viernes, 7 de febrero de 2020

Las Calmas y Gratal... y los vientos se desataron

IXOS MONS
Calmas Baja (1454 m)
Calmas Alta (1581 m)
Pico Gratal (1543 m) 
Martes, 4 de febrero de 2020



            De nuevo al monte, esta vez huyendo de los vendavales de la divisoria pirenaica, aunque poco los hemos burlado porque también hemos llevado buena ración. La sierra de Gratal ha sido el escenario en esta ocasión, de nuestras andanzas. Hemos subido a las Calmas, primeramente a la Baja, por un sendero para el que no encontramos nombre, y que dadas sus características lo llamamos “do cochín”, y creo que aún lo sobreestimamos, porque habría que saber cuántos jabalíes pasan por él. Pocos probablemente.


El vendaval nos da la bienvenida

El tramo hasta la torre expedito
            Partimos del aparcamiento de la antigua hospedería de Arguis, que con la terminación de las obras de la autopista está prohibido el paso hasta la presa. Bueno, lo mismo da, está muy cerca. El pantano nos recibe totalmente encrespado, enfurecido por el viento, que pronto se va a cebar también con nosotros. Nada más pasar la presa, sin apenas tiempo de tomar aire, un ancho camino sale a nuestra izquierda, que no está preparado para nosotros, no, es porque va justo por debajo de un tendido de alta tensión. Salimos de ahí lo antes posible, con el permiso del resuello, que la cuesta se empina y mucho.

Se empieza a complicar el avance

Damos vuelta, dando vista al  Solano
            Sigue una pendiente sin piedad, no así el limpio camino, que se convierte en senda. Senda limpia… hasta que deja de estarlo. Bien se vale que te vas encontrando de vez en cuando algún hito de piedras. Debido a lo pendiente del trazado, vamos ganando altura con rapidez, y el circular cercanos a la cornisa que vierte al Isuela, nos da unas vistas extraordinarias. El viento azota con furor, consiguiendo desestabilizarnos con alguna racha. En poco más de tres cuartos de hora pasamos, sin pena ni gloria, por las Calmas Baja, dando vista ya a la vertiente del solano de esta sierra, con Nueno a los pies. Una travesía entretenida subiendo y bajando algún pequeño roquedo resguardados parcialmente del viento.

Salvando roquedos

Un tramo antes de llegar a la cima de las Calmas Alta
            En menos de otra media hora alcanzamos el collado de las Calmas, desde donde estaba previsto el retorno por un sendero bajo las Calmas Altas, pero como vamos sobrados de tiempo, se plantean varios poyaques. El primero de ellos es subir a ese monte, que con sus 1581 metros será nuestro techo de hoy. El sendero de subida, que hace unos meses estaba también impracticable, lo encontramos muy limpio. Buen trabajo han hecho por aquí. En un cuarto de hora subimos, y en diez minutos bajamos. La estancia en la cima muy estorbada por el fuerte viento… pero haciendo bueno el dicho de que si no puedes con tu enemigo, únete a él. Así que, disfrutando.

Llegando a cima

Con grandes vistas camino del Gratal
            De nuevo en el collado, y acometemos el siguiente poyaque, que es seguir hacia el este, por buen sendero, y cuando nos encontramos el desvío al pico Gratal, pues eso, que le hacemos una visita. Vértice geodésico, que no se libra de los vientos, y bajada por el solano a un descampado, desde donde subimos, también jabalineando, a una cota desde la que se contempla la Peña del Mediodía, y naturalmente, la Peña Gratal, la reina del lugar. Vuelta sobre nuestros pasos, y desde el descampado tomamos un ancho camino, en el que paramos a echar un bocado, y continuando por él nos lleva hasta los pozos de nieve de las Calmas, en concreto al IV. Desde aquí hay senda que baja a Nueno, pero nosotros tomamos la de la izquierda, que sube al collado de las Calmas, visitado anteriormente, y donde damos por terminados los poyaques de hoy.

En el pico Gratal... no confundir con Peña Gratal, que es la que se lleva la fama

Las peñas de Mediodía y la Peña Gratal
            Aquí sí que tomamos ese sendero de regreso que íbamos a tomar antes y que pacientemente nos ha estado esperando. Un sendero que discurre por un bosque de pino silvestre, con algún haya despistada. Un sendero con cara de sufrimiento, porque los descensos de bici están erosionando de tal manera que se va convirtiendo en barranquera, con las incomodidades correspondientes. En cuarenta minutos llegamos a la pista que rodea el pantano, que en otros veinte minutos más nos lleva a la presa, cerrando la circular, en la que nos ha azotado el viento todo lo que ha querido, pero que hemos disfrutado mucho por caminos y senderos, unos evidentes y otros no tanto.

Vista de Arguis y el embalse, en las cercanías de la presa

            Hoy nos hemos movido en los 10,4 km, en 4h 20’ de tiempo total, del que 3h 30’ han sido en movimiento, para un desnivel acumulado total de 755 m D+/-. Buena ruta, en buena mañana, y con buena compañía.

Añadir leyenda
 Las fotos y el track.

No hay comentarios:

Publicar un comentario