lunes, 10 de junio de 2019

X Marcha Senderista Santo Grial, en busca de los pasos perdidos

ANDADAS
X Marcha Senderista Santo Grial
Domingo, 9 de junio de 2019




            Hoy nos quedamos por la Media Montaña, para hacer piña con los Andarines del Club Atletismo Jaca y asistir a la “X Marcha Senderista Santo Grial” que, organizada por Acurba, la Asociación Cultural y Recreativa de Bailo, une esta localidad jacetana con la explanada de San Indalecio, en el paraje de San Juan de la Peña, evocando la presencia por estos pagos de la santa joya, considerada así por la tradición y arropada por la leyenda. Una andada a la que ya había asistido el club en anteriores ocasiones, no así por nuestra parte, y el interés por conocer la subida al Cuello Betito por el oeste nos ha animado a enrolarnos en esta andada.

Imagen de la organización

Acogida
            Las ocho de la mañana nos dan en Bailo, uno de los veinte municipios de la Jacetania, en cuyo término incluye los núcleos de las actuales pedanías de Arbués, Alastuey, Arrés y Larués. Algunos de los voluntarios ya nos reciben en la plaza con el desayuno de rigor. Formalizamos las inscripciones bajo amenaza de lluvia, unos negros nubarrones han venido a visitarnos y no sabemos si a formar parte de la fiesta. De momento sí, nos acompañan a la charleta que Alfonso nos da antes de salir. Estamos en torno a cuarenta, de los que diez somos del club. Una de las cosas que nos cuenta es que, a petición de un grupo numeroso, que no me puedo hacer idea de cuál, han diseñado un itinerario alternativo endureciendo la prueba. Siempre dando ideas… veremos.

Allá vamos

Al paso por la balsa de Arbués
            Bueno, con Alfonso, y con algo de lluvia, acompañada de truenos, comenzamos la marcheta, y lo hacemos saliendo del pueblo por la carretera de Arbués, que recorremos como kilómetro y medio, para dejarla y meternos por ancho camino a la derecha. La lluvia se va rindiendo poco a poco. Tras quince minutos por ancho camino, nos desviamos a la izquierda para tomar un sendero de nombre, que no de facto, ya que la vegetación se ha adueñado de él. Se pasa junto a la balsa de Arbués, y tras atravesar un cercado se continúa ya por pista sin mayores sobresaltos. 

San Salvador, a la derecha del collado, nuestro objetivo

Ermita de San Sebastián
            Al cabo de media hora, y con una mañana que ya se ha decidido a agradar, se pasa por la ermita de San Sebastián para, al cabo de unos minutos llegar a un control de la organización, que nos indica continuar rectos si vamos a hacer este nuevo itinerario, que nos lleva por una pista rodeando unos montes que muestran un paisaje encantador, tanto es así que apenas acusamos el ascenso, coqueteando con la curva de nivel de los mil metros.

En plena progresión por el nuevo recorrido

En un respiro
            Llegamos a una especie de collado, donde nos espera el primer avituallamiento. Vamos los primeros, pero al haber quien está haciendo una ruta algo más corta, ya ha pasado. Seguimos con ese coqueteo como un kilómetro, al cabo del cual nos desviamos a la derecha, y hasta aquí la tranquilidad… la poca que traíamos, porque comienza un duro repecho devorando esas curvas de nivel por donde más duele. Siguiendo las cintas, y junto a la línea de postes de una valla, se sube a una loma, a dos aguas, donde se tranquiliza el camino. Cubilar de Gavín, según los mapas. No estamos mucho más bajos que el Cuello Betito, que tenemos enfrente, y al que aspiramos a llegar, pero tras el tránsito por esta loma, el sendero nos baja y nos baja, como unos 70 metros, hasta la pista que nos acerca ya a la fuente de Comos, un desnivel que hemos perdido y que habrá que recuperar.

Fuente de Comos

Algún extraterrestre se va viendo
            Lugar especial este de la fuente de Comos, en el que nos encontramos con el segundo avituallamiento y algo de reposo, que falta nos va a hacer, porque a poco de ahí comienza la etapa reina, un pedazo de subidón hasta el Cuello Betito, de casi media hora, pero con un tremendo desnivel, la mayor parte por entre un precioso bosque de hayas, cuya compañía mitiga la dureza de esos 230 metros de ascenso hasta ese punto clave de distribución entre la subida a Cuculo y a San Salvador. La llegada desata una indescriptible sensación de alivio.

Verdor tras el paso por el Cuello Betito

Llegada a San Salvador
            Otros algo más de 100 metros de desnivel quedan hasta la pista asfaltada que viene de San Indalecio hasta esa ermita de San Salvador. Un desnivel que hacemos sabedores ya que el mayor esfuerzo de la jornada ha quedado atrás, y que es un verdadero placer seguir al amparo de este extraordinario bosque que tantas veces hemos visitado. Justo a la salida a esa pista tenemos el tercer avituallamiento, donde nos indican que el subir a la ermita es opcional. Y claro, ¿qué hacemos?, pues subir. Y ahí vamos, con Carlos, Juancho, y la joven pareja de Berdún, Mónica y Alfonso a rodear la ermita, contemplar la amplia panorámica… aunque no mucho, no nos engañemos, visita al interior, con jota incluida, y de vuelta.

Hacia el infinito y más allá

El único paso algo delicado de la cornisa
            Pasamos de nuevo por el avituallamiento y nos incorporamos a otro grupo, el de Cristina, Loli y Julián, que venían por detrás y han preferido pasar de santo. La  otra parte del grupo, Ana, Brenda y Toñín entendemos que se han ido quedando. Bueno, pues solo queda el paseo triunfal por toda la cornisa, cuarenta minutos para recorrer los tres kilómetros y medio que aproximadamente tiene hasta llegar a la pista asfaltada, a la que nos sumamos ya definitivamente hasta alcanzar el llano de San Indalecio, donde finaliza la prueba junto a la barrera, y el último avituallamiento, siendo los primeros en llegar.

Paisaje e historia se unen. San Juan de la Peña y Monte Oroel

Últimos compases por la pista
            Coincide este día con el de la romería del Voto de San Indalecio, en la que decenas cruces de otros tantos pueblos de la redolada, acuden unidos por la tradicional fiesta, seguidos por los Danzantes de Santa Orosia. Cuando dejan libre la carretera de bajada a Santa Cruz podemos ya transitar con los vehículos que la organización pone a nuestra disposición para retornarnos a Bailo, donde ya más relajaditos, departimos en torno a unas cañas primero, y a unas mesas con comida después, junto a otros participantes y a voluntarios de la organización, que ponen todas sus buenas artes en agradar a los andarines en busca de los pasos perdidos del Santo Grial.

Romería del Voto de San Indalecio

            Una jornada más que agradable pasada entre amigos por la Media Montaña, en la zona más meridional jacetana, que siempre descubre discretos, pero bellos rincones, y a la que le hemos echado 4h 40’ de tiempo total, del que 4 horas han sido en movimiento… mucho movimiento, con un desnivel acumulado total de 1200 m D+ y 715 m D-.


Más fotos y el track

2 comentarios:

  1. Fue un placer hacer esta caminata con vosotros.
    La has explicado super bien y muy bonitas las fotos.
    Qué maravilla descubrir estos parajes en buena compañía, entre risas y charlas. Los pelos de gallina al escuchar la jota que nos cantaste. Un inolvidable y gran día.
    Esperamos poder coincidir en otras andadas.
    Un saludo.
    Javier y Mónica de Berdún.

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    1. El placer fue recíproco, Mónica. A ver si volvemos a coincidir, sí.

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