jueves, 25 de abril de 2019

XVIII Jorgeada, de estreno por el GR 234

ANDADAS
XVIII Jorgeada de Aragón
Martes, 23 de abril de 2019




             Volvemos a las andadas, literal.

         Volvemos a las andadas, no sé, porque hacía cuatro años de la anterior, porque bajaban los colegas de Jaca, porque significaba llegar a uno de los retos marcados por la organización haciendo cinco, porque nos apetece… que creemos que va a ser la mejor excusa para bien emplear la noche víspera y la mañana del día del patrón San Jorge. Y como eso de vencer al dragón está ya muy manido, vamos a tratar de darle la vuelta para decir que nuestra reconquista es inversa, que parte de la ribera del Ebro, en la tierra llana, y va hacia el norte, los primeros compases junto a otro gran río, el Gállego, para llegar a Huesca, la segunda capital de Aragón, partiendo de la primera, por caminos, sendas y cabañeras, trozos de nuestra querida tierra.

José Mª Gallego, alma mater de Os Andarines d'Aragón
con la Presidenta de las Cortes de Aragón y el Alcalde de Zaragoza,
y en los extremos Marisol Aznar y Jorge Asín, los jorgeadores de este año

             Como estos últimos años, la prueba reina de las andadas en Aragón, tiene a la Aljafería como punto de concentración de la organización, participantes, familiares, jorgeadores invitados, autoridades, y todo aquel que se quiere acercar, porque está rodeado de un auténtico ambiente festivo y deportivo, todo ello amenizado por algún grupo de música y baile tradicionales. Tras ello, Marisol Aznar y Jorge Asín, jorgeadores de este año, presidían el acto de entrega de los premios que concede la organización a los andarines más activos en las pruebas del Calendario de Andadas Populares de Aragón del año anterior.

Aspecto festivo

Música y baile para amenizar la previa
            Saludamos a muchos amigos de la organización, con los que coincidimos con frecuencia. Llega Manuel, y seguidamente los de Jaca: Toñín, Julián, Santi, Carlos y Juancho. Recogida de credenciales, y a pasar el rato, el poco que queda ya. Al filo de las nueve y media, y tras una ya legendaria pancarta, se daba lugar a la salida neutralizada, que recorría diversas calles de Zaragoza hasta llegar al Pilar, que seguro que ya la vio hace dieciocho años con unos cuantos palitos menos, de esos romanos, que van añadiendo hasta cumplir la mayoría de edad que ahora celebra. Foto de rigor… y al turrón.

El equipo al completo (foto de Ana)

Momento de la salida neutralizada
            Diez de la noche. Las previsiones meteorológicas se han ido desinflando sobre las que auguraban una noche pasada por agua, de modo que ya veremos. El ganao está nervioso y hay que abrir el toril, que no espera a las diez. Nos despedimos de esta enorme plaza, que alguien la definió como el Salón de Zaragoza. También del Ebro que, incansablemente pasa por aquí desde no se sabe cuánto tiempo, y al que le tenemos más respeto si cabe, aunque solo sea por ser más antiguo. Calle Sobrarbe y San Juan de la Peña, nombres ambos relacionados con lugares emblemáticos del Alto Aragón, al que nos dirigimos, aunque sin llegar a ellos, de hecho, esperamos estar despiertos dentro de catorce o quince horas para no pasarnos de largo de nuestro destino, su capital, Huesca. Camino de los Molinos, que nos enfila ya a la salida de la ciudad.

Salida de la plaza del Pilar

            22:40 – 40’ – Km 6 – AV1. Barrio de San Gregorio, en el que poco antes del hospital Royo Villanova se encuentra el primer avituallamiento. Continuamos. Se acaban las luces del camino, se encienden las de nuestros sueños. Cruzamos por encima las vías del tren, y por debajo la Z40, para llegar a...

AV1 en el barrio de San Gregorio

AV2 en San Juan de Mozarrifar
            23:10 – 1h 10’ – Km 9,8 – AV2. San Juan de Mozarrifar, que nos espera con un suculento plato de ensalada de pasta, que no viene mal para acometer los 70 km que nos quedan. Las rojas luces producían un tintineo silencioso en el dorso de los caminantes, que poco a poco se iba estirando, incluso desapareciendo al final de alguna de las largas rectas. Justo al final de una de ellas, en el mismo límite del término municipal de Zaragoza con el de Villanueva de Gállego, se gira bruscamente a la izquierda, para tras otros dos giros, derecha e izquierda, volver a pasar las vías por encima y transitar por detrás del polígono industrial de San Miguel primero y de la universidad homónima después, llegando ya a…

Apurando la cena, en San Juan de Mozarrifar

AV3 en Villanueva de Gállego
            00:35 – 2h 35’ – Km 17 – AV3. Villanueva de Gállego, guiados por las cintas, que nos introducen en la población, y nos llevan hasta la plaza de la iglesia, donde un grupo de voluntarios se afanan en ofrecernos chocolate con bizcochos. La noche está quieta, nosotros no. Pronto nos situamos junto a las vías del tren, que las acompañamos durante un largo trecho amenizados por los pitidos que les sugieren a los maquinistas. Otro tramo más y volvemos a cruzar la N-330, que llevamos a nuestra derecha pasando por las Lomas de Gállego, cuyas luces se vislumbran desde lejos. Continuamos por la pista, con algún subibaja que otro, hasta llegar a…

Pero qué rico está el chocolate!!!

Ángel a lo suyo
            02:45 – 4h 45’ – Km 29,1 – AV4. Zuera, a cuya población entramos no sin antes cruzar de nuevo la antigua N-330, y tras una larga travesía urbana alcanzar el pabellón polideportivo, en cuyo interior te encuentras un buen despliegue de avituallamiento de sólidos y líquidos, con el amigo Ángel tirando de cuchillo jamonero. Un amplio espacio en el que los que han dejado en la Aljafería su “Mochila 1” en la furgoneta correspondiente se la encuentran aquí y ahora, y donde un buen número de sillas están dispuestas a aguantar el reposo del caminante. Echar un bocado, vaselina en los pies, y a seguir, qué menos que un cuarto de hora para estos menesteres. Las experiencias previas nunca han sido buenas en la salida del pabellón, siempre nos ha atenazado el frío y ha sido desagradable el arranque, pero en esta ocasión no ha sido así, la temperatura sigue siendo buena. Salimos de nuevo a la N-330, que la acompañamos poco más que para cruzar el Gállego, la única vez que lo hacemos, la vida de los seres es así. Giro a la izquierda y paso por debajo de la autopista, para volverla a pasar más adelante y meternos en el polígono industrial Los Huertos. Cruzamos por encima las viejas vías del FFCC de Gurrea de Gállego, sí, aquel que iba a Ayerbe sin pasar por Huesca, y que están trazadas desde Zuera hasta Turuñana. Seguidamente se cruzan las que sí van a Huesca. Por pista de tierra, y otro buen tramo junto a las vías, se llega al siguiente avituallamiento, el del…

Entrando al pabellón de Zuera

AV4 en el interior del pabellón de Zuera
            04:45 – 6h 45’ – Km 37,9 – AV5. Cruce de Ontinar, donde nos ofrecen caldo caliente y nos sellan la credencial y seguimos ruta con un giro brusco hacia el E para seguir acompañando a las vías, hasta que les damos el pego con la autopista un largo, pero largo tramo. Damos con la carretera local del centro penitenciario que, tras un breve tramo, se evita para entrar en otro camino y dar de nuevo con ella en un cruce, donde se halla otro avituallamiento, en el que hay un bus preparado para el que no resista la tentación. Estamos casi a mitad de camino, y la flojera al acecho. Estamos ya en el…

AV5 en el cruce de Ontinar del Salz

AV6 en el cruce de la cárcel
            06:10 – 8h 10’ – Km 45,5 – AV6. Cruce de la cárcel, con avituallamiento de líquidos y algún sólido. Seguimos, no muy lejos de la autopista, la N-330, las vías del tren y la acequia de Santa Quiteria. Este tramo es largo, muy largo. Se pasa junto a la ermita de la Virgen de la Violada, nombre derivado de Vía Lata, sí, esa que soportaba el trasiego de los romanos desde Caesaraugusta hasta Osca… y más allá, y es que estamos en sus dominios. Nos incorporamos a la Cabañera Real de Lupiñén, que nos sirve para cruzar de nuevo las vías del tren por arriba y llegarnos casi hasta el paso subterráneo de la autopista, por donde se pasaba antes, pero ahora nos dirigimos por un corto tramo de pinar ya de día, hasta…

Panel informativo del GR 234 "Camino de la Jorgeada"

Camino a San Jorge
            07:20 – 9h 20’ – Km 52,2 – AV7. San Jorge, pedanía de Almudévar y pueblo de colonización, construido en 1957, que lo encontramos en fiestas, claro, y donde hay un nuevo avituallamiento. Salimos un tramo por la A-1210, que une esta localidad con Tardienta, para dar un brusco giro hacia el norte, cruzando por debajo la nacional y la autopista, para encontrarnos otra vez con la Cabañera Real de Lupiñén, y las marcas del GR 234, que ya no abandonaremos hasta destino, pero aún queda mucho para eso. De momento toca apretar los dientes para recorrer una ancha y recta pista de 5,5 km para llegar a…

AV7 en San Jorge

Enfilando a Almudévar, ya a la vista
            09:00 – 11h – Km 61 – AV8. Almudévar, la Bortina romana, y cuyo topónimo en árabe significa “ciudad en redondo”, aludiendo a la corona en la que está situado su viejo castillo. Accedemos a ella a través de dos elementos, uno vertical y otro horizontal, toda una simbología, en cuyo centro nos situamos. El vertical es un peirón, y el horizontal el canal de Monegros. Un largo y solitario callejeo nos lleva hasta otro avituallamiento, uno de los grandes, por dimensiones y por oportunidad para descansar, acceder a la “mochila 1” y reponer fuerzas, naturalmente. Estamos hablando de su campo de fútbol, también comienzo y final de otros recorridos. Ahí nos encontramos a los paisanos dale que te pego con las parrillas y las brasas. En cuidado de pies y buen papeo le metemos más de media hora. Antes de salir nos encontramos con la otra expedición de Jaca, que se disponen a almorzar… y ya nos alcanzarán, que vienen frescos. Nosotros continuamos camino, abandonando la Cabañera Real de Lupiñén y tomando la de Huesca, donde nos encontramos el siguiente avituallamiento, el de la…

Por fin, Almudévar

En el AV8 de Almudévar
            10:45 – 12h 45’ – Km 67,2 – AV9. Cabañera Real, donde se nos vuelven a ofrecer líquidos y algún sólido. Aún nos queda un buen tramo de pista. Se pasa del término de Almudévar, la segunda población de la Comarca Hoya de Huesca, al de la propia capital, y en otro tramo más, la pista se convierte en sendero, aunque sin perder la categoría de Cabañera Real. Al comienzo nos encontramos un mural informativo del GR 234 indicando que es el collado de Valduesca. Aquí comienza un sendero roto, por terreno muy erosionado. En seguida se llega a un alto, desde el que se divisa ya la meta soñada… pero despiertos. Pasamos junto a una huerta solar, y con esa vieja apisonadora a la vista, llegamos al penúltimo avituallamiento en ruta, el de la…

Qué gente más grande!!!

            11:50 – 13h 50’ – Km 73,5 – AV10. Apisonadora Roldán, donde nos vuelven a ofrecer
Collado de la Valduesca
líquidos y fruta. Nos encontramos con la sorpresa de que nos dan a la firma un ejemplar del libro "100 cimas, 100 paisajes. Aragón comarca a comarca", editado por Prames; y yo que tenía cargo de conciencia por no poder asistir a su stand en el Día del Libro de Zaragoza... Gracias Paco. Hacemos un brusco giro para bajar y cruzar la vieja N-330 mientras la autopista se queda por encima. Nos incorporamos a una pista que discurre entre carrascas, con un arranque con buen desnivel. Cuando se calma nos lleva hasta el último avituallamiento en ruta, el de…

AV10 en la apisonadora Roldán
Señalización del GR 234
            12:20 – 14h 20’ – Km 76,3 – AV11. Walka, donde se puede echar el último arranque, y que como ya vamos sobrados, de arranques digo… solo lo miramos de reojo. Cuando nos dan alcance algunas de las mujeres del grupo que ha salido en Almudévar, ya tenemos a la vista nuestro objetivo final, ese cerro de San Jorge, sumido en fiestas. Como vamos a contra reconquista no hablaremos ni de historias, ni de leyendas, ni de batallas, ni de Alcoraz, ni de Sancho Ramírez, ni de asedios desde Montearagón, ni de su hijo Pedro I. Pero sí podremos añadir, ya que estamos de celebraciones, la oportuna aparición de San Jorge, que supuso el desempate a favor de los cristianos, lo que le valió el patronazgo sobre este territorio y sobre este pueblo. No pensamos mucho en esas cosas, solo en llegar, que lo hacemos a través de la zona urbana, que es corta pero se nos hace larga. Nos volvemos a juntar con José, que a través de un corto anillo de cuerda une su vista y mano a la de Javier, invidente, un tándem que termina su tercera Jorgeada. Esquina del hospital para entrar en ese pinar que alberga la gran fiesta de Huesca, y que siguiendo las indicaciones del GR, llegamos a su término… o comienzo, según se mire, hasta la mismísima ermita del santo. Foto de llegada con dificultades para agacharse. Bajar del cerro, y ya estamos en el…

El último esfuerzo

La vista a través de un cordel
            13:05 – 15h 5’ – Km 79,6. Polideportivo de Huesca, a cuya llegada nos frotamos los ojos para despertar y verlo. Los pies sanos, pero el cuerpo acartonado de no hacer otra cosa que mover las piernas y los brazos en las últimas quince horas. Recogemos la “mochila 2” y a las duchas, donde podemos ver que estamos enteros. Recogida de camiseta y regalo conmemorativo de haber terminado cinco Jorgeadas. Comida rica, rica, ensalada y buena paella para reponer. Y poco más, ahí dejamos a todo el grupo terminando de comer y nos dirigimos al bus de regreso a Zaragoza.

Panel informativo en el cerro de San Jorge, principio y final del trayecto

Recepción a la llegada
            De este modo culminamos, como decimos nuestra quinta Jorgeada, pensando que será la última, pero como es lo mismo que hemos pensado desde que terminamos la primera, no nos lo creemos mucho. Una Jorgeada más, pero no es como las demás, ya que en su mayoría de edad ha sido obsequiada con esa señalización de GR 234, en clara alusión al 23 de abril, y que nominada como “Camino de la Jorgeada” sigue todo el itinerario desde Zaragoza hasta Huesca, y que ya forma parte de la red de Senderos Turísticos de Aragón.

Rico, rico...

            Nuestra felicitación a Os Andarines d’Aragón porque, de nuevo, han hecho alarde de su buen hacer organizando una prueba tan compleja en el terreno logístico, pero sobretodo el más sincero agradecimiento al grupo con el que hemos compartido 80 kilómetros en 15 horas, porque bien podrían ser otros 80… pero eso ya si eso otro rato, que por hoy ya hemos cumplido.



Misión cumplida (foto de Pilar)
Pedimos disculpas por las dimensiones del texto, es que 80 km dan para mucho.
También por la calidad de las imágenes nocturnas.
Más fotos y el track.

jueves, 18 de abril de 2019

Peña Oroel, por Calzadas y la Cueva de la Virgen

IXOS MONS
Peña Oroel (1769 m)
Miércoles, 17 de abril de 2019



            Otra gran ruta que pivota en torno a la Peña Oroel. Y decimos gran ruta porque combinamos dos de ellas para realizar el ascenso y el descenso. Partiendo de Jaca, subimos por la poco frecuentada de las Calzadas, pasando por la ermita de la Virgen de la Cueva, y el descenso lo hacemos por la ruta normal hasta el Parador, y desde allí, la también más habitual de san Salvador hasta el punto de partida en Jaca.

Así luce la Peña Oroel desde el arranque de la ruta, junto a ese monumento a la Educación.

Barranco de Ballatás
            Tomamos como punto de arranque la rotonda de la gasolinera, para dirigirnos por los lavaderos hacia el club de tenis y subiendo por el ramal asfaltado, tomar el desvío de las Calzadas, donde ha desaparecido el cartel indicador. Llegados a una bifurcación, se toma la derecha. En diez minutos dejamos a la derecha la última granja y tomamos el desvío de la derecha, que conduce al mismo sitio que el de la izquierda, pero es más cómodo. Y al sitio que conduce es al fondo del barranco de Ballatás, con su puente que tiene que asomarse para ver pasar el agua al lado, y no por debajo. Una avenida de agua lo cegó con un montón de grava y piedras.

Calzada, con el objetivo a la vista

La calzada es del tiempo de los romanos,
pero esto es anterior
            Subimos el amplio barranco y cuando nos acercamos a la carretera de Oroel, sin tocarla, nos metemos por el ancho camino. Se trata de la Calzada, también cabañera. Cuarenta minutos desde Jaca. Continuamos por ella para ir metiéndonos por lo alto del barranco de las Calzadas, dejando al otro lado el cerro Mondaín. Hay que estar muy atentos, porque a los pocos minutos hay que dejar el evidente sendero, que se dirige a los polvorines, por otro que surge a la derecha y que se encarama en fuerte cuesta para seguir nuestro camino, las Calzadas, muy marcadas a tramos. En media hora desde el comienzo nos topamos con la carretera de Oroel, que cruzamos, y justo enfrente nos metemos dirección Fontazones, una finca cuya casa está en plena restauración. Continuamos como diez minutos más y volvemos a cruzar la carretera, ya definitivamente.

Primer cruce de la carretera

La calzada conserva tramos en muy buen estado
            Una fuerte subida nos espera en el primer tramo, al que le sigue otros muy descarnados debido a la erosión que produce la escorrentía en los blandos materiales del suelo. Apenas sin enterarnos, cruzamos el barranco Fondo, y al poco pasamos junto a la casa Moquito, que se desmorona en su agonía rodeada, eso sí, de verdes y enormes campos de cereal. Al cabo de media hora confluimos con la pista que viene directamente de la carretera de Oroel, dejando a la derecha, en un codo de la misma, un viejo depósito de agua en pleno barranco. 

Un precioso conjunto de carrascas, aunque parece una sola, junto a Moquito




            Enseguida vemos unas casas, es la llamada pardina de las Fuentes de Sarsa, incluida en la publicación "Fuentes y manantiales de Jaca", editada por la Librería General, de la que fuimos autores en 2016, renovando la anterior edición de 2002. Nos acercamos para probar su excelente agua de cualquiera de los tres caños. Por estos pagos se encontraba una antigua aldea, de la que poco se sabe, y cuya iglesia se trasladó piedra a piedra a Jaca, luciendo en el paseo de Invierno, de la que se echa en falta el crismón, que está en el interior del ayuntamiento.


 
Las fuentes de Sarsa
En el  tránsito por el bosque
            Volvemos unos metros sobre nuestros pasos para tomar una pista a la derecha, que enseguida converge con la que traíamos, y que en diez minutos alcanzamos una gran explanada con un depósito contra incendios y otra fuente de buen agua. Seguimos por la pista de la derecha. En diez minutos atravesamos la pardina Ordolés y continuamos de frente por la pista entre el bosque. En momentos sucesivos nos encontramos dos bifurcaciones, tomando en ambos casos el ramal de la izquierda. A los veinte minutos de Ordolés dejamos a la izquierda una pequeña cabaña de piedra, y en otros veinte más llegamos al final de la pista, en una pequeña explanada, en la que un roquedo nos hace de atalaya sobre un espectacular escenario de toda la solana de Oroel, con las Sierras Exteriores al fondo. El último tramo de pista ya fuera del bosque y con fuerte desnivel.



En la plataforma al término de la pista

Cara sur de la Peña Oroel
            De aquí sale un sendero, que ya por entre bosque de nuevo, nos descansa de la pendiente y nos aporta suave pisar. Ofrece pocos huecos para ver el exterior, pero si estamos atentos podremos ver nuestro objetivo, el alto de Oroel con su Cruz. Como en un cuarto de hora pasamos por un llamativo lugar entre conglomerados, y en otros quince minutos más alcanzamos el desvío de la ermita, que tomándolo en poco se llega. Causa auténtica desolación ver cómo dos grandes bloques de conglomerados se han desprendido del techo natural, en la primavera de 2012, para ocupar todo su espacio. Es algo con lo que habrá que convivir para el resto de los tiempos.

In aeternum

Fuente de la ermita de la Virgen de la Cueva
Continuando por el sendero, a pocos metros encontramos una fuente de permanente manar, y si lo seguimos como unos doscientos metros más podremos obtener unas extraordinarias vistas sobre la solana de Oroel. Volvemos sobre nuestros pasos, dejando atrás la fuente y la ermita para salir al desvío y continuar por el sendero de ascenso a Oroel. El primer tramo, entre bosque, con buen piso, que continúa ya entre matorral, mayormente erizones, y con más incómodo pisar. En menos de media hora se llega a las praderas cimeras, a muy poca distancia del collado de las Neveras. Si optamos por llegarnos hasta la Cruz, podemos alcanzarla en un cuarto de hora a buen paso.

Casa de los romeros, que fue testigo de la tragedia

Al poco de salir a las praderas cimeras enfilamos a la Cruz
            Si lo hemos hecho por el sendero de abajo, entre bojes el primer tramo, podemos volver al collado por el de la cornisa, que se toma a la izquierda tras el segundo gran montón de piedras. Las vistas que nos ofrece sobre el Campo de Jaca y el Gran Norte son espectaculares, y no menos sobre levante y mediodía. Otro cuarto de hora hasta el collado, y ya por el descenso normal, con sus 33 curvas, en otros tres cuartos de hora, llegamos al Parador, donde si hemos previsto situar un vehículo con anterioridad se terminaría nuestra ruta de hoy.
Llegando, de regreso, al collado

Tramo de sendero
            De lo contrario, si hemos de volver a Jaca añadiremos poco menos de hora y media más. Para ello nos dirigimos por la carretera que, en poco más de 200 metros, la abandonamos para continuar por la derecha por el PR-HU 66, que en fuerte y pedregoso descenso, salvo el último tramo que se puede burlar por un bonito y cómodo sendero a la izquierda, nos deja en las fuentes de San Salvador. De aquí parte un sendero a mano izquierda que nos llevaría a los Polvorines, pero el que tomamos es el que continúa barranco abajo, que pasa junto a una fuente, y tras cruzarlo dos veces se convierte en pista, que en media hora nos lleva ya a terreno domesticado cerrando la circular. A continuación solo queda desandar el mismo itinerario que al comienzo de la ruta, club de Tenis, cruce del río Gas, lavaderos y punto de arranque en la rotonda de la gasolinera.

Fuente en el sendero
Antiguos lavaderos de Jaca
             Si lo hemos realizado de forma completa, habremos cumplimentado una larga, pero bonita ruta que discurre por una importante parte de nuestro patrimonio histórico, como es la Calzada Romana, habremos visitado la solana de Oroel, la ermita de la Virgen de la Cueva, habremos subido a la Cruz, lo más alto de la sierra, y bajado por el Parador y la ruta más popular, como es la de San Salvador. Todo ello suman 28,2 km, que hemos realizado en 7h 45’ de tiempo total, del que 6h 45’ han sido en movimiento, con un desnivel acumulado total superior a los 1500 metros D+/-.


Más fotos y el track.