CARRERAS MONTAÑA
I Ultra Trail Cazadores del Galicia. Jaca
I Campeonato de Aragón Ultra Trail FAM 2013
Sábado, 15 de junio de 2013
Domingo, 16 de junio de 2013
Hay amores que comienzan al
despecharte de otros. Éste es uno de esos casos. No recuerdo ya el momento en
el que nos inscribimos, bueno, nos pre-inscribimos a la 101 de Ronda, y qué
desilusión cuando llegó el momento de la inscripción, unos días antes de las
navidades pasadas, y no había pan para tanto chorizo. El caso es que, negaré
que lo haya dicho, pero indagando, indagando en este mundillo militar, nos
enteramos de que se iba a organizar este ultra con motivo de un aniversario
redondo que no se pudo celebrar en su momento.
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Las chicas recogiendo el dorsal |
Bueno, la cosa es que
vinieron más indagaciones, y la curiosidad mató al gato. Han sido cuatro meses
intensos colaborando con la cabeza visible de la organización, especialmente en
cuestión de diseño de recorrido y difusiones puntuales de información. Sin
descartar, claro está, el tiempo dedicado a entrenar. Cuatro meses en los que
hemos aprendido mucho, y que han culminado en la participación activa en este I
Ultra Trail Cazadores del Galicia, de Jaca.
Mitad de junio, más no se
puede. Apenas dos meses y medio desde que comenzó a publicarse, y siendo la primera
edición, para una prueba tan dura, son dos cuestiones que no ayudan nada para
engrosar la lista de inscritos. Es por ello que los en torno a 150
participantes hayan conseguido satisfacer las expectativas de la organización.
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Michel, el Dtor. Técnico en la
Charla Técnica previa |
Nervios, como hacía tiempo
que no pasaba en la víspera de una carrera. Claro, será que esto no es una
carrera. Viernes por la tarde, recogida de dorsales y charla técnica en el
Palacio de Congresos. Acudimos con la esperanza de que se entremezclen los de
todos y nos toque alguno menos en un nuevo reparto. Entre Olga, Xaro y Juan
decidimos hacer un equipo, Os andarines
de lo lugar. Lo mínimo para puntuar son cuatro, y que lleguen, claro. Qué
presión.
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Momento de la salida |
Sábado. Finalmente, somos
143 los metidos en el redil habilitado en la entrada de La Ciudadela. La mañana
promete, calor. Son las 10 en punto cuando se da la salida, no con mucha
expectación. El personal sale disparado. ¡Están locos estos romanos! Vuelta
completa a los glacis y enfilando hacia el recorrido urbano. Habíamos hecho la
idea de hacer fotos a los verdaderos protagonistas, que son los corredores,
porque el continente es importante, pero lo es más el contenido. De modo que si
el recorrido es bonito, los paisajes también, y los monumentos por los que se
pasa, lo mismo, más que todo ello son las personas en acción. Pero pronto se
nos van las ganas… ¡no hay quien los siga! De modo que se nos quitan las
tonterías, y a la china chana, cuando haya condiciones de trotar se trota, y si
no pues no, que son muchos kilómetros, muchas cuestas, y mucho tiempo, así es
que dará para todo.
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Subiendo hacia el collado |
Km 4. 10:40. 40' de
carrera. Rapitán, a donde hemos subido ya bastante estirados, entre otras cosas
porque el sendero no da más de sí. Echamos la vista a Jaca, que se mece en los
hilos del tiempo, de mucho tiempo. Saludamos a Ángel Santamaría, máximo
responsable, máximo culpable de que estemos por aquí, regando de sudor los
caminos. Vuelta horaria al viejo fuerte, que nos da para ver Castiello en el fondo
del valle. Espera, que vamos. Insulto al buen gusto y estética es lo que
sentimos al pasar delante del bloque de apartamentos. Bien se vale que al
entrar en el bosque se nos pasa. Un bosque que te encandila. A la salida a la
vertiente oriental del monte ya podemos ver una reata de gente subiendo por la
pista camino del collado. Por nuestra parte, primero tenemos que bajar de este
monte hasta el fondo del barranco, con caricias de aliaga a nuestro paso, tocarle
las enaguas a las faldas de la corona donde se asienta Ipas, y subir por donde
van ellos. Lo dicho, tranquilidad.
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El monte está que se sale del tiesto |
Pues eso hacemos. Voy
solo, y lo mejor, sin buscar compañía. Es como una peregrinación. Cada uno la
suya, su meta, su objetivo, con sus recursos. Hay quien hace amigos, hay quien
descubre que él mismo puede ser su amigo. Ya se va perfilando la siguiente cota
del día, el Grosín. Seguimos hasta el collado, y luego hasta el desvío por un
sendero hasta Bergosa, pueblo abandonado en los sesenta, como otros, como todos
del cercano valle de La Garcipollera, por la construcción de un pantano que
está lejos de aquí, y que a su vez sirve para mejorar la vida de otros pueblos
que están más lejos aún. Que me pierdo.
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Fajando los riñonicos. Importante
(foto de Pilar) |
Km 12. 12:00. 2h de
carrera. Bergosa. Avituallamiento. Tortuosa senda entre pastizales cubiertos de
cardos por despoblado ganado. Bosque de pino repoblado, por despoblado
territorio. Que me vuelvo a perder. Bajada al río Ijuez para acompañarlo en sus
últimos momentos, para acompañarlo hasta su rendición en el Aragón. Y le
recordamos que siendo niño ha tenido el privilegio de discurrir por esos
lugares de alto valor telúrico donde se ubica la ermita de Nª Sª de Iguácel,
otrora cenobio con sus orígenes hace casi un milenio. Dejamos el río y nos
abrazamos al Camino de Santiago hasta Castiello, donde nos encontramos el
siguiente avituallamiento y primer control horario.
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El equipo en acción (foto de Pilar) |
Km 15. 12:35. 2h 35' de
carrera. Castiello de Jaca. Avituallamiento, donde instintivamente tomamos un trozo de
plátano, pero que algo por dentro nos dice que saldrá entero. Hacemos piña con
Jesús, un militar que anda por aquí dando la vuelta, con ánimos para
terminarla. Primer control de tiempos. Por el interior del pueblo primero, y
por deliciosa senda después, se sale ya a un punto considerablemente elevado de
la pista, de una pista pendiente, descarnada, abrasiva, y que se hace más
penosa si cabe al no terminar de asentar ese trozo de plátano. Demasiado verde,
demasiado duro, ya nos dio esa impresión. Lo poto, o no lo poto. Ni se te
ocurra. Seguimos. Arranque de sendero para visitar las ruinas de la ermita de
San Bartolomé a pocos metros. Pasamos de largo. Por fin bosque, que aunque no
nos evita el sol por estar bastante vertical, sí que se nota su presencia, sí
que se nota su frescura.
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Subiendo a Angelé |
Por fin llegamos a la
sierra de Angelé. En la otra vertiente tenemos un valle menor, el del Lubierre,
que riega Boaru, y un poco antes la ermita de San Adrián de Sásabe. Es uno de
los pocos que quedan en el Pirineo sin la fiebre asfáltica. Vista al norte para
ver una cordillera aún con legañas, aún con velos. Cambio radical en la
dirección, vamos hacia el sur, hacia Jaca, para llegar hasta el siguiente
avituallamiento.
Km 22. 14:05. 4h 5' de
carrera. Avituallamiento. Estamos a los pies de la prominencia del Grosín, y ya
sin pensarlo nos emboscamos para en una corta, pero pronunciada subida,
encaramarnos a lo alto del monte, donde nos encontramos un vértice geodésico y
las ruinas de un antiguo asentamiento militar. También nos encontramos de
frente, aunque no queramos, el monte de San Juan de la Peña y la Peña Oroel,
siguientes hitos de la prueba.
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En la cima del Grosín |
Km 24. 14:20. 4h 20' de
carrera. Ahí estamos, en el Grosín, acompañados por esta panorámica 360º entre
la que nos sentimos el centro, y lo somos. Cada vez más calima, cada vez más
nubes de evolución. Veremos. Bajada por la solana hasta la pista, que nos lleva
a enfilar el barranco de Castelillo, por bosque, más amable. Un breve paso por
un ancho cortafuegos nos lleva a la antigua finca de Las Planas. Desvío que tomamos
a la derecha, para ir acercándonos a Caniás, por donde pasamos admirando alguna
de las casas delicadamente reformadas. Estamos en la denominada Solana de Jaca,
y vamos hacia Guasillo.
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Amorraos en el barranco |
Cruzamos el barranco de
Castelillo, con el que hemos compartido niñez. Ahora más nutrido, nos lo
agradece ofreciéndonos sus aguas, a las que nos amorramos sin piedad. Subida de
una corona y enseguida ya Guasillo, donde nos volvemos a amorrar en un viejo aljibe,
donde no es aconsejable beber agua, pero sí en la fuente de la iglesia, de una
iglesia que reza a San Adrián, y que tiene vestigios del siglo XI. Mucha
historia. Alguien ha puesto una manguera colgada como ducha de circunstancias,
algo que no despreciamos. El calor es espectacular. Travesía por el canto de
los rebosantes campos hasta Asieso, por cuya iglesia de San Andrés pasamos,
teniendo ya más cerca nuestro próximo objetivo, el Cuartel de La Victoria.
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Puente de San Miguel |
Por una pequeña vaguada
salimos a la carretera de la Solana, y por unas feas margas bajamos al Puente
de San Miguel, de tardío románico, apuntando ya a gótico, con su crucero que,
cuántos peregrinos habrán visto pasar, y nosotros aquí a lo nuestro. Cada
tiempo trae su circunstancia, cada tiempo trae su emoción.
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La primavera sale a nuestro paso |
Arrastrando el cuerpo lo
conseguimos subir hasta el Rompeolas, extremo norte del Parque de Jaca.
Travesía urbana para rodear al IPE, ese Instituto Pirenaico de Ecología donde,
como se diría antaño, esos locos científicos, se preocupan de la biodiversidad,
se preocupan de la ecología, se preocupan de todos nosotros, pero a los que se
les ha añadido una nueva preocupación que eclipsa a las anteriores, y es que
cada vez se pueden preocupar menos por todo ello, por la merma constante de
recursos. Ves?, me vuelvo a perder.
Km 34. 16:45/17:15. 6h 45' / 7h 15' de carrera. Cuartel de
La Victoria. Meta para muchos. Para nosotros sólo meta volante. Segundo control
de tiempos. Comer, beber y buena vuelta de vaselina a los pies es lo que
hacemos. Entre unas cosas y otras, media hora. Ah, claro, y recolocarnos las
neuronas también. Seguimos. Como buenos urbanitas, nos acercamos hasta el paso
de peatones. Trasera de la residencia y, oh sorpresa, encontramos al amigo
Toñín en bici, que nos acompaña hasta Forranchinas. Seguimos.
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Fuente de Forranchinas |
Un delicioso sendero peri
urbano nos lleva al que baja a la Depuradora y Puente Kennedy, para tomar otro
tramo tedioso de pista. Desvío finca Saro, y entrada de nuevo al bosque en el
Monte Guaso. Se hace bien. Jesús se va quedando. Cambio de divisoria y llegada
a confluir con el ramal del Camino de Santiago que sube al peregrino a los
monasterios. Hoy lo va a hacer a nosotros.
Km 46. 19:10/19:30. 9h 10' / 9h 30' de carrera. Atarés.
Avituallamiento y punto sanitario, con fisioterapia y podología, que no
aprovechamos, nos guardamos los comodines para el final… o a ver si por no
usarlos no llegamos al final… Veremos. Comer, beber, vaselina y neuronas, lo de
siempre, pero más en esto último, ya que empezamos a cruzarnos con corredores
de vuelta de los monasterios. ¡Qué fuerte! De nuevo vemos a Ángel Santamaría,
también a Juan Torronteras, qué lujo. Bueno, seguimos, y lo hacemos por pista,
que en los primeros compases nos recuerdan que tenemos tibiales. La madre que…! pero cómo no me lo habéis dicho hace un rato? En fin, procuramos no acordarnos
de ellos y se les pasa por aburrimiento.
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Avituallamiento en Atarés |
Un pequeño puente de
madera nos cruza el barranco para subir de nuevo a la pista, pero ya por poco
tiempo, porque el sendero manda. Entre que baja el calor, y de nuevo ir por el
bosque hace que sea más llevadero el camino, un camino que en ocasiones es
superado por el caudal del barranco, y hace que tengamos que mojarnos los pies,
que no está mal para refrescar, pero veremos si no trae consecuencias con las
rozaduras. Bosque y más bosque, sendero y más sendero, cuesta y más cuesta.
Salimos a la carretera de
Bernués. Seguimos solos, disfrutando por ello. Al discurrir las trazas de GR
por el asfalto, se ha marcado de circunstancias por el monte, hasta que ya sí
nos metemos en dirección al Balcón del Pirineo. Qué momentos, xD, qué lugares,
xD, cuánta soledad y cuánta compañía, cuánto silencio y cuánta elocuencia,
cuántos seres todavía por aquí, y los que se han ido, nos cuentan. Todo bañado
por la luz de ese día que se escapa, por la luz de ese sol que se va a dar
lección a otra parte. Balcón del Pirineo. Breve, brevísima contemplación y para
el Monasterio Nuevo, construido a raíz del último de los grandes incendios en
el Viejo ya decadente, allá por 1675, y que fue usado hasta la Desamortización
de Mendizábal, en 1835, dispersándose la comunidad benedictina que lo habitaba
y expoliando todo lo de valor. Que me vuelvo a perder.
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Huellas de peregrinos |
Km 53. 21:30. 11h 30' de
carrera. Avituallamiento
junto a la antigua Casa de Forestales, hoy habilitada como Centro de Interpretación del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña
y Monte Oroel, y tercer control de tiempos. Llevamos la misma dirección
que la noche, pero en su ultra particular es más rápida. Hemos cumplido el
objetivo de llegar aquí antes que ella, y lo conseguimos, aunque ya han encendido
la luz. Nos aliamos con Luis, componente de Os Andarines d’Aragón, para que la
noche no nos confunda. Vamos bajando hacia el Monasterio Viejo, verdadero
monumento de la historia y del arte de esta tierra, cuna del Reino de Aragón,
donde Nobles y Reyes yacen a cambio de favores terrenales y celestiales, donde
fue escondido y custodiado ese vaso en el que Jesús celebró su última cena con
sus amigos. Eso dicen. Ríos de tinta han corrido y corren acerca de estos
lugares. No estamos para eso. Sí para seguir bajando hacia el siguiente
objetivo, con apenas luz en tramos de bosque.
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Nos volveremos a ver, sin duda |
Km 58. 22:30. 12h 30' de
carrera. Avituallamiento líquido. Santa Cruz de la Serós, que con su
iglesia de Santa María, única superviviente del antiguo monasterio de
benedictinas, nos recibe serena, amable, recogida ya en sus cosas. La ermita de
San Caprasio, más chica, ya ha ido a dormir. Frontales, nuevo reto, la noche.
Unas urbanizaciones nos sacan a la pista que nos sube por el barranco junto al
Monte San Pelayo. Pista que se hace senda, estrecha senda por estar muy
vestida, por estar muy poco transitada. Salida de nuevo a la pista y vuelta a
Atarés. Comida, bebida, y nada más. Ni vaselina, ni cambio previsto de
calcetines, ni puesta de abrigo, ni neruronas… Veremos. Aquí se nos une Santiago, otro
ultradicto, que se ha venido desde Jaca trotando deliberadamente a nuestro
encuentro. No sabía qué hacer esta noche y se ha dicho… pues a entrenar, no?
Los tres ya hasta el final.
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Iglesia de Santa María, en
Santa Cruz de la Serós |
Tediosa pista, menos de
noche, hasta el arranque del sendero del Barranco Fondo, que nos sube a la
carretera del Puerto de Oroel, donde nos encontramos con el cuarto control de
tiempos. La noche sigue callada y trae fresco. Cruce de carretera y Calzada Romana,
que viene del Somport y que en su tiempo estuvo supeditada a la que baja del
Puerto del Palo, en Oza, y que llevaban a los romanos y sus mercancías hasta la
mismísima Zaragoza. Rodeamos el macizo de la Peña Oroel por la solana, claro,
ahora no mucho.
Km 78. 02:55. 16h 55' de
carrera. Avituallamiento caliente. Fin de la pista que viene de la
Pardina Ordolés y comienzo del sendero que nos sube entre bosque hasta el
collado, pasando por la ermita de la Virgen de la Cueva, que reúne a decenas de
cruces en su romería, cruces de pueblos con gentes y sin ellas, pero con cruz. Lástima que se le ha caído el mundo encima. Los
últimos compases van al descubierto y son pendientes. Las garrillas empiezan a
preguntar que qué está pasando. Ni caso les hacemos. Ande manda el amo se ata
el burro, aunque se ahorque. A seguir y a callar. Un fuerte y frío bochorno hace su aparición en
escena, en una negra escena. La luna, a medio crecer ya nos ha dejado, y lo ha
hecho manteniendo un cielo despejado, estrellado, listo para soñar.
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Puerto fuera de categoría |
Estábamos con lo del
frío. Y estábamos con que no nos habíamos abrigado. Pero lo llevamos todo en la
mochila, eso sí, por si acaso hace falta, la térmica, el chubas, las mallas
pirata, pero ahí están bien, abrigando la espalda. Lo malo será la vuelta, con el viento de frente.
Km 83. 04:10. 18h 10' de
carrera. Avituallamiento líquido. Cruz de Oroel, donde sus 1.769 metros de
altitud señalan el punto más alto de todo el recorrido. Por fin, no nos lo podemos
creer. Todo el santo día viéndola, todo el santo día rodeando este macizo, y
ahora que llegamos se hace la dormida, pero con los pelos sueltos, el viento es
infernal. Una buena ocasión para estar aquí a estas horas. Tocamos chufa y de
vuelta, que como es por la arista, pues más aire, más frío y más acordarnos de
por qué no nos habríamos abrigado, pero el sólo hecho de pensar en quitarnos la
mochila para sacar las prendas nos hace desistir, con lo caliente que llevamos
la espalda, con lo calientes que llevamos los riñones. Esto pasará. Con un
fuerte viento de frente llegamos hasta el collado, donde pasa, claro que pasa,
el bosque nos abriga.
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Llegada de parte del equipo
(foto de Pilar) |
Km 87. 05:15. 19h 15' de carrera. Parador.
Avituallamiento. El descenso se ha hecho tedioso, largo, y con mucho cuidado,
porque la erosión hace que haya muchas raíces al aire, pero ahora duermen.
Carretera hasta alcanzar el Barranco de San Salvador, que con su profusión de
bolos nos baja hasta el edificio de la fuente, que dejamos a la izquierda para
tomar otro barranco, ahora de subida, y se agradece, hasta el Polvorín. Un
corto tramo de pista y de nuevo sendero, en el que vemos clarear. La Tierra ha
dado la vuelta y nosotros seguimos también con la nuestra. Salida tangencial a
la carretera de Oroel y Barranco de Ballatás. Más pista. No sólo amanece el
día, también Juan, Juan Torrontera de nuevo pertrechado con su máquina de
fotos. ¡Qué fuerte!
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Con Luis en la Catedral |
Km 94. 07:00. 21h de carrera. Jaca. Fuente de
Baños, que recoge el sentir de tantas y tantas mujeres que antaño traían aquí
sus coladas, traían aquí sus chismes, traían aquí sus vidas, traían aquí sus
trabajos y sus esfuerzos. Le damos la espalda a la ermita de Sarsa, que tan
cuidadosamente trajeron despiazada y vuelta a montar, y nos dirigimos ya por
circuito urbano. Calle Ramiro I. Plaza del Marqués de La Cadena. Torre del
Reloj, que en vertical atesora tanta historia. Ayuntamiento presidiendo la
calle Mayor. La del Obispo, con su palacio episcopal. Catedral y de nuevo La
Ciudadela. Puedo decirlo otra vez? De nuevo La Ciudadela. De día, como la dejamos.
Glacis. Rompeolas. Más callejeo y...
Km 96.
07:20. 21h 21' 36'' de carrera. Acuartelamiento de La Victoria. No hay palabras, sólo
sensaciones. Abrazos con Ángel. Abrazos con Michel. Y pellizcos en la cara, a
ver si era cierto o seguimos soñando en esta atípica noche. Medalla de
allegador y ducha, masajes, comida. Sí, por ese orden. La ducha que se nos
lleva esa segunda piel que se ha ido trazando a lo largo de tantas horas. El
masaje, bueno, el masaje mano de santo, aunque terminamos de ver el firmamento
que no nos ha dado tiempo durante la noche, pero con unas descargas
espectaculares. Y la comida, pues eso, qué vamos a decir de la comida, apretarse
una fideuá y media a las nueve de la mañana no tiene precio.
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Con Ángel Santamaría |
Luis Lardiés, que para
eso están los amigos, me acerca a casa. Son casi las diez, y el cuerpo no está
a las doce en la entrega de premios, a la que sí asiste el resto del equipo.
Ostras, es verdad, que teníamos un equipo… Bueno, la carrera es muy larga y
cada uno tiene que hacer la suya. Lo importante es que habiendo terminado los
cuatro hemos obtenido un más que meritorio segundo puesto. Olga y Xaro arrasando premios,
primeras veteranas del Ultra, terceras general femenino Campeonato de Aragón,
primeras veteranas femenino Campeonato de Aragón. Bueno, una pasada de tías,
cómo están! La pena es no haberlos podido abrazar, ni en la llegada a meta, ni
en la entrega de premios. La edad no perdona.
En mi caso, en la Clasificación
General del Ultra, en el puesto 76 de 100; el 67 de 90 en Masculinos; el 12 de
15 en Masculinos Veteranos. Y en la Clasificación para el Campeonato de Aragón,
el 24 de 25 en la General; el 20 de 21 en Masculinos; y el 5 de 6 en Masculinos
Veteranos. Pero lo cierto es que ser el segundo de más edad en salir, y el más mayor
en llegar, en una prueba en la que más del 30% se ha retirado, y llegar en 21
horas y 21 minutos, de las 24 que daban, creemos que es para estar satisfecho. Muy satisfecho. ¿El
truco?, en las pruebas de ultra fondo, cuanto más se debilitan las piernas, más
fuerte tiene que estar la cabeza, si no, estamos perdidos. Al final, aún han
quedado fuerzas para sonreír. Bien está lo que bien termina. Gracias a todos y a todo.
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(me ha llegado la foto, desconozco el autor)
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La crónica de Juan, un
blog amigo:
El reportaje completo de
fotos, en:
El track, también de Juan: