domingo, 3 de junio de 2018

V Encuentro Provincial de Clubes, por los montes de San Esteban

ANDADAS
V Encuentro Provincial
Clubes de Montaña
Binéfar (La Litera)
Sábado, 2 de junio de 2018




            A mitad de la última década del siglo pasado, las inquietudes de un grupo de montañeros de La Litera, eran canalizadas a través de la creación de un club, el Club Litera Montaña, que con sede en Binéfar, moderna capital de la comarca más oriental del Prepirineo aragonés, comenzaba su andadura aglutinando a más y más miembros para el ejercicio de forma federada de las diversas facetas del amplio mundo del montañismo.

Recepción en el polideportivo El Segalar

            En el año 2013, la FAM ponía en marcha la iniciativa de promover un encuentro anual de clubes de la provincia de Huesca, que ya ha arraigado tras estas cinco celebraciones. Ese año era el Club Montañeros de Aragón de Barbastro el encargado de iniciar el ciclo. El segundo encuentro lo organizaba en 2014 el Club Pirineísta Mayencos, de Jaca. El relevo lo tomaba al año siguiente el Centro Excursionista Ribagorza, de Graus. Tras un año inactivo el encuentro debido a cuestiones de agenda, reanudaba su singladura en 2017 a cargo del Club Atlético Sobrarbe, de Aínsa, en colaboración con el Club de Montaña Nabaín, de Boltaña, llegando ya al tiempo presente, cuyo quinto encuentro corría a cargo ayer, como decimos, del Club Litera Montaña, de Binéfar.

Rocódromo en el interior del polideportivo

Por los caminos
            La jornada comenzaba con la recepción en el polideportivo El Segalar, de Binéfar, donde el presidente del club anfitrión, Florencio Pinacho, daba la bienvenida a la treintena larga de asistentes. Le seguía en el uso de la palabra Luis Masgrau, presidente de la FAM, quien resaltaba el valor de estos encuentros para hacer más tupido el tejido asociativo del mundo montañero de la provincia. Antes de abandonar el recinto, nos eran mostradas con gran satisfacción las flamantes instalaciones de rocódromo y búlder, que con gran tesón han conseguido.

Entre areniscas y campos de cultivo

Árbol y roca, pareja indivisible
            Seguidamente nos desplazábamos hasta San Esteban de Litera, base de operaciones de la jornada, recalando en el complejo de piscinas, donde dejábamos los vehículos y nos disponíamos a realizar la visita guiada a los alrededores. Una visita que comenzaba dirigiéndonos hacia el cerro donde se encuentra la ermita, de reciente factura, de San Isidro, no sin antes entrar a alguno de los “alchups”, nombre que se le da por aquí a los aljibes de circunstancias excavados en la roca arenisca. Estamos en una zona denominada de “Las Forcas”, donde los estudiosos creen que existió una importante población islámica, quizá la precursora del actual emplazamiento de San Esteban, a juzgar por los vestigios dejados en estas rocas tan maleables, debido al alto grado de erosión. Un lugar, con nombre de santo hoy, quizá para contribuir al borrado de la huella “infiel”.



Camino a la ermita de San Isidro

Vista de la ermita
            Una ermita ésta de comienzos del presente siglo, y que viene a conciliar, consciente o inconscientemente los ancestrales ritos con origen en las fuerzas de la naturaleza, los vientos, el sol, las aguas, las rocas, la vegetación… con un intento, innecesario a nuestro juicio, de encerrar toda esa explosión de júbilo entre cuatro paredes. La vida no se puede acotar, ni tampoco su culto. Es en los elementos de la naturaleza en los que encontramos la vida y su origen, pero cada uno tiene sus opciones, que debemos de respetar.

La vegetación va fagocitando el anticlinal
Busto de Labordeta
            Desde el alto de la ermita se puede apreciar una amplia panorámica a los cuatro costados, destacando en primer plano esas formaciones areniscas que, como grandes crestas azotadas por los vientos y las aguas, no quieren dejar de manifestarse recorriendo buena parte de este Prepirineo, concretamente en ésta, la llamada el Anticlinal Barbastro-Balaguer, y que dan lugar a antiguos aljibes, lagares, incluso posiblemente tumbas antropomórficas. Y por estas cercanías nos dábamos una vuelta, bajando a un entorno de viejas tablas agrícolas, entre las que se suceden estos promontorios plagados de simpáticas y artísticas esculturas agrupadas por temas, fundamentalmente de animales, aunque también las hay de personajes célebres, como Costa, Goya, e incluso el reciente Labordeta.

Cabra pirenaica

La "Roca Foradada"
            De nuevo a la ermita para volver a descender por otro camino, que nos permite subir a la “Roca Foradada”, que como su nombre indica, alberga un agujero de grandes dimensiones. Una vez llegados a la carretera ascendemos por el barrio de San Roque hasta el castillo, del que sólo queda la torre restaurada no hace muchas décadas, en otro de los altozanos que circundan la población, y desde el que también se tienen buenas vistas sobre los montes comarcales más importantes, como el Buñero, San Quílez… incluidos en el libro “100 cimas, 100 paisajes. Aragón comarca a comarca”, editado por PRAMES recientemente.

Discurriendo por las enormes crestas de arenisca

Camino del castillo
            Para terminar la visita por los alrededores no queda más que bajar al pueblo, y una vez reunidos todos frente a la parroquial de San Esteban, de singular fachada, acercarnos a las piscinas, donde a propuesta del club organizador se abría un debate sobre la importancia de la formación en los clubes, que iniciaba y moderaba José Ángel Fernández, responsable de ese área en el club anfitrión, y en el que se destacaba la polémica entre la actividad benévola vs profesional. A continuación, y como no podía ser de otra manera, se cerraban los actos en torno a una mesa, en la que los asistentes tuvimos la ocasión de seguir departiendo, intercambiando impresiones e inquietudes con unos y otros clubes. 

Momento de descanso y contemplación

            Y con la toma del testigo por parte del Club Javieres de Huesca para el próximo año, se daba por concluida esta jornada de convivencia montañera, cuya celebración está fijada anualmente para el primer sábado de junio. Una convivencia a la que le deseamos larga vida, ya que constituye un elemento más de cohesión entre los clubes, que tanto esfuerzo cuesta sacar adelante.

La ocasión merece un brindis

            Muchas gracias a la FAM, a estas jornadas, a los clubes organizadores… y hasta el año que viene, que de la mano de los Javieres nos volveremos a encontrar por tierras oscenses.





2 comentarios:

  1. Muchas gracias Chema por tu participación y por esta magnifica cronica.
    Un abrazo y hasta pronto

    ResponderEliminar