domingo, 30 de octubre de 2022

El cordal fronterizo del puerto del Palo, y de bajada... el mallo Añarón

 


AQUERAS MONTAÑAS
Lariste (2164 m)
Marmida (2078 m)
Cotdoguy (2015 m)
Burcq (2104 m)
O Risté (2114 m)
Mallo Añarón (1821 m)
 Sábado, 29 de octubre de 2022

            Juan de Yepes, más conocido como San Juan de la Cruz fue un importante místico del Renacimiento (siglo XVI), que reformó la Orden del Carmelo y, junto a Teresa de Ávila (Sta. Teresa de Jesús), fundó la de Carmelitas Descalzos. Lo traemos aquí hoy por su faceta de poeta, y lo hacemos con estos versos:

Mi Amado las montañas,

los valles solitarios nemorosos,

las ínsulas extrañas,

los ríos sonorosos,

el silbo de los aires amorosos.



            No es de extrañar, pues, el que nos vayamos a las montañas virtuales para iniciar otro relato de nuestro paso físico por ellas, porque nos habla de montañas, de valles solitarios, de bosques, de ínsulas (aunque sea lo único que no venga al caso), de ríos y del silbo del aire, pero en lo que más queremos cargar las tintas es en ese aspecto amoroso, porque es eso lo que sentimos por las montañas, por los valles, los bosques, los ríos y todo lo que habita en ellos. También, por supuesto, por las personas con las que compartimos esos momentos en los maravillosos entornos en los que nos movemos. Para hoy, hemos elegido un bonito y solitario rincón del Espacio Natural Protegido del Parque Natural de los Valles Occidentales. Partiendo de la Mina, en la Selva de Oza, nos adentraremos en el barranco de las Foyas para recorrer el circo y auparnos al cordal fronterizo del Lariste hasta el O Risté, pasando por el puerto del Palo, e incorporarnos a la bajada al Camino de Santiago (GR 65.3.3), subiendo también al mallo Arañón… porque estaba ahí.

Diciembre de 2012

Belén destrozado (oct'13)

           Somos ya viejos amigos de estos lares. La primera vez que los visitamos fue en diciembre de 2012, ocasión en la que se intentó subir el Belén Montañero del CP Mayencos, aunque no se supo muy bien dónde se dejó debido al mal tiempo reinante. Al año siguiente fuimos a buscarlo, con la curiosa historia que contamos en la búsqueda del Arca Perdida. No volveríamos hasta el año 2021, cuando recorríamos en solitario los centinelas del Puerto del Palo para incluirlo en el libro de “Los Valles Occidentales del Pirineo aragonés” (Prames 2022). Y ha sido ahora cuando hemos vuelto con un grupo de 14 mayencos dando cumplimiento al programa de actividades del club. Bueno pues, como dice nuestro invitado de cabecera de hoy, entre montañas, valles solitarios, ríos sonoros (poco) y silbo de los aires (mucho… muchísimo) andamos esta ventosa jornada.


            Nos llegamos a la Selva de Oza para dirigirnos a la Mina, verdadero cruce de caminos (GR 11, GR 65.3.3, Chemin de la Liberté…), y arranque para el S5 del parque, donde tomamos el nuestro, que entronca con estos tres últimos en el inicio del barranco de las Foyas. En veinte minutos despejamos dos dudas, dejando a la derecha el desvío por el que vendremos, cerrando la circular. Cruzamos el barranco y continuamos dirección al ibón de l’Acherito, hasta tomar algo de altura mediante unas zetas, hasta un roquedo, donde lo dejamos para seguir adentrándonos en el barranco. Persona alguna en nuestro campo de visión, aunque no piensan lo mismo la cantidad de sarrios que nos vamos encontrando, nos estamos adentrando en sus sagrados territorios. Por cierto, aún queda alguna vaca por estas montañas.





            Siempre con nuestros objetivos a la vista, se alcanza un amplio plató que nos da un breve respiro, y desde el que continuamos la subida hasta el collado de Lariste que, en realidad no sería necesario, pudiendo acometer el ascenso final por la izquierda, pero nuestras ganas de ampliar la visión nos llevan a él. El fuerte viento de sur que nos ha acompañado hasta aquí se vuelve imposible cuando intenta pasar al valle que tenemos a nuestros pies, y que rinde a la cuenca de Lescun, que todavía no tenemos a la vista en su máxima expresión. Por no perder altura continuamos por un corto cresteo por el roquedo, que le da su puntito antes de encarar, por una pendiente pala, el ascenso definitivo a nuestra primera cota y más alta de la jornada, el Lariste, donde también anida el fuerte vendaval. Dos horas y media hasta aquí, desde donde, ahora sí, se nos muestra esa gran cuenca, base de muchas excursiones y ascensiones. La mañana está, además, muy nubosa, y es esa falta de luz la que impide que el otoño foliar, algo ya pasado también, se muestre con todo su colorido.









            Volvemos al collado, pero ya bajo el roquedo, para acometer la subida al Marmida, algo escorado hacia el norte. Lo dejamos atrás para bajar a otro pequeño collado, en el que tratamos de ponernos al abrigo del viento, sin conseguirlo demasiado, para echar un bocado. El Cotdoguy será el último de este tramo de cordal hasta caer al puerto del Palo, desde donde nos dirigimos a por las siguientes cotas, que son el Burcq y el O Risté, el más meridional de todos, y que nos da asome a Guarrinza y su fiel guardián, el Castillo d’Acher. Desde aquí ya nos podemos ir despidiendo de las altas montañas cercanas pues, tras cuatro horas y tres cuartos, vamos a comenzar a ir perdiendo altura por una loma herbosa, que transitamos placenteramente, aun acompañados por fuertes rachas de viento.













            Casi una hora para llegar a converger con el GR 65.3.3, que no abandonaremos ya hasta el final de la ruta, pero antes, y con su permiso, tenemos que rendir cuentas también a nuestra sexta y última cota de la jornada, ese robusto mallo Añarón, que tan enhiesto se muestra desde el valle, pero que por aquí muestra sus debilidades, pues en un cuarto de hora nos hacemos con él, cumpliendo así sus deseos… y los nuestros. Otra atalaya, otra perspectiva la que se tiene desde aquí, con una visión vertical sobre el fondo del barranco, y en horizontal sobre todo lo que nos rodea, con el imponente mallo Cristian enfrente, con ese camino entre medio, por el que transitábamos como cinco horas antes, pero, sobre todo, por el magnífico circo cuyo arco nordeste hemos recorrido. Sentimos el haber estorbado a una cuadrilla, otra más, de sarrios que retozaban en la cima, aprovechando que las nubes dejan espacio al sol para que nos dé los buenos días. Nunca es tarde para recibir una bendición.






            De vuelta al Camino de Santiago, solo nos queda ya dejar que nos acompañe hasta el punto de partida, cerrando la circular en el seno del barranco. En total, han salido 13,8 km, con una duración de 7 horas y cuarto, con un desnivel acumulado total en torno a los 1235 m D+/-, en una jornada pasada en muy buena compañía, por solitarios lugares y con un vendaval que, si se pensaba que iba a quebrar nuestra voluntad, con toda humildad podemos decir que nos ha servido para todo lo contrario. 



Webs:

Red Natural de Aragón 

Montaña. Club Pirineísta Mayencos 

Senderos FAM 

Geamap 

RAE  

Hijo de la Tierra






Más fotos y el track

Bonito resumen en el Instagram de Javier Oliver



2 comentarios:

  1. Preciosa crónica🥰 Y me descubro ante tamaño arte en el manejo de la pluma✒️🤙🏻😃

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    1. La compañía y el entorno sois la inspiración. Gracias Javier.

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