GR 11 Et.3 Lizara - Candanchú
Viernes, 7 de octubre de 2016
Como ya
anticipamos en una entrada anterior, se ha incorporado este itinerario al nuevo
GR 11 a su paso por La Jacetania, en un impulso para integrar en nuestras
fronteras la totalidad de este emblemático GR en su migración a Sendero
Turístico de Aragón. Sí, aunque las montañas no entiendan de mugas ha habido
que hacerlo así, y por más que hemos mirado y pateado, no hemos encontrado otra
ruta mejor para llevarlo a cabo. Así conseguimos mantener Agua Tuerta (como
dicen en Ansó, que para eso está en su término) y Estanés, incorporando el
Valle de los Sarrios, como punto de alto interés dentro del Parque Natural de
los Valles Occidentales. De este modo, desde Zuriza hasta Candanchú, pasamos de
dos a tres etapas. La primera se mantiene de Zuriza a La Mina, la segunda
también hasta Estanés, con la novedad de que se entra por el citado Valle de
los Sarrios, puerto de Bernera, Plana Mistresa y Lizara. Y la tercera, desde
Lizara hasta Candanchú por esta nueva ruta, que encontramos ya recién señalada
con las marcas rojiblancas de GR.
Nuevas señales en el barranco de Igüer |
Hoy, con las
amigas Olga y Sara, nos vamos de estreno. Volvemos a hacer este itinerario para
degustar de la soledad, de la austeridad del barranco de Igüer, en
contrapartida con la majestuosidad de Esper, ese valle colgado, con su circo
formado por los grandes paredones de Aspe y Llena de la Garganta, cuyas
escorrentías dan vida a la Chorrota del Aspe, que justo arranca en la misma
muga. Vamos.
Lizara, desde el collado del Bozo |
Bisaurín y Fetás |
Partimos pues
desde Lizara, en una mañana con un tiempo perezoso para el cambio, y sobre todo
para sacar agua, que tanta falta hace. El Bisaurín, como el Fetás vecino, o
Bernera, o los dos cordales que forman este valle de Aragüés, se muestran
alegres porque andan ya jugueteando con esos primeros rayos solares, pero la
procesión va por dentro, porque sus entrañas calizas se encuentran resecas,
imposibilitadas para ofrecer ese bien preciado, que tras su constreñido paso
por ellas, nos ofrece con generosidad en otros momentos. Estamos comenzando un
otoño prolongación de un seco estío, al que también podemos sacarle su jugo,
acudiendo al monte en busca de buenas sensaciones, como siempre.
Señal en el resalte rocoso para la fijación de la sirga |
Con buena
conversación, acompañando al seco barranco del Articuso, el ascenso hasta el collado
del Bozo se hace ameno. Como en una hora salvamos los 460 metros de desnivel.
Aquí nos despedimos del GR 11.1, que sigue por Napazal y Rigüelo, que lo sube
al collado de la Madalena en busca de Canfranc pueblo. A partir de ahora, las
nuevas marcas nos van a llevar ya por el barranco de Igüer, que toma decidida
dirección norte, entre la Llena del Bozo que dejamos a la derecha y el mundo
Bernera y Olibón a nuestra izquierda. En principio, el sendero va tomando
altura hasta entrar propiamente en el denominado barranco, pero que cuántos
otros llamados valles serán más pequeños. Una vez ya en él, el avance se
serena. Tras el cruce de un barranco lateral, seco como el principal, claro,
llegamos a un pequeño resalte en el que hay que echar las manos para superarlo.
No tiene mayor dificultad, pero va a ser dotado de una sirga de seguridad, de
hecho ya están marcados los puntos de anclaje.
Llena del Bozo |
El Olibón |
Al llegar a un
punto próximo de las llamadas Foyas de Aragüés, el valle hace un codo de 90º,
girando hacia el este, dando inicio ya al suave ascenso hasta el collado de
Esper, donde una más que grata sorpresa nos aguarda, y es la excelente
panorámica que nos ofrece. A nuestros pies un magnífico valle colgado, cuya
orientación norte le hace conservar todavía unos neveros, que harán peña con
las nieves que vengan. Los paredones del Aspe, y la Llena de la Garganta forman
un circo que hace las delicias de las numerosas cabañas de sarrios que siempre
se dejan ver por aquí. El nombre del pico más alto de esta sierra lo toma del
valle francés al que rinde aguas, Aspe, pero hasta el mismo inicio de la
chorrota, toda la montaña, y todo este valle es territorio español, no en vano se
llama también Punta Esper a este soberbio monte. Los enclaves de Candanchú y
Astún también se pueden ver desde los 2.280 metros de este espléndido mirador,
si la niebla no lo impide. Y tantos y tantos montes más, grandes montes que
configuran lo más cercano de nuestra cordillera.
Panorámica sobre el collado de Esper |
Paso de la Oreja |
Bocado rápido,
que el aire viene fresco, e iniciamos la bajada siguiendo las marcas
rojiblancas, que nos van llevando por lo más cómodo de este vertiginoso
descenso, y que hay que acometer con cuidado debido a lo expuesto del terreno
en algunos tramos, especialmente el llamado Paso de la Oreja, que discurre
entre dos marcados sinclinales del atormentado terreno. En este tramo, hay
verdaderas tiradas de sendero en el que se ha trabajado una caja para su mejor
tránsito, evitando la ladera herbosa, que había que ir salteando hasta ahora. Se
llega a media altura del seno del ancho río de piedras en el fondo del
barranco, para subir hasta una muy cómoda plataforma herbácea, donde nuestros
pies disfrutan también de un breve cambio de pavimento. Un corto repecho nos
sube a Loma Verde, que dejamos a su aire para seguir ascendiendo a cuchillo por
la ladera de nuestra derecha, hasta alcanzar un lugar próximo al collado de
Tuca Blanca, donde tomamos ya un ancho camino que nos lleva hasta el terminal
de ese remonte, justo al sur del bajante de la cima sur de la Zapatilla.
La Tuca Blanca |
Valle del Aspe |
Dejamos atrás
la salvaje naturaleza que el tiempo y los elementos han sabido crear, y nos
metemos ya en terreno más domesticado, más hecho para provecho humano. Esas
pilonas, esos cables, esas sillas, estructuras todas ellas para recreo de los
esquiadores que hacen sus delicias en estos inviernos cada vez más cortos, cada
vez más inciertos. Las vistas desde aquí también son espectaculares, destacando
especialmente la Canal de Izas, virgen, y que dure. Obviando los elementos
artificiales, se nos abre otra cuenca, la de Tortiellas, también abrupta, salvaje,
que vierte en Rioseta. Las empinadas y descarnadas rampas nos conducen hasta el
paso de Tortiellas, para dejarlo de lado y continuar por esa pista hasta el paso
del Pastor, y seguir por ella ya bajando
por el sinuoso trazado cara vista ya a Candanchú, hasta un lugar próximo ya a la
llegada al aparcamiento, tomando un sendero, bien señalizado, para alcanzar ya
hasta esa explanada de la cafetería, donde se podría dar por terminada la etapa
si hemos traído aquí previamente un vehículo, aunque en realidad culmina en la
zona de albergues y refugios, hasta donde nos dirigimos.
Y así termina
nuestra vuelta de hoy, tras haber recorrido 16,7 km, con 5h 50’ de tiempo total,
del que 4h 45’ han sido en movimiento, para salvar los en torno a 1.220 metros
de desnivel acumulado D+. Una mañana de estreno, por un itinerario que se
comienza a difundir y que tiene verdadera vocación de agradar, estando
realizado ya su marcaje y quedando la cartelería y alguna baliza para completar
la señalización.
El track, en: http://www.gpsies.com/map.do?fileId=pejbrdoiwyaxdseb
Pues habrá que ir a recorrer esa etapa que tan bien describes.......
ResponderEliminarUn placer, Jesús.
EliminarI will be taking that path on September 21st. Thank you for the description..Do you know if it has been recorded on Wikiloc?
ResponderEliminarIn wikiloc it is not currently.
EliminarHere is the track:
http://senderosturisticos.turismodearagon.com/ruta/ficha/3053
http://senderosturisticos.turismodearagon.com/visorprames/get_route_GPX.php?id=3053