martes, 18 de junio de 2019

Borón, por la cresta de los Pepes

IXOS MONS
Borón (1327 m) 
Sábado, 15 de junio de 2019



            De nuevo por Guara para gustar de sus esencias, de sus aires, de su luz. De nuevo por estos vericuetos que el tiempo y los elementos han sabido labrar para el placer humano y de sus sentidos y emociones. Una larga retahíla de sensaciones que te van abriendo sus puertas conforme vas entrando en sus entrañas, haciéndote partícipe de todo lo que estas sierras son y que con infinitas ganas de agradar ponen a tu disposición. Solo resta poner uno de su parte para, en modo receptivo, aprovechar al máximo todas sus bondades.

Salimos del aparcamiento de la ferrata de la Canal del Palomo

Sendero de subida
            Nuestro objetivo de hoy, el Borón. Sí, hoy nos vamos a dejar encandilar por él, conquistar por él, siempre y cuando estemos a su altura, claro. Una altura que no es mucha. Se podría decir que es uno de los imprescindibles de Guara, pero su altitud es modesta, apenas pasa de los 1300 metros, pero el encanto reside en los accesos y patios, a cual más interesante. Optamos por hacer el ascenso por la cresta de los Pepes, y el descenso por detrás del mallo de San Jorge.

Panel informativo en el Camino Natural de la Hoya de Huesca

Canal del Palomo, en los mallos de Lazas
            Dejamos dispuesto un vehículo en el aparcamiento de la presa del embalse, porque es por allí por donde regresaremos. Con el otro nos acercamos hasta el cercano a la ferrata de la Canal del Palomo, de donde salimos. Y lo hacemos en esa dirección, para continuar cruzando el barranco de Vadiello. Seguimos por ancho camino, hasta dejarlo por un sendero que sale a la izquierda, y que luego nos conduce a él, evitándonos una fuerte pendiente. Tras media hora se llega a un cruce de caminos, en el que a mano izquierda queda próxima una caseta arruinada, la de San Román, según los mapas. Seguimos las indicaciones del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, que en ese Espacio Natural Protegido estamos, que nos conducen al eremitorio de San Chinés. Y lo hacemos a la derecha por ancho y herboso camino, que nos va metiendo por un bosque de repoblación que oculta la verdadera vocación de este monte aterrazado, que va asumiendo que lo de hacer de soporte para cultivos quedó en el pasado.

Mallos de los Pepes, a cuya base hay que subir

Aspecto exterior del eremitorio
            Al cabo de una media hora, y tras cruzar de nuevo el barranco de Vadiello, se va abriendo la vista a lo que va a ser nuestro próximo campo de juego, un severo ascenso por roca viva de unos 325 metros de desnivel, y que para digerirlo nos tomamos un respiro en lo que queda de la ermita rupestre de San Chinés, de datación ignota, pero por su estructura le cuentan con orígenes hispano-visigodos. Se trata del aprovechamiento de una oquedad en la roca, cerrados por mampostería, bajo unos enormes murallones estratificados, y cuyo culto se realizaba desde la cercana Santa Eulalia la Mayor, al menos hasta bien entrado el siglo XX.

Mallos y cresta de los Pepes, desde el interior del eremitorio

Progresando por el descarnado conglomerado
            Es hora de seguir, de enfrentarnos a la cruda realidad. Primeramente se cruza un pequeño arroyo, para meterse por entre arbustos y salir ya a la roca descarnada, muy pendiente, pero con muy buena adherencia. En poco más de tres cuartos de hora nos presentamos en el collado bajo esos impresionantes mallos de los Pepes, donde se nos abren unas vistas espectaculares hacia Fragineto y el profundo barranco que media hasta él. Bocado y trago, que lo merece. ¡Cuán profunda queda esa ermita bajo la enorme peña de Foratata! Por delante, hacia el sur la preciosa cresta de los Pepes, que nos dará paso al Borón que asoma hacia el este con toda su inocencia.

Fragineto y Borón. Por encima asoma tímidamente la sierra de Guara

Segundo resalte, asistido por alguna clavija...
            Una vez repuestas las fuerzas que se nos habían quedado en el ascenso, una vez a lomos de la cresta, solo nos queda recorrerla. Su anchura da tranquilidad, pero no hay que descuidarse, porque el patio a ambos lados es considerable. En diez minutos, y tras haber pasado ya por un pequeño resalte, siguiendo el sendero, se llega hasta la base de la pared, que hay que tener paciencia en encontrar, porque unos metros antes se embosca, como queriendo proteger el ascenso y guardárselo para sí. Estamos ante una pared cuasi vertical, pero que con la ayuda de unas clavijas y del propio conglomerado se supera sin mayor problema.

... que vamos superando unos y otros

Tercer resalte
            Nos sitúa a lomos de lo que queda de cresta, que se encamina hacia otro resalte, también provisto de clavijas, muy justas, pero que hacen su papel. Se pasa por una serie de promontorios, hasta que se cambia de registro, descendiendo buena parte del desnivel ganado, para alinearnos ya con el Borón y el Cuello Ligüerri, al que tenemos que descender. Y para ello hemos de poner mucha atención, porque para bajarnos de la plataforma en la que estamos solo hay un paso hábil, a unos 1170 metros de altitud, que exige un giro brusco hacia la izquierda, y que da paso a una zona de carrascas, seguida de erizones, hasta alcanzar ya ese collado, del que parte el sendero para subir a nuestro objetivo de hoy a casi doscientos metros más arriba, y que tardamos menos de media hora en llegar.

Más tranquilos ya

El Borón, por encima del Cuello Ligüerri
            Muchos son los montes de las sierras de Guara y con muy buenas vistas en todos ellos, pero este es especial, y lo es por la verticalidad sobre la cola del embalse de Vadiello, sobre la que se eleva casi seiscientos metros. Unos patios increíbles entre este, nuestro monte, y la sierra de la Ronera, antesala visual de la sierra de Guara, medular y techo de todo el entorno. Sin despreciar las vistas sobre el embalse, que amansa las aguas del ya tranquilo Guatizalema, porque ese es el significado del término “río tranquilo”. Auténticamente espectacular, como también lo son esas gigantescas ralleras que del Fragineto bajan a él a beber.

Las ralleras de las canales de Fragineto se desmayan casi mil metros
Al fondo, todo el cordal de la Sierra de Guara

Embalse de Vadiello, y los mallos Mitra y San Jorge
            Momento para el alimento también del cuerpo. Algo de comer y para abajo. Repetimos itinerario de bajada hasta el Cuello Ligüerre y subida hasta ese estrecho paso que nos sitúa de nuevo a caballo de la peña del mismo nombre y de los mallos de Lazas, no sin un tramo de subida antes. Los hitos nos llevan por encima del peligroso barranco del Diablo hasta tener de frente el mallo de San Jorge, que no subimos, y la Mitra a su izquierda visual. Lo dejamos todo a nuestra izquierda en el collado del mismo nombre, y poco a poco nos vamos metiendo en un barranco en el que estamos entretenidos como media hora. Sí, muy entretenidos. El desnivel es muy pronunciado, tanto es así que hay pasos asistidos por cuerdas fijas. La salida del barranco también depara sorpresa, ya que se llega al pie del mallo de San Jorge y del Puro.

Descendiendo el barranco, ayudados por las cuerdas fijas

Mallos de Ligüerri
            En veinte minutos más se termina la ruta, habiendo pasado por la intersección de la salida de la ferrata de la Canal del Palomo, recalando en el lateral de la casa junto al aparcamiento de la presa, donde habíamos dejado un vehículo, que nos llevará hasta el otro donde la hemos comenzado como 6 horas y media antes, tiempo del que 3h 30' han sido en movimiento, para recorrer tan solo 9,6 km, pero salvando un desnivel acumulado superior a los 1400 metros D+/-, datos que nos pueden dar una idea de las acusadas pendientes de la ruta.


Más fotos y el track

2 comentarios:

  1. Hola Chema.

    El Boron es mi pico favorito de la sierra de Guara, para la "poca cosa que es", tiene unos buenos desniveles y muchas alternativas para subirlo.

    La verticalidad que hay desde la cima, es impresionante, casi se le va a uno la cabeza al mirar para abajo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo en todo lo que dices, Eduardo. Gracias por el comentario.
      Un saludo.

      Eliminar