martes, 29 de octubre de 2013

XV Día del Senderista

ANDADAS
XV Día del Senderista
Sabiñánigo
Domingo, 27 de octubre de 2013




            La montaña es algo grande, pero más si cabe la hacen jornadas como ésta. Un nuevo Día del Senderista, y ya van quince, se ha organizado en Aragón. Impulsado por la FAM, ha sido organizado en esta ocasión por los Grupos de Montaña de Sabiñánigo (GMS), que se han esmerado por ofrecernos 5 rutas cercanas a la capital serrablesa, con la intención de dar a conocer su rico patrimonio natural salteado por esos pequeños núcleos de población, en los que verdaderos héroes de este tiempo resisten contra viento y marea siguiendo con las labores tradicionales de los pueblos de montaña. Unos pueblos, los de esta zona, con un riquísimo patrimonio arquitectónico compuesto por esas iglesias románicas de porte mozárabe.

Iglesia de San Juan Bautista, de Allué
          Varios cientos de personas, venidas de todos los confines de Aragón, son congregadas en el polideportivo de Puente Sardas, para dar comienzo a esta jornada de convivencia por excelencia entre las gentes que practican una de las muchas facetas del montañismo que es simple y llanamente la de andar. Sí, la de andar por los caminos. Unos caminos de viejo, la mayoría rescatados del olvido y de las barzas para deleite del caminante.

            Optamos por la Ruta 1, que sin pretenderlo es la más larga. Aun así y con todo, son poco más de seis kilómetros que la mayoría de ellos coincide con el itinerario de regreso de la Puyada a Oturia. Nos lleva el autobús hasta la entrada a la pista que sube a Allué, una subida que ya hacemos andando, disfrutando de una mañana extraordinaria, una de las últimas de este postrero veranillo.

El pueblo, visto con los ojos del tiempo
            Llegada al pueblo y tiempo para echar un bocado, con visita obligada a la parroquial de San Juan Bautista, del siglo XII. Como relata el maestro Antonio García Omedes, en su http://www.romanicoaragones.com/0-Jacetania/99002-Allue.htm: “El templo corresponde cronológicamente a un momento de mediados del XII. En principio fue de nave única, orientado y rematado al este por ábside de tambor. En el XVII sufrió una notable reforma, como tantos otros. Fue demolido su muro sur, sustituyéndolo por un amplio arco de medio punto que lo comunica con la nave alzada al lado sur del templo que de esta forma amplió de modo notable su capacidad. También recibió capilla lateral al norte de la nave y un atrio que abre al cementerio y bajo el que se cobija la portada fechada en 1690 en su dovela clave. En la misma luce el Agnus Dei que lo identifica como propiedad del monasterio de San Juan de la Peña”. Una reseña, como todas, magistral, y que remata como no podía ser de otra manera, con un convincente “Merece la pena visitar el lugar. Su iglesia. Callejear por su reducido caserío. Saborear la arquitectura tradicional, sus chimeneas…”.

Subiendo por las margas
            Tras disfrutar de estas piedras maravillosamente ordenadas y que tanta historia tienen, seguimos a lo nuestro, que es participar de esta actividad y de esta mañana que se nos ofrece. El sendero discurre por los cantos de campos, comido por los modernos arados, subiendo y bajando barrancos y atravesando margas, tan características por esta zona. Finalmente, es el bosque el que nos protege del calor del mediodía y que nos va entregando a una variante del camino, para paliar el destrozo hecho por la construcción de la nueva autovía, y que con acierto han resuelto.

Hogar típico, con su cadiera
            Llegada al polideportivo, y visita obligada al Museo de Artes Populares de Serrablo, en el que una hora de recorrido nos transporta uno, dos siglos, en el tiempo contemplando cantidades ingentes de objetos, artilugios, imágenes, recreaciones de la vida de aquellos años en los pueblos de Serrablo, pueblos del Sobrepuerto, que con el lacrimal seco quedaron hace décadas abandonados por la desidia y el menosprecio para con unas gentes que tuvieron que dejar allí sus raíces y marchar con lo puesto a las ciudades, a las jaulas de las ciudades. No os perdáis la visita al museo: http://www.serrablo.org/museoartespopulares.

            Cerca de seiscientas personas comiendo es el punto final de esta jornada de convivencia, culminada por unas palabras de los presidentes de GMS y de la FAM, en las que agradecen la asistencia y ponen en relieve que jornadas así son las que hacen grande la montaña. Por si no lo fuera lo suficiente. Añado. Una mañana bien empleada, en definitiva.



El reportaje completo de fotos, en:

2 comentarios:

  1. Me alegro Chema de que lo pasarais bien.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Sí, una jornada un tanto distinta, pero muy agradable. Gracias, Samu, por el comentario.

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