domingo, 1 de mayo de 2016

Bujaruelo, con Chema García

IXOS MONS
Bujaruelo
Jueves, 28 de abril de 2016



            Los Pirineos, un paraíso que alberga verdaderos tesoros de los tres grandes reinos de la existencia, el mineral, el vegetal y el animal. Los Pirineos, último reducto meridional de los glaciares europeos. Los Pirineos, pequeña cordillera, pero gran escenario para un auténtico disfrute en muy diversas disciplinas, que exige un mínimo de conocimientos para hacerles frente. Sí, pero no sólo aptitudes, sino actitudes, porque la montaña, como ser vivo, también merece nuestro respeto, como ser vivo también está sujeto a cambios de humor, como ser vivo también tiene su lado amable y sus recovecos, sus hostilidades, sus secretos, que aunque nos empeñemos en desvelar, será mejor asumir que son cosas suyas, pero que hay que tener en cuenta.


            Esa montaña que, como ser vivo necesita de su alimento, que lo obtiene del sol, de la luz, del agua y del aire. Pero también de los seres que la habitan, que con su equilibrio con el medio contribuyen a esa armonía. Y de las risas, y de los gozos, y del agradecimiento del ser humano cuando obtiene lo que busca. Da. Da mucho, pero también se cobra. Ocasionalmente, la mala praxis o la fatalidad hacen que no todos los que salgan a ella vuelvan. Siempre ha sido un misterio ese comportamiento, lo sigue siendo, y mucho tienen que cambiar las cosas en esta relación para conocerlo a futuro. Es saludable que entre los seres queridos se comparta todo, pero siempre hay pequeños espacios, pequeños resquicios de libertad, en los que cada uno guarda celosamente su espacio. La montaña también los tiene, y a veces es grande, muy grande su tributo.

imagen de ordesa.net

            Estamos viviendo unas jornadas, especialmente familiares y amigos, críticas, desesperadas, porque el tiempo siempre juega en contra en estos casos. El sábado 23, Chema García salió en solitario del refugio de Bujaruelo para dar un paseo por el río Ara, en dirección a sus fuentes, o al menos eso es lo que dejó dicho antes de salir. Sigue estando en situación de desaparecido. Desde entonces, familia y amigos han puesto en marcha una gran ola de solidaridad, que como un tsunami ha movido esos resortes que los montañeros tenemos de entrega y ayuda allí donde haga falta prestarla cada uno con su voluntad y limitaciones a la hora de moverse por la montaña.



Salto del Carpín
            Una de esas llamadas a la colaboración, ha sido atendida por un nutrido grupo de Os Andarines d’Aragón, al que nos hemos adherido sin importarnos el cambio de planes, pues inicialmente se iba a visitar el Arco de Piedrafita, esa singular formación geológica en las faldas de la Partacua, que los caprichos del binomio erosión y tiempo nos han dejado para deleite de los sentidos. Pues centrándonos ya no en lo que no fue sino en lo que sí fue, y con el ánimo de poder echar una mano en ese rastreo recalamos en el puente de los Navarros.

Subiendo a la vera del Ara
            Nuestra aportación era la de subir por la pista de Bujaruelo hasta el puente de Santa Elena y continuar por el sendero del GR 11 hasta San Nicolás, bajando por la pista. Desde hace unos días se han incorporado a la búsqueda numerosos grupos de rescate, de la Guardia Civil de Montaña, de la UME, Protección Civil, forestales... que han establecido el mando único para la coordinación de las labores de búsqueda. Es por eso, que momentos antes de iniciar el camino se presenta un voluntario diciendo que en varios viajes de coche nos van a ir subiendo a San Nicolás, para ser controlados y distribuidos por el mando, de modo que vamos acompañando al río hasta que vamos siendo recogidos todos. Una vez allí, nos dividimos por grupos y nos asignan zonas y un efectivo de los grupos profesionales de rescate.


            En nuestro caso, bajamos con dos grupos por el GR 11 hacia el puente de Santa Elena, que aunque es la dirección contraria a la anunciada, tras los primeros días de búsqueda por los lugares evidentes, hay que ampliar el radio de acción. A pesar del mal tiempo anunciado, la mañana está radiante, con unas nubes que ponen su nota de color y de frescor en el cielo azul. La montaña está verdaderamente exultante, la humedad acumulada en los estertores del invierno y comienzos de esta primavera le confieren un aspecto que excede a los sentidos. Pero todo ello se ve ensombrecido por la pesadumbre de nuestra tarea.

Saliendo al puente de Santa Elena
            Vamos circulando despacio por el sendero, prestos a cualquier aspecto anómalo de él y sus alrededores, aprovechando sus ensanches para ensancharnos con él, aprovechando sus asomes al río para asomarnos al río con él, aprovechando sus recovecos para preguntar sin recibir respuestas, participando de ese nudo en la garganta de familiares y amigos. Un recorrido que viene a costar no más de una hora, nos cuesta más del doble. Llegamos al puente de Santa Elena y coincidimos con otro grupo que vuelve del tramo de GR 11 que baja al puente de los Navarros. Eso de que baja es un decir, porque comienza por un fuerte ascenso hasta encaramarse a una plataforma, en la margen derecha del río. También se suman los grupos que han estado rastreando de San Nicolás hacia arriba. Todo el grupo unido ya, bajamos al puente de los Navarros en busca del bus, dando por terminado este breve pero intenso tiempo compartido con la búsqueda y la desesperación.


            Antes de concluir estas líneas ha saltado la fatal noticia de que Víctor Martín, miembro de la UME ha entregado su vida en esas labores de búsqueda, al precipitarse por un barranco de 40 metros, según las informaciones. Nuestro más hondo sentimiento de solidaridad y cariño también por esta pérdida irreparable, y mucha fuerza y que no decaiga la ilusión por un pronto hallazgo de Chema García.

 
imagen de heraldo.es


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