Año XIII. Entrega nº 909
El Departamento de Agricultura Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, en decreto 52/2015 de 8 de abril, declaraba Paisaje Protegido la Sierra de Santo Domingo. En uno de sus párrafos de introducción, lo define como: “El paisaje de la sierra de Santo Domingo se configura como un mosaico de formaciones boscosas naturales, pinares de repoblación, matorrales de transición, pastizales de gran valor ecológico y formaciones rocosas con vegetación incipiente. Desde el punto de vista de la fauna, se identifican mamíferos y aves de gran interés, incluyendo especies catalogadas. Asimismo, el área de estudio presenta un importante legado histórico y cultural, desde asentamientos que datan del Neolítico hasta la Guerra Civil Española”.
Comprende una superficie de 13 772,64 has, incluidas las 4 094,67 has de las zonas periféricas de protección, todas ellas incluidas en los municipios de Longás, Biel y Luesia, y albergando 4 LICs, que pasan a ZECs, (Río Onsella, Sierras de Santo Domingo y Caballera, Río Arba de Luesia y Río Arba de Biel) y una ZEPA (Sierra de Santo Domingo y Caballera y río Onsella), en una tierra fronteriza histórica y geográficamente.
Pero lo que más nos interesa es el gran valor medioambiental y paisajístico que encierra en sus bellos rincones que, aunque parezca que se los guarda para sí, si somos capaces de ir a descubrirlos, nos los muestra de buen grado. Pues a ello vamos, para tratar de armonizar nuestras pulsiones con el paisaje.
Como a un par de kilómetros de Biel, en dirección NW, llega una pista al paraje que llaman el Marinero, de donde parte la ruta, señalizada inicialmente como PR-Z 117 que, tras remontar unos cuatrocientos metros el río Arba de Biel, se abraza al barranco de Paniagua como una trenza cuyos dos penachos se entrelazan, llegando a tener que cruzarlo en varias ocasiones.
A la hora y veinte minutos de coqueteo con el arroyo y con el pinar, cruzamos una pista, llegando al corral de Melchor, donde nos saludan unas preciosas yeguas blancas. Continuamos por una pista hasta la próxima collada de Fayanás, que güega con Luesia, donde la abandonamos para subir a pecho un breve tramo de cortafuegos, y dejarlo para volver a un sendero, que nos va subiendo hasta salir del bosque, donde nos encontramos con algún gran ejemplar de cajico, que contempla al Moncayo a lo lejos, sobre el río de nieblas del valle del Ebro.
Dejamos a la derecha el desvío para Longás, que en su término ya estamos desde hace poco, con lo que hacemos tributo a los tres términos en los que se despliega este Paisaje Natural Protegido de la Sierra de Santo Domingo, cuyo punto álgido, donde se ubica la ermita homónima, ya tenemos a la vista. En este punto converge el PR-Z 117, que sube a la ermita desde Biel, con el PR-Z 118, que lo hace desde Longás. Sólo nos queda el repecho final para alzarnos al amplio collado en el que una yeguada comparte terreno con la ermita y refugio anejo. Algo menos de tres horas hasta aquí.
Sin dejar enfriar nuestros músculos, acometemos la subida a lo que se podría considerar como la cima norte, una rallera que permite la vista hacia el Gran Norte, que hoy se nos ofrece despejado, y que nos permite pasar lista para comprobar que están todos. De vuelta a la ermita, subimos hacia el sur al punto más alto, que es donde está el vértice geodésico, que se alza en una zona de grandes bojes, hasta los 1524 msnm, siendo el techo no sólo de la ruta, sino de la comarca de las Cinco Villas, ascendido en julio de 2016, para incluirlo en el libro 100 cimas, 100 paisajes. Aragón comarca a comarca (Prames 2018), y que volveríamos a subir al cabo de tres años, en ambas ocasiones desde Longás.
Volvemos sobre nuestros pasos para echar un bocado al carasol de la ermita, rodeados de yeguas, al cabo del cual emprendemos el regreso. Dejamos el PR-Z 117 que traíamos, para tomar el PR-Z 118 por la pista, hasta que la burlamos por un sendero a mano izquierda, para volver a salir a ella en un punto próximo al Portillo, donde dejamos que el PR vaya, o venga, según quiera, a Longás, para atravesar esta debilidad de la rallera y dirigirnos ya, decididamente hacia el sur, pasando por otro portillo, el de Mallé, por el que salimos del término de Longás para entrar en el de Luesia.
En la hora y cuarenta minutos que median hasta entrar en el barranco de Nacelagua, se sucede una combinación de sendas y pistas, pasando por el corral de Mariguarilla. Una vez en el barranco, se trata ya de ir bajando a su vera, con menos cruces que en el de subida de Paniagua. Convergemos con el barranco de la Carbonera al tiempo que con el GR 1, que pronto se hace ancho camino, y que no dejamos ya hasta llegar al punto de partida.
Una más que agradable ruta por esta sierra que esconde tan bellos rincones y que, en parte de ellos le hemos dedicado 7 horas y 10 minutos, para recorrer 19,5 km, salvando un desnivel acumulado de entorno a los 1015 m D+/- (940 m D+/- Wikiloc), llegando a la altura máxima de los 1524 m del Santo Domingo.
GLOSARIO
Cajico = Quejigo
Güega = Muga, frontera
Rallera = Cresta rocosa, generalmente caliza
Web:
Las fotos, con sus comentarios, y el track
Nota: La publicación de la ruta, así como del track, constituye únicamente la difusión de la actividad, no asumiendo responsabilidad alguna sobre el uso que de ello conlleve.
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