imaginar picando piedra, que miedo!

    Si no recuerdo mal se puede alargar la circular hasta los lagos d'Ayous, haciendo algún pico, sin necesidad de un segundo coche, eso si, se alarga bastante más.

    Nosotros mañana nos acercaremos al vecino del Tendeñera, el Otal.

    Un saludo

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