martes, 14 de febrero de 2023

Barlagne, sobre le Chemin de la Mâture de Issaux

                                                                      Año XII. Entrega nº 799


A TUCAS ALBARS
Barlagne (1797 m)
Domingo, 12 de febrero de 2023

                “Tú me quieres alba,

                Me quieres de espumas, 

                Me quieres de nácar. 

                Tú me quieres nívea, 

                Tú me quieres blanca, 

                Tú me quieres alba”.

            Fragmentos de la antología poética de Alfonsina Storni (1892-1938).



           No sé, igual está sacado de contexto, pero nos ha llamado la atención porque bien se pueden aplicar estos versos al alba, al nácar, a la espuma, al blanco inmaculado de la nieve, en definitiva, algo de lo que hemos podido disfrutar hoy. Pero detengámonos por un momento en la figura de esta poetisa argentina, de origen suizo. Fue una de las precursoras del feminismo, plasmado en el perfil de sus escritos, diagnosticada de cáncer, incluso operada, sin éxito, le llevó a una profunda depresión, optando por acabar con su vida tirándose por la escollera del Club Argentino de Mujeres, en Mar del Plata. Alguna versión romántica, que ha quedado como leyenda, cita lo que consideraría Alfonsina como una elección del libre albedrío, que se adentró lentamente en el mar, algo que sirvió a la cantante de música folclórica, su compatriota Mercedes Sosa, para componer la bellísima canción de Alfonsina y el mar. 

 

Te vas Alfonsina con tu soledad

¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?

Una voz antigua de viento y de sal

Te requiebra el alma y la está llevando

Y te vas hacia allá como en sueños

Dormida, Alfonsina, vestida de mar.



            Algo podríamos hablar también sobre esta horrible enfermedad que consume cuerpos y psiques, de su naturaleza, de sus objetivos, pero no es el momento ni el lugar, preferimos hacerlo sobre la vida y las montañas, que son las que nos la dan. Hoy vamos a pasar una jornada algo distinta, y decimos eso porque no nos prodigamos, precisamente, por la vertiente norte de los Pirineos, esa que en los mapas viene rotulada por las personas, como “France”, fruto de algún convenio, sin contar con ellas, por lo tanto, pasan de todo eso. Pasan de todo eso, decimos, y nos ofrecen sus mejores galas, porque desde las grandes nevadas de hace como un mes, y el frío posterior, permanece sobre todo en los pacos, y lo hace para disfrute de los que allí nos acercamos, y que en este concreto lugar hemos sido pocos, muy pocos, tan solo el amigo Manuel y servidor picapedrero.


            Y ¿a qué sitio hemos ido? Bueno, mejor dicho, ¿a qué sitio nos ha traído Manuel? Pues a un bosque precioso, coronado por un monte sin nombre en esos mapas, ni siquiera en el oficial del IGN francés, lo que nos ha dado la opción de bautizarlo, siguiendo la estela de otras reseñas, con el nombre de ese bosque, Barlagne. No llega, por poco, a los 1 800 msnm, realmente muy poco por encima de nuestra familiar Peña Oroel, pero la arquitectura geomorfológica de los Pirineos hace que esta se considere parte de las Sierras Exteriores, y la que nos va a acoger hoy se pueda ver como Pirineo puro, al menos esa apariencia tiene, aunque diste muy poco de la depresión de Olorón. Ya hemos dado una pista de por dónde nos encontramos.




            Sí, en le Gave d’Aspe, de modo que hay que cruzar el puerto de Somport, algo que hacemos por el túnel, y a unos 24 km de la frontera, por la N 134, encontramos el desvío a la izquierda que nos indica la dirección de Lées-Athas, dos pequeñas poblaciones que alcanzamos por la D 237, para tomar desde esta última, la D 441, que definitivamente nos lleva a nuestro punto de arranque, a unos dos o tres kilómetros de haber coronado el puerto de Bouesou, por una carretera que nos llevaría a la Pierre St-Martin o a Arette a sus pies. Bueno, llegados a este punto, observamos que estamos en el entorno del Chemin de la Matûre de Issaux, pero que no se extrañe nadie, porque ese famoso que está excavado en la roca, frente al fuerte de Portalet, no es el único. 



            Hay anuncios de que la carretera está cerrada, suponemos que por la nieve, pero no llegamos hasta el corte, teniendo nieve desde el mismísimo arranque, que lo hacemos Manuel con esquís y yo con raquetas. Estamos en un abetal típico pirenaico, en el que se van intercalando grandes ejemplares de acebos. Nos introducimos en una pista que no da tregua desde el comienzo, y que nos va llevando por el bosque. Al cabo de media hora la abandonamos para introducirnos en el bosque, se supone que por un sendero, y tras ir sorteando enormes abetos y acebos, se sale a una explanada, para volver a entrar en el bosque y salir de nuevo a un descampado de fuerte pendiente, llegando ya a una ante cima, con unas magníficas vistas, pero que se mejoran con la auténtica cima, que se consigue pasando por una vaguada y subiendo los metros finales. Dos horas y tres cuartos hasta aquí.




            En el frente sur le Rocher de l’Osque, con el característico paso homónimo, a su izquierda les Tourelles, y a su derecha, se pueden apreciar los remontes de la estación de invierno de la Pierre St-Martin. Por el valle formado entre todo ello y donde nosotros estamos, se traza el GR 10 francés, concretamente la etapa 35, que discurre entre Lescun y Santa Grazi, pasando por la citada estación. Las vistas hacia el norte se desvanecen hacia la depresión de Oloron. 







            Bueno, y poco más, vuelta por donde hemos venido… más o menos, hasta llegar al vehículo habiendo recorrido 7,3 km, en 4 horas y 40 minutos, con un desnivel acumulado entorno a los  900 m D+/-.


Web:

Youtube  

Bernard64000  

Resa Tourisme 64  

Travesía pirenaica  

RAE 

Geamap  

Hijo de la Tierra 







Las fotos y el track, que no tiene por qué ajustarse a los senderos de verano




 


lunes, 13 de febrero de 2023

Peña Oroel, desde Jaca por sus nevados caminos

                                                                  Año XII. Entrega nº 798


MONS CON NIEU
Peña Oroel (1 769 m)

Sábado, 11 de febrero de 2023


El pañuelo que me diste

todos los días lo lavo,

con lágrimas de mis ojos

al ver que me has olvidado.

             Copla extraída del Cancionero Popular de la Subbética Cordobesa, de Enrique Alcalá Ortiz. 

           Y es que la labor de lavandera ha sido como un oficio, no remunerado, a través del que se tenía ocasión de juntarse a las mujeres, que eran quienes lo practicaban. Un duro trabajo que realizaban nuestras antepasadas, con un alto contenido social.



            Y así comenzamos hoy. Fuente de Baños, ubicada en unos antiguos lavaderos del siglo XVIII, recuperados por el ayuntamiento, cuya denominación es la de Baños Reales de Jaca, cuya limpieza y desescombro fue llevada a cabo por el grupo Scout Calasanz, con la colaboración de la Asociación Sancho Ramírez, en 1991. Hoy en día es uno de los escasos ejemplos de arquitectura popular civil de ese siglo en Aragón, siendo el escenario para las celebraciones del Día de la Mujer Trabajadora, como homenaje a todas esas mujeres que han pasado por aquí a lo largo de todo este tiempo. Es el único que se conserva de los tres que había, este era conocido como los “Baños Viejos”, y era de propiedad real. Los otros dos eran los “Baños Nuevos”, gestionados por los templarios; y los “Baños Judíos”. Recientemente (2021) se ha procedido a una nueva limpieza y reparación por parte del Programa de Cualificación Inicial de Operario de Jardinería y Albañilería del ayuntamiento jaqués.


          Pues eso, ahí comienza nuestra ruta de hoy, en una fría pero radiante mañana. Todo un clásico esto de subir a la Peña Oroel. Decenas de veces lo hemos hecho ya, pero siempre es como nunca, siempre hay algo especial que nos motiva a repetir y repetir. En esta ocasión, acompañando a Bea en sus entrenamientos y, como en pocas, salimos andando desde Jaca, en concreto desde los descritos lavaderos. Se cruza el río Gas y se continúa, dejando a la derecha el Club de Tenis. Seguidamente, tomamos el ramal de la derecha con fuerte pendiente y arriba, en el cruce, dejamos que el de la derecha vaya al camino de las Calzadas, optando nosotros por el de la izquierda, que pronto nos vamos a topar con la nieve, por la que se puede transitar bien debido a su dureza y poca inclinación del terreno.


            A la media hora se termina la pista, debiendo continuar por sendero, justo cuando un cartel nos anuncia que entramos en ENP del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel que, dicho sea de paso, es el tercero creado oficialmente en España por Real Orden del 30 de octubre de 1920, denominado inicialmente como Sitio Natural de Interés Nacional de San Juan de la Peña, y que solo abarcaba el espacio de los dos monasterios. Se estrecha el barranco de Acín, debiendo cruzarlo en dos ocasiones y, tras pasar por la fuente de San Salvador, se alcanza la carretera del Parador, para tomarla unas decenas de metros a la izquierda hasta llegar a él, donde nos ponemos los crampones ligeros, que nos permitirán subir con más comodidad y seguridad… y mucho más bajar. Hora y veinte hasta aquí. 







            A partir de aquí, la consabida ruta de las 33 curvas hasta llegar al collado de las Neveras, donde el bosque nos permite admirar el paisaje, cercano y lejano, a uno y otro lado. El tránsito por la cornisa se nos antoja un tanto arriesgado, y tomamos un sendero un poco más abajo, que nos lleva al camino habitual, y con él hasta la Cruz, a la que llegamos en tres horas y cuarto desde Jaca. Aun archiconocidas las vistas, siempre que subimos pasamos lista de los montes a ver si están todos… y sí, lo están. Contemplación a los cuatro costados, la mañana da pie para ello. Y con las misma, para abajo, por el mismo itinerario, collado, Parador, San Salvador y lavaderos. 





            Una bonita mañana pasada en buena compañía, habiendo recorrido 17,2 km (más los 2 de ida y vuelta andando a casa), en 6 horas (más la media de ida y vuelta también), con un desnivel en torno a los 1 005 m D+/-.


Web:

Lavanderas y lavaderos en el Cancionero Popular de la Subbética Cordobesa 

Jacetania Expres  

Jaca  

RAE  

Geamap  

Hijo de la Tierra  





Las fotos y el track (reconstruido manualmente al haber perdido el original)




sábado, 11 de febrero de 2023

Atarés - Bco. Fondo - Sesún - Pereretas - Atarés, a los pies de los monasterios

                                                                  Año XII. Entrega nº 797


MONS CON NIEU
Atarés-Bco. Fondo-Sesún-Pereretas-Atarés
Jueves, 9 de febrero de 2023

            “Ego Joannes hujus Eclesiae conditor, primus habitator, qui oba moren Dei, spreto hoc praesenati saeculo, ut potui, hanc Ecclesiolan fabricabi, Santoque Joanni Baptistae consecravi; inqua vixi diutius eremita, nunc mortuus in Dómino requiesco, Amen”. Inscrito en una piedra junto al cuerpo incorrupto de Juan de Atarés, encontrada por el joven Voto a principios del siglo VIII. Texto que facilitamos en castellano:

            “Yo, Juan, el fundador de esta Iglesia, el primer habitante, que obedecí a la muerte de Dios, desafiando como pude este siglo presente, construí esta Sala Eclesiástica, y la consagré a San Juan Bautista; en la cual viví por mucho tiempo como un ermitaño, ahora estoy muerto y descansando en el Señor, Amén".



           

            No vamos a hablar hoy de San Juan de la Peña, que ya lo hemos hecho en varias ocasiones, pero sí ofrecemos esta cita que hemos encontrado en viejos libros, referida a uno de sus habitantes, que dejó su cercana aldea para dedicar el resto de su vida al retiro y oración en aquellos oscuros tiempos. Lo hizo bajo las peñas de lo que se erigiría posteriormente como el monasterio al que le dio nombre, y cuyo cuerpo fue encontrado por Voto que, junto a su hermano Félix, protagonizaron la legendaria fundación de lo que se convertiría en un cenobio benedictino, regio monasterio, clave en los orígenes de la historia de Aragón. Pero hoy, como decimos, únicamente entresacamos ese fragmento para centrarnos en esta aldea con ayuntamiento propio en 1834, y anexionada al municipio de Jaca en la década de los 60 del siglo pasado.


            De este poblado podemos decir que Ubieto da como primera mención, en el Cartulario de San Juan de la Peña, nº 69, el 22 de agosto de 1036, cuando se cita al “señor Jimeno Garcéiz en Atarés”. En el Cartulario de Santa Cruz de la Serós nº 44, se cita que “en 1188 Alfonso II de Aragón dio a Santa Cruz de la Serós el castillo y la villa de Atarés a cambio de Aísa y Villanúa”. Se sabe de la existencia de antiguos poblados en sus tiempos pertenecientes a Atarés: Cheverraza, San Úrbez, Paduls, la Pardilla, Santa Graciela, Charné, Baranguá, la Torraza y Jarne.  



            Pues de Atarés partimos para darnos una vuelta en torno al barranco homónimo, pero nos encontramos la pista con más nieve de la que preveíamos como para volver por el otro lado del barranco, que es paco y aún va a haber más, de modo que recorremos entera la pista, hasta su término en un campo, como algo más de una hora, pisando nieve dura, y a tramos hielo. Hemos dejado atrás la entrada a barranco Fondo, así que regresamos para tomarlo como opción y no regresar a Atarés por donde hemos venido. A primera vista no se ve mucha nieve. En media hora nos presentamos en la carretera A-1205, a la altura del puerto de Oroel para, sin cruzar la carretera, tomar la pista que se nos abre a la izquierda, en la que encontramos nieve, y que nos lleva hasta la pardina Sesún, donde termina la pista.












           A partir de aquí se sigue por sendero, o es lo que tenemos que ir adivinando, porque seguimos con el piso nevado, y a tramos con unos 40 cm de espesor. Media hora más y llegamos a lo que queda de la borda y corrales de la pardina de Pereretas, donde aprovechamos para echar un bocado al sol, que no lo tenemos a lo largo de toda la mañana. Continuamos, y en diez minutos nos incorporamos al sendero que viene de monte Guaso. Seguimos por nieve. Otros diez minutos para alcanzar el cruce y seguir dirección Atarés por el GR 65.3.2, para llegar, finalmente al pueblo, lo que nos lleva tres cuartos de hora más.







            Cerramos la circular en Atarés, tras 15,6 km, recorridos en 4 horas, habiendo superado un desnivel acumulado de en torno a los 390 m D+/-, en una mañana que ha sido en lo meteorológico más amable de lo que se esperaba.


Bibliografía:

San Juan de la Peña. Francisco Oliván Baile. Autoeditado (1952)

Los monasterios de San Juan de la Peña y Santa Cruz de la Serós. Francisco Oliván Baile. Autoeditado (1969)

Gran Enciclopedia Aragonesa. Tomo II. Ana Isabel Lapeña Paúl. Unali (1980)

Historia de Aragón. Los pueblos y los despoblados I. Antonio Ubieto Arteta. Anubar (1984)

Web:

Románico aragonés

Despoblados medievales Huesca

Senderos FAM  

RAE  

Geamap  

Hijo de la Tierra





                   Las fotos y el trackque no tiene por qué ajustarse a los senderos de verano.