Son una especie de gallináceas,
unas aves grandes y muy coloridas. Es un animal con un enorme dimorfismo
sexual, es decir, con una gran diferencia entre la apariencia de los dos
géneros, siendo el macho mucho más vistoso. Sus plumas desplegadas, que pueden
alcanzar los dos metros, las emplea para marcar el territorio y para atraer a
las hembras. Llamadas coberteras, en contra de lo que se piensa, no
corresponden a la cola, sino que son dorsales y las renuevan anualmente.
En la India estaba considerado como detentador de un simbolismo solar, y
se le relacionaba con la rueda, tal vez debido al círculo que forma con las
plumas. Parece que transportaba en su dorso a las divinidades orientales; por
ejemplo, se dice que el propio Budha lo usó para trasladarse de un lugar a
otro. Si se le representaba con una serpiente en su pico, simbolizaba la suerte
que corrían las tinieblas ante la luz. Para los Indús, el Pavo Real, simboliza el firmamento lleno de estrellas,
cuando abre sus plumas en forma de un vistoso y colorido círculo. Además, sirve
de montura a Skanda, el dios de la guerra. También se dice que representa al
poder del trueno.
En el Antiguo Testamento, forma parte de las pertenencias del Rey
Salomón.
Los Romanos, tenían a Juno, diosa de la maternidad, con un Pavo Real
por estarle particularmente consagrado.
De los Persas proviene la idea de representar dos ejemplares de Pavo Real
dispuestos en forma simétrica, con el árbol cósmico por testigo, lo que indica
la existencia de un simbolismo referido a los dos aspectos psíquicos que
subyacen en la personalidad de los seres humanos.
Los Árabes interpretan la majestuosidad
de sus plumas desplegadas y su colorido como un signo del sol o de la luna
llena. En el Islam se le asocia a
Iblís, jefe supremo de los demonios.
Para los Primeros Cristianos, el Pavo Real, simbolizaba la vida eterna, y lo
representaban en numerosas ocasiones con el abanico de sus plumas desplegadas;
también era un signo de la inmortalidad y de la luz.
En el Medievo, el Pavo Real era la encarnación y el símbolo del pecado
capital de la soberbia.
Para el Esoterismo significa la totalidad, pues reunía en sí todo el
colorido posible.
En la actualidad, es una pieza significativa en los zoológicos, siendo
muy atractivo para el público, especialmente para el infantil. Hemos de
confesar que esto ya no nos gusta tanto.
Fuente texto: Grandes Profecías (Ed. Nueva Lente) y Wikipedia.
Fuente fotos: Wikipedia ySobreleyendas.
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