domingo, 10 de junio de 2018

Inauguración GR 11, en el entorno de Lizara

AQUERAS MONTAÑAS
Puntal Alto de Foratón (2154 m) 

Espelungueta (1901 m)  
Sábado, 9 de junio de 2018




            Tras los trabajos de adecuación del GR 15 o Senda Prepirenaica, a Sendero Turístico de Aragón, se inauguraba oficialmente en octubre de 2015. A continuación le tocaba el turno al GR 11, la Senda Pirenaica que recorre nuestra cordillera de mar a mar, y que en nuestro lado aragonés discurre por las cuatro comarcas fronterizas. En la más occidental, La Jacetania, había un tramo que hablaba francés, y aunque las montañas no entienden de fronteras ni de lenguas, los despachos sí, y como es ahí donde se deciden las actuaciones que afectan a cada territorio, al convertir el sendero balizado decano aragonés a Sendero Turístico de Aragón, el GA instó para que se buscara una alternativa.

Valle de los Sarrios e ibón de Estanés, tomada desde el Ol'Ibón

Sirga de apoyo para el Paso de la Oreja
            Como miembro del Comité de Senderos de la FAM por la comarca de La Jacetania, recogimos el guante y nos pusimos manos a la obra hasta obtener ese recorrido alternativo, que discurriera íntegramente por nuestro territorio. Se consiguió desviándolo desde el ibón de Estanés hacia el sur, incluyendo el tránsito por el Valle de los Sarrios, uno de los rincones más alpinos de los Valles Occidentales, puerto de Bernera, plana Mistresa, con final de etapa en el refugio de Lizara, para de hecho aprovechar el binomio sendero-refugio, necesario para una gran mayoría de caminantes.

Jornada incluida en la campaña "Aragón a pie por GR", en otoño pasado

Señalización de altura
            Para alcanzar el trazado anterior, con final de etapa en Candanchú, se buscó la alternativa por el collado del Bozo, barranco de Igüer, foyas de Aragüés, puerto de Aísa, Esper, Loma Verde, Tortiellas, paso del Pastor y Tobazo. También se aprovechó para incluir alguna modificación en la variante GR 11.1, de modo que teniendo como puntos clave a Lizara, Canfranc y Candanchú, se queda marcada una circular que da la vuelta al macizo del Aspe en tres jornadas, con acceso en vehículo a los tres principios/finales de etapa. De todo ello ya dimos buena cuenta aquí.

Aspe y Llena de la Garganta, desde el puerto de Aísa, o mirador de Esper

Todo preparado para los montañeros
            El año pasado se concluyeron los trabajos de adecuación y señalización, según dicta el Decreto de Senderos Turísticos de Aragón 159/2012, de 19 de junio, no solo de estas modificaciones, sino en general de todo el recorrido aragonés, y ha sido este sábado cuando se ha celebrado la inauguración en el refugio de Lizara, a donde hemos acudido con mucha ilusión para ver disfrutar a cientos de personas, amantes de las montañas, de una jornada de convivencia para la que cualquier excusa es buena, siendo ésta especial, al menos para uno, que ha sido partícipe activo en esta modificación necesaria, quizá la mayor de todo el GR 11 aragonés, y que con el esfuerzo de todos, pero especialmente de la FAM y de los convenios suscritos con el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Huesca, se ha podido sacar adelante.

Llegada del último autobús

Un buen número de participantes se dirigen al collado del Bozo
            Al filo de las diez de la mañana terminaban de llegar los últimos participantes al entorno del refugio, que tras recoger sus credenciales, se distribuían en alguna de las tres rutas propuestas: el collado del Bozo, con extensión al Napazal, la plana Mistresa, con extensión al puerto de Bernera e ibón Biello, y el collado del Foratón, con extensión al Puntal Alto del Foratón, Crestas del Gallo y pico Espelungueta, que es por la que personalmente nos decantamos. Tres rutas tuteladas por miembros del club local de montaña Lo Bisaurín, con la colaboración del cheso Asamún.

El Bisaurín se despereza

Cuatro mayencos en la ruta de Mistresa. Imagen de Javier Lacadena
            Las tres tienen lo suyo. Las tres tienen su encanto. A través de cualquiera de las tres se podía internar uno en la montaña para profundizar en esa simbiosis con un paisaje brutalmente favorecido por las lluvias, en ocasiones intensas, de estas últimas semanas, por no decir meses, y que se han sucedido tras un invierno también muy benéfico en cuanto a nieves. Unos paisajes, decimos, que rezuman agua y verdor por los cuatro costados, y que llaman la atención conforme vas entrando en el valle de Aragüés y vas subiendo en busca de este extraordinario emplazamiento que es Lizara, donde nace el Osia, río que lo surca.

Otro grupo mayenco, en el collado del Bozo. Imagen de Josemari Bonet

Sierra de la Estiva, con Napazal y Mesola
Imagen de Josemari Bonet
          La ruta del Bozo asciende hasta ese collado, paso natural para la cabecera del valle de Aísa, y de donde arranca esa sierra de la Estiva, que parte hacia el sur perpendicular al eje pirenaico, y que cierra al este el valle de Aragüés del Puerto. Desde él se obtienen vistas hacia Napazal y Rigüelo en primer término, que soportan la zapata de toda la sierra de Aísa, con las Llanas y Aspe. Una vista que se prolonga hacia la Madalena y más allá, alcanzando hasta la mismísima Collarada, techo de la comarca.

Ibón Biello, aspecto que tenía ayer. Imagen de Javier Lacadena

            La ruta de Mistresa se adentra por el barranco de Bernera hasta esa plana, desde la que se abre un mundo de posibilidades, entre las que está la prolongación a esta propuesta, alcanzando el puerto de Bernera, en cuyas orillas hiberna plácidamente el ibón Biello, y desde cuyas proximidades se puede contemplar ese valle de los Sarrios, espectacular en cualquier época del año.

Subiendo hacia el collado del Foratón, al fondo

Agüerri, Secús y Bisaurín
            Pero la que nos interesaba personalmente era la del Foratón, puesto que queríamos conocer la extensión hacia el pico de la Espelungueta. Y ahí marchábamos con Gustavo, sorprendentemente tan solo 9 personas, guiados por Luis, de Lo Bisaurín, mientras el resto de miembros del CP Mayencos lo hacían en las otras dos rutas. Bien. Tomamos el GR 11 un tramo breve, porque enseguida se marcha hacia Mistresa, continuando nosotros por la variante GR 11.1. Tras hora y cuarto, y dejadas atrás la Fuenfría de Abajo primero y la de Arriba después, y con un frío viento huracanado, llegamos vestidos de zetas al collado, que a casi los dos mil metros, muga con el TM de Hecho. Aquí se nos abre la vista hacia ese valle. A continuación del Bisaurín, que anda con la cabeza en otra parte, y tras el tajo de Taxeras, la serranía sigue por los Aguerri y la peña Valencia, que se asoma ya a la Boca del Infierno. Si seguimos el GR 11.1, al menos visualmente, tenemos los llanos de Dios te Salve y Plandániz, para alcanzar Gabardito. La Peña Forca también anda en sus cosas, lo que no sabemos es si serán las misma que las del Bisaurín.

Subiendo hacia el Puntal Alto del Foratón

Collado del Foratón, con vistas a Lizara y sus montes
            En el collado del Foratón, Xabier, Marguereta y otra compañera, estando próximos ya a culminar su punto de disfrute, deciden regresar tranquilamente al refugio. Mientras, los otros seis, comenzamos a hacer uso de la extensión de esta ruta, que continúa hacia el sur, para llegarnos al Puntal Alto del Foratón, que con sus 2154 metros es el punto más elevado de la misma. Aquí se nos abre la perspectiva de la Sierra de Gabás, que a través de las Cutas se dirige hacia el Ramírez, encima ya de Hecho. También la Sierra de Maíto comparte con nosotros su primaveral esplendor, una sierra que custodia Urdués, otra de las poblaciones de estos valles. Pero nosotros tomamos la más oriental, unas lomas que se suceden en un continuo sube y baja que da origen a su nombre, las Crestas del Gallo, una serie de promontorios que hay que ir sorteando por uno y otro lado para hacer más fácil el tránsito junto a pequeños roquedos que los conforman.

Camino a la Espelungueta

Valle de Aragüés del Puerto, tomada desde la Espelungueta
            Pero el mayor de todos ellos, roquedos decimos, es el pico de la Espelunguera, o Espelungueta, que llaman por aquí. De cualquier modo, su nombre tiene su origen en “espelunga”, o “espelunca”, que en aragonés significa cueva. Y no es extraño debido a lo kárstico del terreno. Bueno, pues a por él vamos, y alcanzamos tras bajar a unos puertos que gustan mucho a los sarrios, y en los que conviven la tasca de alta montaña con los pinos que se atreven con estas altas cotas. Un punto éste del puerto al que hay que volver para continuar el descenso. Pero mientras tanto, nos alzamos a los 1901 metros de esta Espelungueta, algo más baja que su vecina de Gabás, pero que goza de mejores vistas que ella, ya que el asome a todo el valle, con sus poblaciones de Aragüés del Puerto y Jasa, es un todo un lujo.

La peña de Gabás y las Cutas

Nieve en uno de los barrancos,
posiblemente el de la Cueva del Oso
            El gigante local, Bisaurín, ha decidido bajar de las nubes y tratarse con los mortales, mostrándonos su mejor cara, con la cabeza fría y unas faldas por las que se desliza suavemente el manto nivoso que se resiste a marchar, sin saber si va a volver el invierno próximo. Estamos en uno de esos sitios, ¡y hay tantos!, de los que no nos bajaríamos, pero… hay que hacerlo. Y lo hacemos destrepando lo trepado y bajando a ese puerto, para tomar el llamado camino de las vacas, que tras cruzar algún barranco, incluso con nieve, y algún tramo delicado de margas, nos lleva al GR 11.1 por encima de la Fonfría de Abajo, para alcanzar enseguida el refugio al cabo de algo menos de cuatro horas desde la partida.

Llegada a la carpa del refugio

Momento de la inauguración oficial del GR 11
            Son algo pasadas las dos de la tarde cuando llegamos a esa carpa montada para cobijar a los que, desde diversos puntos de Aragón, hemos acudido a este entrañable acto, cuyo acto oficial comienza tras el regreso de los caminantes de las distintas rutas. Un acto presidido por Maribel de Pablo, Diputada Provincial de Desarrollo por la DPH, Montse Castán, Presidenta de la Comarca de La Jacetania, Ángel Casajús, Alcalde de Aragüés del Puerto, José María Miranda, Alcalde de Jasa, y Luis Masgrau Gómez, Presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo, y que representa al colectivo de montañeros, primeros beneficiados de estas instalaciones deportivas, como son los senderos balizados y los refugios, binomio al que hacían referencia en sus declaraciones.

Aspecto del comedor en el acto inaugural

            La jornada culminaba con una comida de hermandad bajo esa carpa que nos protegía del azote de unas lluvias desatadas, que nos dejaban hacer por la mañana, en una nueva incursión por nuestras queridas montañas, en esta ocasión para celebrar la culminación de unos trabajos de acondicionamiento y señalización del sendero más emblemático de Aragón, el GR 11, y su puesta de largo.


Foto de familia del CP Mayencos. Imagen de Álex Lacadena


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