Sector Norte Ultra Trail Jaca 1/3
Martes, 26 de marzo de 2013
Hay
que ir ya fijando definitivamente el trazado del Ultra. Hemos programado tres
días alternos de esta semana para recorrer todo el trazado y dejarlo ya
definitivo. Hoy toca el que damos en llamar Sector Norte, que aglutina el
nordeste y el noroeste. Sigue el tiempo inestable, como corresponde a la recién
estrenada estación. Borrascas que van llegando una tras otra a nuestras
latitudes y que no es fácil de pronosticar cuándo las tenemos encima y cuándo
nos van a dar una tregua.
Salvo
casos extremos, en montaña siempre decimos que “ante la duda hay que salir, y
luego si eso ya veremos”. Pues bien, es lo que hacemos. Algo pasadas las nueve
y media de una mañana que no tenemos muy claro cómo nos va a tratar, salimos
con el amigo Michel desde la misma puerta de La Ciudadela, ya que se trata de
hacer fielmente el recorrido del Ultra.
Portada principal de la Catedral de Jaca |
Comenzamos,
y lo hacemos cruzando el paso de peatones, aunque no está justo enfrente de la
puerta, para pasar a la calle Santa Orosia y rendir culto visual a la portada
principal de la catedral. Plaza de la Ripa, de Biscós, y Avda. Escuela Militar
de Montaña. Al llegar a las naves de Agromán comienza ya la rampa que, pasando por
el Hospital, nos lleva sobre asfalto al arranque de la senda que sube el monte
Rapitán, recientemente recuperada. En poco más de media hora llegamos a una
caseta que alberga información sobre la construcción del fuerte, al que
enseguida llegamos y rodeamos para disfrutar de las vistas que nos ofrecen su
cara norte sobre el valle y las montañas que lo cierran al norte.
Delicioso paseo por el monte Rapitán |
Se
pasa junto a un horrible edificio de apartamentos, fruto de la falta de
sensibilidad y del todo vale de tiempos pretéritos, y de unas antenas de
comunicaciones, para adentrarnos en un delicioso bosque que cubre la loma de
este monte, y que entre quejigos y bojes nos transporta por místico sendero
hasta el extremo más oriental de la misma. Desde aquí damos vista a la pequeña
población de Ipas, hasta la que no llegaremos, pero sí hasta el fondo del
barranco que media entre la corona donde está situada y nosotros. Descenderemos
el monte Rapitán hasta el mismo seno del barranco, como decimos, para
posicionarnos ya en una pista que nos subirá, con bastante desnivel, hasta el
collado, al que llegamos en poco menos de hora y media desde la salida.
Restos de la iglesia de Bergosa |
Estamos
a los pies del Albarún, en su falda que da a poniente. Continuamos por la pista
hacia el norte, y a menos de media hora sale a nuestra izquierda una senda, con
un arranque muy poco visible si no se va en su búsqueda. Es como si quisiera
seguir en el anonimato. Hay veces que los caminos son así, callados, discretos,
que se hacen a rogar, y como éste, poco transitado y que quiere seguir siéndolo.
En otra media hora nos presentamos en la parte alta de Bergosa, un pequeño pueblo,
hoy abandonado, con la mayoría de casas espaldadas, y que hay quien se empeña
en ir levantando para usos lúdicos. Pasamos junto a la iglesia, custodiada por
San Saturnino, y que es el edificio que aun estando medio derruido, mejor se
conserva del pueblo. Sus piedras del siglo XII así lo atestiguan.
Reconstrucción de las orillas del río Aragón, en Castiello |
El
Plan Hidrológico de Bergosa, que les gusta decir a los paisanos, consiste en
una manguera que arrima el agua desde la fuente, a la que nos dirigimos. Se
trata de un rincón restaurado, con muy buen resultado. Enfrente se sitúa el
antiguo lavadero, donde justo sale la senda que, entre zarzas propias del
abandono de la ganadería extensiva, nos lleva hasta el bosque de pino
repoblado, como toda Garcipollera, y que nos baja hasta el seno del río Ijuez,
al que tenemos que acompañar en sus últimos metros hasta casi su rendición al
Aragón, junto a una pasarela de madera, recientemente construida para facilitar
el paso a peregrinos y paseantes por el Camino de Santiago. Hasta aquí, tres
horas.
Bergosa, desde las ruinas de la ermita de San Bartolomé |
Por
dicho camino nos dirigimos hacia el norte hasta Castiello, a donde llegamos en
diez minutos. Rodeamos la Urbanización Santiago para cruzar la carretera por el
paso de peatones y meternos ya en la pista junto al barranco del Cagico, para
dejar a nuestra izquierda los llanos de Plandigüé y seguir subiendo por ásperas
lazadas hasta lo alto de la sierra de Angelé, no sin antes pasar por el desvío
que nos ofrece entrar en pocos pasos, a las ruinas de la ermita románica de San
Bartolomé.
La
llegada a lo alto de la loma, no sólo nos servirá de respiro, de coger aire, de
cambiar de ritmo en definitiva, sino también nos permitirá echar la vista al
norte para contemplar las montañas del eje pirenaico, unos macizos todavía
adolescentes en su dimensión, pero que no dejan de mirar hacia sus hermanos
mayores, hacia esos tresmiles que también podemos apreciar hacia levante. Y un
fondo de valle, modelado en épocas glaciales, y que ha acogido a lo largo de
los últimos siglos a unas poblaciones cuyos habitantes han tenido que adaptarse
a las duras condiciones de la vida montañesa.
Camino para subir al Grosín |
Si
ya hemos descansado un poco con estas y otras reflexiones, podemos seguir. Estamos
a cuatro horas y media desde la salida de Jaca, y el trazado gira bruscamente
al sur para seguir pellizcándole el lomo a esta sierra, que hace divisoria
entre los valles del Aragón y de su subsidiario Lubierre, en cuya cabecera
tenemos Borau, que también veremos. En veinte minutos de pista llegamos a una
barrera para el ganado, junto a la que sale la senda que nos cambia el ambiente
por el que venimos y en diez minutos nos sube a la cima del Grosín, desde cuyo
vértice geodésico se nos ofrece una impresionante panorámica a 360º de todo nuestro
entorno. Cinco horas desde Jaca. Veremos ampliada la vista que estamos dejando
atrás sobre el Pirineo; veremos el Campo de Jaca; veremos el Cuculo,
avanzadilla de la sierra de San Juan de la Peña, a donde nos dirigiremos;
veremos también la imponente Peña Oroel, a la que también llegaremos, si el
cuerpo aguanta… que aguantará; y todas las sierras exteriores pirenaicas, como
Guara, Monrepós, Riglos, Rueba… Y cómo no, el monte Rapitán, del que ya podemos
estar orgullosos de haberlo dejado atrás.
Barranco de Castelillo |
Descenderemos
este monte por su vertiente sur, por la solana, por una senda que no tiene nada
que ver con la de subida, es más seca, sin arbolado que nos proteja, pero
pronto llegaremos a la pista, que en un brusco giro a poniente, nos llevará
hasta las ruinas de unas cabañas. Cinco horas y media. Aquí sale otra senda que
emboscada desciende por el barranco de Castelillo, y que tras unos pasos por un
ancho cortafuegos nos deja en las ruinas de una extensa finca, y que siguiendo
la pista de la izquierda, llegamos hasta la que une Caniás con Jaca. Otro
brusco giro hacia el este para bajar hasta el fondo del barranco y volver a
subir otra corona por una senda, que nos vuelve a dejar en otra pista que nos
lleva ya a Guasillo, núcleo habitado por nativos y agregados, con iglesia
románica bajo la advocación de San Adrián.
Iglesia de Guasillo |
Seguiremos
la pista, hasta llegar a una carretera local asfaltada que en pocas decenas de
metros nos llevará a Asieso, otro pequeño pueblo perteneciente al municipio de
Jaca, que también goza de iglesia coetánea a la mayoría de la redolada. Ésta
reza a San Andrés. Por una senda que discurre por una divisoria nos acercaremos
hasta la carretera de Aísa, que cruzaremos para bajar al puente de San Miguel
por un corto tramo de circunstancias. Puente de San Miguel, decimos, por el que
pasaremos saboreando su pasado. Si sus piedras hablaran…
Como
siempre, al cruzar un río toca subir, y lo hacemos hasta llegar al llamado
Rompeolas, el extremo norte del parque de Jaca. Tomaremos el Camino de
Santiago, urbanizado por aquí, para llegar a las traseras del cuartel, a cuya
puerta principal hemos de llegar, no sin antes rodear el flamante edificio que
construido recientemente alberga el IPE (Instituto Pirenaico de Ecología), que
dependiente del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) no cesa
en sus labores científicas como observatorio del clima y del comportamiento de
los seres vivos ante sus incesantes cambios, entre otras cosas, claro.
Puente de San Miguel |
Bien,
pues por hoy hemos terminado, aunque para el día de la carrera estaremos en el
primer tercio, más o menos, del recorrido. Pasaremos por el cuartel de La
Victoria en el que se ubica el Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia nº
64, que en honor de su 453 aniversario, la Asociación Cultural y Deportiva Cazadores del Galicia organiza esta prueba, que recordamos va a ser el I Campeonato de Aragón
de Ultra Trail FAM 2013.
Hemos
dado los tiempos como una referencia, pero hay que tener en cuenta que es lo
que nos ha costado a nosotros que, desde luego, no nos caracterizamos por estar
en las élites de esta disciplina. Hemos hecho las paradas necesarias para
realizar nuestro cometido. Siete horas y media, hemos invertido en recorrer los
34 kilómetros y medio, con 1.684 metros de desnivel acumulado ascendente y 1.685
de descendente.
El reportaje completo de fotos, en:
Y el track, en:
Para cualquier otra información de la prueba, en: